El 30 de mayo de 1960, el periodista, dibujante, orlista, letrista, caricaturista y retocador de fotos Mario Kuchilán Sol, el Chino para sus amigos, fue designado director de Prensa Libre, cuando los dueños de esa publicación abandonaron el país.
Tenía 16 años cuando comenzó a publicar artículos de denuncia en la seudo república. Los primeros aparecieron en la revista La Semana, y luego en Alma Mater, pero más filosa se volvió su pluma en 1941, en el diario Prensa Libre, donde creó la sección Babel, más tarde considerada tea incendiaria contra Batista.
Y, como antes le había sucedido con Machado, por sus denuncias sufrió despidos, arrestos y torturas. Sin embargo, no fue quebrantado y en Bohemia, en las secciones Babel y Bebelgranma, volvió a fustigar al régimen batistiano, lo cual motivó su secuestro, hecho denunciado por Fidel en La Historia me absolverá, donde refiere cómo Kuchilán había sido “arrancado en plena noche de su hogar y torturado salvajemente hasta dejarlo casi desconocido”.
Kuchilán devino uno de los más populares comentaristas de temas políticos. “Hemos de ser muy fieles a la verdad, aunque sea dolorosa (…) y aprender siempre, aprender, con modestia”, decía.
Con gracejo popular y erudición, escribió en las secciones Fabularios y Zafarrancho, de Juventud Rebelde y Bohemia, respectivamente. Publicó sus trabajos ininterrumpidamente en Bohemia durante los últimos 22 años de su existencia.
En su juventud perteneció al Ala Izquierda Estudiantil, la Liga Antimperialista, el Frente Nacional Antifascista, el Directorio Estudiantil Universitario y el Movimiento 26 de Julio. En 1974 ingresó en el Partido Comunista de Cuba. Tras prolongada enfermedad, falleció el 2 de noviembre de 1983.
