“¿Quién inventó el periodismo de las consultas, porque eso no viene de Fidel?”, preguntaba en la Asamblea XI Congreso de la UPEC de Villa Clara el maestro José Antonio Fulgueiras. A seguidas, él mismo respondía: “El periodista verdadero busca y publica, ya sea en su medio o en su perfil en redes, pero publica. No hay que esperar nada. No hay que consultar”, decía poco antes de lamentar que estemos perdiendo espontaneidad en nuestra obra.
Tras contar par de deliciosas anécdotas que revelan el inigualable olfato de Fidel Castro para ubicar y vindicar la real “raza” del cazador de historias, Fulgueiras confesó que, consultado aquí o allá -ante más de un dislate en torno a silencios o vacíos inverosímiles que ponen en entredicho nuestra cadena de comunicación-, él se encoge de hombros y se limita a responder: “Luego te explico”.
Parece que en Villa Clara, como en otros puntos de Cuba, no escasean los “luego te explico”, pero en el camino a reducirlos el gremio decidió regalarse en votos la elección de Roxana de la Caridad Soto del Sol, quien no solo demostró en tres meses de “interinato” que tenía el don y el arraigo suficientes para el cargo, sino que, a sus 25 años, se convirtió en la presidenta del gremio más joven del país.
“Me siento agradecida y retada. ¡Nos vemos en el camino!”, fue lo único que dijo -¡casi nada!- Roxana cuando la corazonada de unos cuantos se volvió confirmación. Así que, de inmediato, a la muchacha le espera guiar por cinco años a unos doscientos colegas en la tarea de vencer obstáculos como los expuestos por Luis Evidio Martínez: “Hay omisiones a nivel de municipio, provincia y nación. Llevamos veinte años discutiendo lo mismo, y la UPEC debía proponerse que eso termine. Debemos decir lo que sentimos, moleste a quien moleste, porque el periodista tiene que estar dispuesto a incomodar constantemente”.
Ese pensamiento filoso, propio de la profesión y de esta tierra, estuvo también en las palabras del narrador deportivo Normando Hernández, quien refirió cuánta irritación causa en la ciudadanía la insatisfactoria acción de algunos responsables. Para él, los periodistas cubanos deben ocuparse, primero, de lo que pasa aquí adentro –“pisar y respirar lo que pisa y respira el pueblo”, dijo-, sin embargo, todavía ocurre, según dijo, que de una parte alguien se molesta y, de otra, alguien puede hasta temer que le llamen a una reunión.
También Jesús Álvarez López puso filos al encuentro. El reportero explicó por qué, en un tramo de la Asamblea, se discutía más de la sociedad que de periodismo: “Sin Revolución no hay periodismo, es ella la que está en peligro. No podemos tener un chupete”. Jesús cree que, a veces, personas destituidas por mala gestión parecen candidatas a ser promovidas, a tenor de las notas que lo “informan”. La mayor lección de sus palabras estuvo, en cambio, en su certeza de que el periodista no puede mendigar; por el contrario, tiene que hacerse respetar, cosa que, desde afuera, no todos hacen.
A esa altura del debate, Ricardo Ronquillo Bello, presidente nacional de la UPEC, reflexionó sobre qué lugar tiene el periodismo en tales tensiones. “La verdad -afirmó con franqueza- es que, si los periodistas se enajenan de los problemas de la gente, la gente se enajenará de la prensa. Por eso requerimos construir un nuevo modelo de prensa y transformar nuestros medios”.
Ronquillo comentó que la Ley de Comunicación Social que se encamina busca una respuesta jurídica a viejos problemas de esta rama.
“Cuando una institución oculta algo, se desacredita ella y desacredita a los medios públicos. El silencio en cualquier tema es un servicio a la contrarrevolución”, dijo el presidente de la UPEC dialogando fuerte, a la misma “altura de varilla”, con los colegas villaclareños.
Hay mucho trecho por comunicar todavía. La colega Dalia Reyes, de la emisora CMHW, sostiene que no hemos satisfecho ni el 50 por ciento de las expectativas que, sobre la prensa, tiene la población. “Hay que escuchar al pueblo, que nos exige más porque no se siente satisfecho con nosotros”, dijo Dalia, para quien cambiar el modelo de prensa es además una vía de salvación del país.
La observación de cuánto más se puede hacer con la integración de todos centró la intervención de la reportera radial Bertha Pulido, quien afirmó que aún hay “fuentes cerradas”, en particular de la rama sanitaria y de medicamentos, cuando la población necesita tantos detalles acerca de ellos.
Los colegas de Villa Clara son críticos con compromiso, por ello Bolivia Tamara Cruz, integrante del Comité Central del Partido y de su Departamento Ideológico, les recordó -con la autoridad adicional de ser una coterránea- que las misiones de cada uno están claras y que, cuando falle la fuente que debe dar información a la prensa, los periodistas saben dónde pueden acudir.
Ese puente de confianza fue tendido además por Milaxy Sánchez Armas, la vicegobernadora de la provincia. Ella tuvo no solo el gesto de manifestar el orgullo de las autoridades por la prensa del territorio, sino también la humildad de decir que en contacto con la gente se aprende más que en muchas reuniones y la firmeza para aclarar que ningún directivo puede negar información a los medios. “Aun en situaciones complejas, por lo menos hay que explicar”, precisó.
Pocos minutos antes de ser proclamada presidenta, Roxana Soto del Sol demostraba la temprana madurez que la condujo a ese cargo. “Es cierto que a veces se nos dificulta el acceso a la información, pero también que no siempre, teniéndola, la encaminamos de manera creativa. Porque debemos cumplir nuestra parte: enfrentar lo que venga y hacer el mejor periodismo posible. La primera catarsis que debemos hacer es con nosotros mismos. Hay que entender nuestra misión como sistema, apreciar el trabajo que hacemos más como el de un medio que como el de una persona, aprovechar la ciencia que nos pone en la mano la Universidad -Marta Abreu- de excelencia que tenemos aquí”, dijo.
Su colega Leslie Díaz Monserrat, del periódico Vanguardia, coincide con Roxana en la idea del trabajo colectivo y defiende que el cambio que se haga tiene que nacer de las culturas profesionales: “No basta con estar en las redes; hay que hacerlo bien. El cambio de modelo debe transformar el medio y mejorar la vida de sus profesionales”, señaló.
Profesor de periodismo en la Universidad villaclareña, Rafael Hernández llevó a la Asamblea las buenas señas de la academia: “Contamos con un doctorado que cuenta en sus ramas con la comunicación y estamos camino a establecer una maestría propia, en comunicación y periodismo”, anunció antes de comentar que la norma del sector debía ser la superación.
Voz de unos cuantos, la joven reportera de CMHW Beatriz Hernández García sugirió que no se deje al Colegio de periodismo como único canal de entrada a la carrera, porque ello restringiría el acceso de estudiantes que tardan más allá del onceno grado en manifestar su inclinación. Ciertamente, la disponibilidad de fuerza en el gremio no está para achicar las puertas.
Como en otras asambleas, se escuchó la demanda de mejora económica de los jubilados. Tras una vida en los medios, Guillermo Díaz lamentó que los profesionales en retiro pasen inadvertidos, tanto para las actividades como para las ayudas. “Los jubilados tras el Ordenamiento caímos al piso”, lamentó.
Ricardo Ronquillo explicó el estudio hecho desde la UPEC nacional sobre la condición del pago a los jubilados y la propuesta de mejoramiento hecha al respecto a la dirección del país.
La Asamblea XI Congreso de la UPEC de Villa Clara tuvo la formalidad de unas conclusiones, pero estas -hechas por Serguey Martín Guerra, miembro del Buró Provincial del Partido- dejó ver en cambio la hermosa informalidad del discurso “levantado a pie de obra”, tras el seguimiento atento a las ideas que los periodistas expusieron en la reunión.
“La gestión de gobierno y el pilar de la comunicación tienen que ser verbo y no sustantivo”, dijo el joven dirigente que además agradeció a los periodistas el crecimiento personal en medio de madrugadas, pandemias, tareas complejas…
Corriendo, trabajando de veras, el primer secretario del Partido en la provincia, Osnay Colina Rodríguez, llegó a la Asamblea cuando ya había acabado, pero entonces se sumergió en la reunión que mejor valoran los periodistas: el intercambio cercano.
Se había elegido ejecutivo provincial, comisión de ética, delegación al último tramo del XI Congreso. Se había entregado premios pendientes y rendido homenaje a varios reporteros.
Se bajó de la presidencia a Bolivia Tamara Cruz para agradecerle su trabajo en Villa Clara, como anterior presidenta. Se estaba contento, aunque nadie ocultó la tensión de los asuntos.
Entre la gente buena del gremio estaba -seguramente instalada en un laberinto de emociones- Roxana, la presidenta de 25 años que guiará y será guiada por colegas como José Antonio Fulgueiras, ese maestro que ojalá, en los próximos cinco años, no tenga que repetir jocosamente, frente al dislate de la incomunicación, su deliciosa respuesta de “Luego te explico”.
Foto de portada: El destacado periodista José Antonio Fulgueiras refirió que el verdadero periodista busca y publica, no hay que esperar nada. Foto: Ernesto Alejandro Álvarez Alonso
!Qué interesante el relato pormenorizado de lo sucedido en esta asamblea! Me trasladó al escenario, escuché las voces enérgicas de colegas argumentando en las carencias y retos de nuestro periodismo. Reí con las ocurrencias de mi viejo amigo Fulgueiras, así como admiré la determinación de Roxana, relativamente nueva en la dirección; y las justas apreciaciones de Dalia, entre otras intervenciones. Felicidades a los delegados, a sus nuevos dirigentes y a los colegas y cuadros que desde la presidencia alentaron un debate desinhibido y franco, como corresponde a los revolucionarios.