“En estos últimos cuatro meses hemos crecido todos. Han crecido los medios, han crecido las fuentes, han crecido nuestros cuadros comunicando de formas más diversas”, aseguró Víctor Gaute López, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y jefe de su Departamento Ideológico, durante el V Pleno de la Unión de Periodistas de Cuba.
“Pero el reto mayor es saber usar los medios de que disponemos con mayor precisión”, añadió el también miembro del Buró Político, en la reunión celebrada por videoconferencia desde el Ministerio de Comunicaciones de Cuba, que abordó la cobertura periodística de la pandemia de Covid-19.
Para Ricardo Ronquillo Bello, presidente de la Upec, las experiencias comunicativas positivas desarrolladas durante la contingencia sanitaria deberían permanecer. “Tendría que ser una endemia que tribute a la construcción de un nuevo modelo de prensa para el socialismo cubano”, la principal tarea dejada al gremio por el décimo cónclave de la organización.
La llegada de la COVID-19 supuso una transformación de las estructuras de las redacciones periodísticas y de sus dinámicas productivas. Ronquillo Bello añadió que, debido a las medidas que los medios adoptaron para enfrentar la pandemia, se tuvieron que redistribuir las fuerzas laborales y se removieron estructuras de un día para otro, que pensó serían inamovibles durante años.
Durante el abordaje periodístico de la pandemia, resaltó el presidente de la Upec, han primado las historias humanas y el ejercicio de un periodismo responsable y sensible que demuestra la posibilidad de avanzar en la construcción de una agenda mediática en sintonía con los intereses de la ciudadanía.
Sobre el tema, ahondaron las Doctoras en Comunicación Livia Reyes Ramírez, Dixie Edith Trinquete Díaz y Rosa Miriam Elizalde Zorrilla, en el panel “Periodismo en tiempos de COVID”.
Reyes Ramírez destacó que durante este periodo se ha favorecido la implementación de agendas colaborativas y se ha apostado por un periodismo investigativo y de soluciones. Igualmente, que gestionar la comunicación desarrollada ha sido gestionar comunicación en tiempo de crisis, donde se ha hablado con franqueza, tributando a la gestación de relatos memorables.
¿Qué periodismo se ha hecho en Cuba en tiempos de COVID-19? ¿Ha sido eficaz? ¿Se pueden recuperar algunas de estas prácticas para situaciones similares en el futuro?: interrogantes que puso sobre la mesa Trinquete Díaz, al socializar una investigación realizada por el Instituto Internacional de Periodismo “José Martí”, junto a un grupo de periodistas nacionales.
La investigación identificó 37 trabajos, a partir de 13 criterios de comunicación hipermedial, que resumen recomendaciones de organizaciones internacionales y conglomerados de comunicación para el periodismo de desastres o contingencias sanitarias.
Trinquete Díaz explicó que no se trata de un censo de mejores trabajos, sino de buenos ejemplos de productos comunicativos para la red de redes que son reflejo de criterios como la inmediatez de la cobertura, la veracidad de la información, que sean atractivos y fáciles de comprender por públicos diversos, donde primen la trasmisión de hechos sin sensacionalismo ni alarmismo, o que aporten análisis a la información cotidiana de la pandemia.
Por su parte, Elizalde Zorrilla apuntó que la evolución de la pandemia en la Isla no estuvo exenta de campañas agresivas de quienes adversan el proyecto político cubano, con el objetivo de erosionar la credibilidad del Gobierno y su gestión, y de fracturar el consenso nacional. Estas campañas -señaló- se despliegan en las redes sociales donde están los cubanos, y su principal canal es Facebook.
La también vicepresidenta primera de la Upec dijo que esta maquinaria de comunicación anticubana es producto de la unión de un numeroso grupo de medios digitales administrados fuera del país: “Funcionan como un clúster para operaciones de intoxicación informativa. El nivel de concertación, agilidad informativa, permanencia y conciliación de agenda, indican que son un laboratorio de comunicación estratégica, similar a otros que han operado contra procesos populares en América Latina”.
Mientras, el presidente de la Upec indicó que tras este V Pleno debe realizarse un análisis en cada medio de prensa para entender qué iniciativas, estrategias y herramientas implementadas en la cobertura de la pandemia deben quedarse rumbo a la nueva normalidad que vivirá la nación.
José Alejandro Rodríguez, periodista de Juventud Rebelde, subrayó que una de las grandes lecciones que le ha dejado la COVID-19 al gremio es la pujanza de los jóvenes periodistas y estudiantes de periodismo. Ello, señaló el Premio Nacional de Periodismo José Martí, se vio expresado en los resultados del Premio Nacional de Periodismo 26 de Julio 2020, donde se alzaron con numerosos lauros gracias a un periodismo participativo y vivencial.
Yirmara Rodríguez, presidenta de la Upec en Matanzas, apuntó que la pandemia ha demostrado la capacidad de medios y periodistas de innovar y de crecerse ante la crisis sanitaria. También, expresó la necesidad de un acompañamiento tecnológico que apunte la construcción de un nuevo modelo de prensa para el socialismo cubano.
En este V Pleno de la Upec se entregó el Premio a la Dignidad al Ministerio de Salud Pública, y un reconocimiento al Doctor Francisco Durán García, su director de Higiene y Epidemiología.
Al argumentar las razones por las que se le otorga el Premio a la Dignidad al Ministerio de Salud Pública de Cuba, la Unión de Periodistas reconoce la capacidad de la institución para:
- Enaltecer extraordinariamente, con su eficaz enfrentamiento a la Covid 19, las columnas de humanismo, sensibilidad social, compromiso con la vida y solidaridad, que dan su verdadera misión y sentido a ese sistema público de servicios levantado por la Revolución Socialista.
- Porque esos valores éticos, que guían el actuar de los profesionales del sector en Cuba y en el mundo —de lo cual son un ejemplo los integrantes de las brigadas Henry Reeve especializadas en desastres y grandes epidemias— alcanzan su más hermoso simbolismo durante la actual pandemia, mientras en no pocos lugares del planeta los egoísmos, los intereses comerciales y la irresponsabilidad política y estatal resultan tan mortales como el virus.
- Porque frente a quienes pretenden reducir a vulgares actos mercantiles, trabajo esclavo, o maniobras de influencia diplomática los hermosos y enaltecedores gestos de altruismo de quienes han partido hacia diversos confines del mundo, a riesgo de sus vidas, a curar cuerpos y almas, Cuba fue levantando una economía de servicios, de la cual los trabajadores de la Salud son la avanzada especial, sin que ello esté reñido con su raigal vocación universal y humanista.
- Porque al dignificar la transparencia y el gobierno abierto en la actuación comunicacional de las instituciones públicas cubanas las prescriben y honran como su modelo de actuación más sanador.
Tras una votación de los integrantes del Comité Nacional, Karina Marrón González fue elegida miembro de la presidencia de la organización; Elsa Ramos Ramírez, integrante de su Comisión de Ética; y Katia Siberia García, Elsa Ramos Ramírez y Juan Carlos Ramírez Heras, nuevos miembros de su Comité Nacional.
En medio del análisis de asuntos tan medulares, me atrevo a proponer que dediquen algún tiempo a la respuesta a los lectores de los organos de prensa.
Ojalá sea mi caso particular, pero por mi experiencia he llegado a la conclusión que los correos electrónicos de órganos y periodistas son verdaderos agujeros negros en el ciberespacio en el que de los mensajes que caen más nunca se vuelve a saber nada. Ni un mísero acuse de recibo.
Reconozco que en estos tiempos de cólera política deben recibir muchos mensajes indignos, por usar un solo adjetivo. Pero muchos lectores escriben con honestidad y buena voluntad y creo que al menos merecen saber que su mensaje se recibió.
No es nuestro caso.De cualquier manera, aquí está su comentario publicado.
Los medios de prensa que tienen secciones de atención a los lectores han sido siempre un puente entre el ciudadano y las instituciones, que están obligadas a responder, al menos, las cartas o mensajes.
No es el medio de prensa el responsable de esa obligación de las instituciones públicas, sin embargo, publica casos y contestas, además de estadísticas que evidencian cómo se comportan en sus respuestas los organismos enjuiciados. Las cartas de los lectores también son en no pocas ocasiones la base de trabajos de investigación.
Todas las secciones no funcionan igual en los medios nacionales, que son los casos que conozco, aunque tienen como común denominador gestionar, con escaso personal, toda la correspondencia que reciben, siempre numerosa.
Considero válida la preocupación del lector por querer saber el destino de su carta y la solución está en ponerse en contacto con la redacción a la que la envió. Generalizar no es bueno.