ENTREVISTA

Entrevista inédita con Rodolfo Walsh: “En el capitalismo, la prensa es una maquinaria de mentiras”

Hemos rescatado una entrevista desconocida que le concediera el argentino Rodolfo Walsh a la Revista UPEC, en 1970, cuando vino a Cuba como jurado del Premio Testimonio, de Casa de las Américas. Allí habla de su compañero Jorge Ricardo Masetti, de la relación periodismo y literatura, de la prensa cubana. En la imagen superior, Walsh en Varadero, donde sesionó el jurado.

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Recientemente Rodolfo Walsh visitó Cuba para integrar el jurado que analizó las diecinueve obras presentadas en el género Testimonio, incorporado por primera vez en el Premio Casa de las Américas.

Rodolfo, argentino, nacido en 1927, es creador de diversas obras literarias: cuentos, teatro, novela. Variaciones en rojo, es su primera novela, alcanzó en 1953 el premio municipal de literatura en Buenos Aires, dentro del género policiaco.

Como periodista, organizó el Departamento de Servicios Especiales de Prensa Latina. Ha trabajado fundamentalmente para revistas.

Dentro del periodismo la especialidad que más le agrada es la serie —testimonio y denuncia— por ejemplo, Operación Masacre, donde investigó los fusilamientos ilegales cometidos durante el gobierno de Pedro E. Aramburu, por medio de entrevistas realizadas con sobrevivientes de la masacre.

También entre otras obras de Rodolfo se encuentra el Caso Satanowsky, ¿Quién mató a Rosendo?, en el que expuso los crímenes cometidos por los gangsters de los sindicatos amarillos en las personas de dirigentes obreros revolucionarios.

En la actualidad Walsh dirige un periódico de los trabajadores argentinos y trabaja en su nueva novela.

Por la experiencia de Rodolfo Walsh como periodista y escritor y por la trascendencia que encierra el desarrollo del tema Literatura y Periodismo nos acercamos a él para dialogar.

  —¿Qué opinión tiene usted sobre el género Testimonio y su incorporación al Premio Casa de las Américas?

—En 1968 fui uno de los que recomendó que se agregara dicho género. Los resultados han justificado la institución del Premio por la elevada calidad literaria, la actualidad de los temas y la trascendencia política y social de las obras presentadas. El género Testimonio es fundamental en su realidad actual, recoge de manera directa el presente que se está gestando en el mundo.

—¿En el Premio Casa de las Américas se plantea incluir al Periodismo?

—Bueno, el género Testimonio incluye básicamente al periodismo. El libro que ha ganado el Premio, La guerrilla tupamara, es una serie de reportajes escritos por la conocida periodista uruguaya María Esther Gilio. La obra está fundamentada de fuentes directas, su temática es muy vigorosa; plantea las luchas y los ideales del Movimiento de Liberación Tupamaros. De manera que sin haberse planteado el género periodístico, ha resultado el primer ganador del Premio.

Es posible que se llegue a incluir al periodismo. Debemos agregar nuevos géneros, siempre que prospere una iniciativa que se formuló a la Casa, de reducir todos los envíos a dos grandes clasificaciones: Literatura General e Investigación General. Dentro de esas clasificaciones entraría todo aquello que pueda llegar a publicarse en forma de libros, con excepción, evidentemente, de textos técnicos, que es una disciplina científica.

El objetivo que tiene nuestra iniciativa es simplificar la clasificación de las obras. En última instancia los géneros son divisiones bastante artificiosas, hoy por hoy, están cada vez más penetrados y mayor es la influencia de uno en otro.

—¿Cree usted que se puede hablar de puntos de contacto entre el periodismo y la literatura?

—Si procediéramos empíricamente veríamos que gran cantidad de escritores notables son periodistas y que gran cantidad de escritores notables no son periodistas y jamás lo serán, pero entre los escritores hay una mayoría que proviene del periodismo.

Es indudable que la literatura de Ernest Hemingway, por ejemplo, está íntimamente entroncada con su actividad y su capacidad como periodista profesional, en su estilo mismo, tan estético, tan visual en su observación exterior que se puede rastrear su primera profesión: periodista.

Yo diría que hay zona de contacto, una literatura que tiene una vinculación estrecha demostrable con el periodismo, así como hay otro que no.

No podríamos establecer ningún punto de contacto con el periodismo que nace y muere con la noticia. Hay otro periodismo de mayor investigación que hurga más en los aspectos humanos a través del testimonio directo con el pueblo. Entiendo que a este tipo de periodismo decirle literatura o no estriba en un problema de costumbre.

   —¿Estima usted que un profesional de la prensa antimperialista puede estar sujeto a una legalidad burguesa?

—De verdad que no. La burguesía no es tonta, no presta sus recursos para que se haga propaganda antimperialista. Se hacen concesiones aisladas para mantener la ficción de la libertad de prensa, pero nosotros sabemos por experiencias propias que la libertad de prensa en América no existe.

En los países capitalistas el periodismo es una gran maquinaria de mentiras, construida alrededor del sistema para defender al régimen, para falsear persistentemente la verdad.

El capitalismo tiene, desde luego, sus métodos de autovacuna. Algún periodista puede padecer la ilusión pasajera que si denuncia una situación de miseria, de hambre, está contribuyendo a la modificación, a la transformación de una sociedad, pero es una fantasía, ya que a lo que está cooperando es a consolidar la ilusión de que en el capitalismo se pueden tocar las llagas de los problemas.

Yo no digo que no existen casos en que órganos de prensa y periodistas emprendan ese trabajo. Sin dudas que existe, pero inevitablemente el fin es la clausura de ese órgano de prensa y el periodista es destinado a no ejercer más el oficio.

Es necesario —en tal caso— pasar a la prensa clandestina, ese tipo de periodismo puede y debe necesariamente integrarse con otras tareas revolucionarias.

—¿Qué opinión tiene usted sobre el periodismo que actualmente se realiza en Cuba?

—Yo creo que, indudablemente, hay que establecer una diferencia fundamental entre el periodismo que se realiza en Cuba y el periodismo que se ejerce en el resto de América Latina. Cuba es una sociedad en revolución, un país socialista.

Las causas que el periodismo cubano defiende son de verdad justas. Son las causas de la Revolución.

No obstante tengo algunos reparos. Creo que la valoración de las noticias no es siempre la más correcta, la más adecuada. Pienso que a veces se destacan titulares en una noticia que no tiene importancia, y en cambio, quizás en cuatro líneas está la verdadera noticia de la información. Esa es la observación mayor que tendría que hacer. Calibrar verdaderamente la importancia de la información.

   —¿Hasta qué punto usted estima que la hemeroteca puede servir de frente para el género Testimonio?

—El género Testimonio tiene en la hemeroteca una de sus fuentes naturales, siempre que no se limite a la simple recolección y ordenamiento de noticias, sino que utilice la información periodística y la contrapuntee con la realidad viva de ese momento.

—Sabemos, Walsh, que usted tuvo la oportunidad de trabajar junto a Ricardo Masetti en Prensa Latina. Quisiéramos que nos hablara de su personalidad.

—Masetti era un trabajador infatigable, un hombre de extraordinario espíritu de lucha que demostró no sólo al subir dos veces a la Sierra Maestra a entrevistar a Fidel y al Che, no sólo al fundar y dirigir Prensa Latina, sino al presenciar luego el final de la guerra en Argelia y, por último, dirigir el movimiento guerrillero en Salta, al norte de Argentina.

Masetti ha dejado un recuerdo muy vivo en todos nosotros. Su figura conocida en Cuba, comienza a conocerse ahora más ampliamente en Argentina.

El mejor homenaje que los periodistas argentinos hemos podido rendirle es crear en el seno del gremio de la prensa una delegación que lleva el nombre de Jorge Ricardo Masetti. (Revista Upec, año III, no. 10, 1970).

Rodolfo Walsh

Nació en Lamarque, Argentina, el 9 de enero de 1927. Desaparecido desde el 25 de marzo de 1977 por la última dictadura argentina en Buenos Aires.

Fue un periodista, escritor y traductor argentino. Es reconocido por ser un pionero en la escritura de novelas testimoniales como Operación Masacre —considerada como la primera novela de No-ficción— y ¿Quién mató a Rosendo?, aunque también sobresalió como escritor de ficción.

Luchador contra la última dictadura cívico-militar que gobernó la Argentina entre 1976 y 1983, como integrante y combatiente de la organización Montoneros y en medio de una masacre generalizada de sus militantes, no aceptó salir del país y se mantuvo en la clandestinidad. Es famosa su Carta abierta de un escritor a la Junta Militar. El 25 de marzo de 1977, al día siguiente del primer aniversario del golpe cívico militar, mientras echaba las primeras copias en buzones de la Ciudad de Buenos Aires y se dirigía a una cita con un compañero de la organización (el encuentro había sido revelado en una mesa de torturas de la ESMA), fue emboscado, atacado y acribillado a balazos por un grupo de tareas, el cual se llevó su cuerpo moribundo y lo secuestró ilegalmente. Pasó a integrar la lista de desaparecidos en Argentina.

(Publicado originalmente en la Revista UPEC, número 10, 1970, pp. 26-29)

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Rosa Miriam Elizalde
Periodista y editora cubana, Doctora en Ciencias de la Comunicación y profesora de la Universidad de La Habana. Columnista del diario La Jornada, de México. Tiene varios libros publicados. Fue fundadora y editora del semanario digital La Jiribilla y del diario on line Cubadebate.

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