Mil Diez fue fundada el 1ro abril de 1943 por el Partido Unión Revolucionaria Comunista y gracias a la contribución del pueblo. Para tal objetivo se compró Radio Lavín, cuya frecuencia 1010 kilociclos originó el definitivo nombre de la emisora, pues en su proyecto llevó el nombre de Radio Popular Onda Colectiva.
Trasmitió 18 horas diarias y se escuchó dentro y fuera del territorio nacional, identificada con el tema La Bayamesa. Integraron el equipo de dirección el célebre locutor Ibrahim Urbino, director general; José Tabío y Jaime González, a quienes Blas Roca encomendó realizar “los mejores programas de Cuba en calidad artística, cultural e informativa, así como en belleza, originalidad y orientación popular”.
La emisora abrió una escuela de oficios y especialidades de la radio. Además, creó una orquesta bajo la batuta del maestro Enrique González Mántici, que más tarde dirigieron también Adolfo Guzmán, Guerrero Guzmán y Valdés Arnau. Incluyó en la producción musical las piezas más selectas de las raíces del patio y el ámbito internacional. En especial, dedicó un segmento a conciertos y óperas, que entonces contaban con poca divulgación.
Conocida también como La emisora del pueblo, La Mil Diez se distinguió por la constante presencia de magníficos conjuntos, tríos, dúos y solistas de los más variados géneros de aquella década, como Elena Burke, Alba Marina, José Antonio Méndez, Miguelito Valdés, Zoila Gálvez, César Portillo de la Luz, Pacho Alonso, el Trío Matamoros y el Conjunto Arsenio Rodríguez. Y fue en esta emisora donde a Benny Moré primero le abrieron espacio para afianzar y desarrollar su exitosa música.
Mil Diez difundió obras de Esteban Salas, Manuel Saumell, Nicolás Ruíz Espadero, Ignacio Cervantes, y también liturgias religiosas de la cultura africanas: yoruba, conga, bantú, lucumí y otras.
En elenco de actores, actrices y locutores de primera calidad se encontraban Raquel Revuelta, Antonio Palacios, Paco Alfonso, Violeta Casals, Oscar Luis López, Reinaldo Miravalles, Ángel Toraño, Asseneh Rodríguez, Manolo Ortega y Juan Ramón González Ramos. En tanto, Salvador García Agüero tuvo a su cargo los editoriales en Trincheras de ideas, uno de los programas de mayor audiencia por denunciar los abusos de poder, la discriminación racial, el desempleo y otros males de la seudorrepública.
Para Mil Diez escribieron destacadas personalidades como Blas Roca, Félix Pita Rodríguez, Onelio Jorge Cardoso, Marcos Behmaras y Honorio Muñoz. Su micrófono también estuvo al servicio de valiosos dirigentes obreros y campesinos: Jesús Menéndez, Aracelio Iglesias y Lázaro Peña, quienes contribuyeron a que la emisora fuera considerada vocera de las aspiraciones de justicia y libertad del pueblo, al tiempo que devino la mejor informada. Trasmitía 12 noticieros y varios boletines diarios, caracterizados por la veracidad e inmediatez de las noticias. Y, entre los colaboradores se destacaron Juan Marinello y Carlos Rafael Rodríguez,
El papel que desempeñaba en los ámbitos político, ideológico y cultural, así como su gran popularidad, no pasó inadvertido al gobierno de Ramón Grau San Martín. En horas de la mañana del primero de mayo de 1948, Día de los Trabajadores, y luego de la trasmisión especial del último discurso del asesinado líder azucarero Jesús Menéndez, en alardoso despliegue de patrulleros y policías, fue cerrada la calle Reina, con miras al desalojo y ocupación de la emisora, donde fue destruido parte de sus importantes archivos. Asimismo, fueron apresados varios trabajadores y prohibidas las trasmisiones.
Uno de ellos recuerda que en los archivos de la Mil Diez se encontraba un ejemplar del Cocuyé, compuesto para gran orquesta, unos 70 integrantes, y entre estos estarían los ejecutantes de instrumentos de origen africanos, haitianos y cubanos.
Oscar Luis López, de quien hemos tomado notas de su libro sobre la historia de la radio cubana, al referirse a la Mil Diez, expresó que esta emisora del pueblo amerita un estudio más profundo por haber contribuido a la defensa e historia de las luchas sociales en aras de la justicia y de la cultura nacional; además por ser vocera de la política e ideología de avanzadas.