José Aurelio Paz, JOPA, como solía firmar, falleció este martes 14 de septiembre, a causa de un paro respiratorio producido por la COVID-19.
Dos veces Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez por la Obra del Año en 1995 y 1997. Premio Enrique Núñez Rodríguez 2006. Premio Nacional de Periodismo Cultural José Antonio Fernández de Castro en 2009. Premios y menciones en el Concurso Nacional de Periodismo 26 de Julio. Premio Nacional de Periodismo José Martí 2018 por la Obra de la Vida. Esos son algunos de los reconocimientos más relevantes de su trayectoria profesional.
En una entrevista con Taissé del Valle Valdés, publicada en nuestra página dijo: “No tengo una bolita mágica. Cada periodista es un mundo y debe elaborar sus propias estrategias. El periodista no puede esperar a que le den los temas, sino salir a buscarlos. Un periodista joven tiene que ser consecuente con su tiempo. Tiene que tratar de buscar la verdad. No es que tú hagas lo que yo hice, es que repienses lo mío y lo hagas desde tu perspectiva. Todo periodista debe ser honesto en la búsqueda de la verdad”.
Más adelante agregó: “Lo único que me pueden quitar es el alma de periodista” Y así fue. Desde el centro de aislamiento y luego, desde el hospital donde estuvo ingresado, hacía llegar el parte médico cronicado. Así conocíamos de sus malestares, mejorías, retrocesos, todo a través de un fino humor que nunca se opacó.
LA “JUMA” (una de sus crónicas)
Uno de los recuerdos de mi infancia es una canción que traían los circos de mala muerte a mi pueblo y donde un hombre salía a la pista, con una botella de aguardiente en la mano, imitando estar borracho mientras cantaba:” Ay, que me vengo cayendo/ ay, de la juma que tengo/ dale Pastorita que me vengo cayendo…”
Así me siento hoy. Me fui a acostar, porque no dormí bien y me siento un poco cansado, y todo empezó a darme vueltas como si me hubiera tomado una botella de ron o que me hubieran tirado sobre un Tarami.
En cuatro patas llegué hasta la puerta y pedí que llamaran a los médicos. Vinieron. Me tomaron la presión. Todo bien. Parece que es un concierto de rock de mi cervical, pero pasé mi sustico.
Decía que anoche dormí mal por dos razones. Congestión nasal y unos muchachos, de los voluntarios que nos atienden, que desde la habitación debajo de la mía intentaban arreglar el mundo a las 3 y 20 de la madrugada. Ya me quejé.
Me siento bastante bien. Hoy es mi sexto día de síntomas leves. Comienzo a espectorar una flema amarillosa como cuando uno tiene el catarro encerrado en el pecho, pero ya me re conocieron y sigo con los pulmones limpios y hoy no he hecho fiebre. También sin tos.
A los mal pensados (la mayoría) que ante las alucinaciones reflejadas en mi parte de ayer me escribieron: “¡Usted lo que tiene es hambre!”, les cuento que mi “hambre” es de dulces porque la comida aquí es buena, en exceso para mi gusto, y bien elaborada. Miren las fotos.
Aún nada del resultado de mi pcr, así que “ayayayay, canta y no llores…”, aunque no me hago ilusiones.
Por lo pronto ya hay promesas de dulces en camino, incluso una jovencita espectacular llamada Rachel y Vivian, mi hermana de la vida, me tienen un pomito con helado de chocolate. De dónde lo sacaron no sé, pero como el perro del experimento de Pavlov ya me babeo.
Llegue a sus familiares, amigos y compañeros nuestras más sentidas condolencias.
Acta del Premio José Martí de Periodismo por la obra de la vida en 2018
A José Aurelio Paz
Es un personaje macondiano, entre lo místico y lo sacrílego, este bendito cuentero que, desde una provincia, ha alcanzado con intensos años de relatoría deliciosa, la estatura de la cubanía periodística más sagaz e inquietante. Uno de los grandes cronistas del periodismo cubano, se mueve con soltura entre el humor, el sarcasmo y la más fina ternura. Un paradigma del juicio y la crítica. Un revitalizador del mejor periodismo costumbrista de este tiempo. Un verdadero patricio de las palabras y de la belleza al enlazarlas, en una era tan audiovisual.
¡Qué tristeza! ¿Cómo será sin José Aurelio el Coloquio de Periodismo cultural AHS-UPEC en Camagüey? ¿Cómo llenar su espacio en la Feria de Jóvenes Creadores Golpe A Golpe? Ahora mismo no sé. Leeremos su crónica sobre los cafés literararios que el Centro provincial del Libro y la Literatura ha multiplicado en la capital agramontina, o quizás cantaremos Patato, la canción que compuso hace años para niños y que él quería llevar al videoclip… Ahora mismo solo puedo pensar que el Periodismo cubano ha perdido a un excelente profesional, pero, sobre todo, a una buena persona.
hoy es un dia aciago para el buen periodismo cubano y universal porque
ese predicador de buenos modales y verbo filoso, cubano es múltiples
sentidos, incluidas sus creencias religiosas, nos representó también en
encuentros internacionalesmostrando como se podía ser creynte,
revolucionario y excelente periodista. Inolvidables sus intervenciones
en cuanto foro compartimos en la década de los 90 e inicios de este
siglo. Sus crónicas on dignas de ser estudiadas por los aspirantes a
periodismo, aunque imposibles de coopiar porque nacían –como debe ser–
de su erudita natualeza humana. Años si saber de él, desde que hice de
mi hogar mi trinchera laboral por lo que aún me mas duro conocer de
forma súbita de su angustiosa partida por la pandemia. Un abrazo póstumo
su memoria.