Los presidentes de Cuba, Raúl Castro Ruz, y de Estados Unidos, Barack Obama, realizaron declaraciones públicas sobre los resultados de sus conversaciones oficiales, ocurridas al mediodía de este lunes 21 de marzo, en el Palacio de la Revolución de la capital cubana, y ambos insistieron en los avances en la reanudación de relaciones entre los dos países, sin obviar las sensibles diferencias que existen.
Así, llamaron a una convivencia sostenida sobre la base de lo que une a Cuba y Estados Unidos, y no partiendo de las cosas que les separan. “Cambiar lo que deba ser cambiado es asunto de Cuba y de los cubanos”, afirmo Raúl, y Obama corroboró que “hay que echar pa´lante a pesar de las diferencias”.
Sustanciales y alentadores resultados fueron citados entre los instrumentos bilaterales que ya se empiezan a poner en práctica como parte del entendimiento civilizado entre los dos gobiernos,
“Las última medidas adoptadas por su gobierno son positivas pero no suficientes, dijo el mandatario cubano, al explicar que en el diálogo de hoy intercambiaron sobre otros aspectos que podrían tomarse como contribución al levantamiento del bloqueo que es esencial porque continua en vigor” y tiene muchos componentes disuasivos que afectan a terceras naciones. “Su eliminación es esencial”.
También se refirió a la importancia de abordar y resolver aspectos migratorios, como las políticas que acogen a los cubanos a riesgo de sus vidas o el robo de profesionales de la salud; la devolución de la Base de Guantánamo y otras políticas que debían ser suprimidas sin pretender que el pueblo cubano renuncie al destino que libre y soberanamente ha escogido.
Raúl llamó a profundizar en las relaciones, convencidos de que podemos subsistir civilizadamente por encima de las diferencias que tenemos y tendremos y contribuir a la paz, al desarrollo y la equidad en nuestro continente y el mundo.
Coincidimos que nos queda por delante un amplio y complejo camino por recorrer, damos pasos para construir una nueva relación como nunca ha existido entre Cuba y Estados Unidos. Destruir un puente es fácil, reconstruirlo sólidamente, es una tarea larga y difícil, aseguró.
Ambos dignatarios intercambiaron sobre temas internacionales, en particular los que afectan la paz y la estabilidad regional.
El presidente Obama, por su parte, agradeció la bienvenida, y dijo que “por más de medio siglo ver a un presidente de Estados Unidos aquí era impensable, pro hoy es un nuevo día entre nuestros dos países.
Manteniendo conceptos diferentes sobre temas sustanciales como democracia, derechos humanos, cooperación, entre otros, tuvo a bien reiterar que “el destino de Cuba será decidido por el pueblo cubano y por nadie más”.
Para muchos, puntualizó este es un momento de esperanza y comentó el interés demostrado en el encuentro por asuntos de la paz en la región centroamericana y caribeña y en el continente americano.
Al concluir sus declaraciones, los dos presidentes respondieron preguntas de periodistas. “El embargo concluirá, ¿cuándo? no estoy absolutamente seguro”, comentó Obama, mientras Raúl exhortaba “vamos a trabajar para que todos podamos cumplir los derechos humanos”.
TEXTO INTEGRO DE LA DECLARACION A LA PRENSA DEL PRESIDENTE RAUL CASTRO
(Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)
Buenas tardes.
Señor presidente Barack Obama:
Nos complace recibirlo en la primera visita de un mandatario de los Estados Unidos a nuestro país después de 88 años.
Deseamos que durante su breve estancia en la isla pueda apreciar la hospitalidad del pueblo cubano, que nunca ha abrigado sentimientos de animosidad hacia el pueblo estadounidense, al que nos unen lazos históricos, culturales y afectivos.
Su visita es un paso importante en el proceso hacia la mejoría de las relaciones bilaterales, que esperamos contribuya a impulsar mayores avances en nuestros vínculos, en beneficio de ambas naciones y de la región.
Acabamos de sostener un constructivo y útil encuentro, que da continuidad a los dos anteriores que sostuvimos en Panamá y Nueva York.
Constatamos que en los 15 meses transcurridos desde que anunciamos la decisión de restablecer las relaciones diplomáticas hemos obtenido resultados concretos.
Reanudamos el correo postal directo y firmamos un acuerdo para restablecer los vuelos regulares.
Hemos ampliado la cooperación en áreas de interés mutuo. Suscribimos dos memorandos de entendimiento sobre protección del medio ambiente y áreas marinas, y otro para mejorar la seguridad de la navegación marítima. Hoy se firmará uno más sobre cooperación en la agricultura.
Actualmente se está negociando otro grupo de instrumentos bilaterales para cooperar en esferas como el enfrentamiento al narcotráfico, la seguridad del comercio y de los viajeros, y la salud. Sobre esta última, hemos acordado profundizar la colaboración en la prevención y tratamiento de enfermedades transmisibles como el Zika y de enfermedades crónicas no transmisibles, incluyendo el cáncer. Esta cooperación es beneficiosa no solo para Cuba y Estados Unidos, sino también para nuestro hemisferio.
A partir de las decisiones adoptadas por el presidente Obama para modificar la aplicación de algunos aspectos del bloqueo, empresas cubanas y sus contrapartes estadounidenses trabajan en la identificación de posibles operaciones comerciales que se pudieran concretar en el marco aún restrictivo de las regulaciones en vigor.
Algunas se han materializado, especialmente en el área de las telecomunicaciones, ámbito en el que nuestro país cuenta con un programa basado en sus prioridades de desarrollo y en la necesaria soberanía tecnológica, que garantice el uso apropiado de estas al servicio de los intereses nacionales.
También se avanza en negociaciones para la adquisición de medicamentos, equipos médicos y equipamiento para generación de energía y protección del medio ambiente, entre otras.
Mucho más pudiera hacerse si se levantara el bloqueo de los Estados Unidos.
Reconocemos la posición del presidente Obama y de su gobierno contra el bloqueo y los reiterados llamados que ha hecho al Congreso para que lo elimine.
Las últimas medidas adoptadas por su gobierno son positivas, pero no suficientes. Intercambié con el Presidente sobre otras medidas que pensamos pueden tomarse para eliminar restricciones aún vigentes y hacer una importante contribución al desmantelamiento del bloqueo.
Esto es esencial, porque el bloqueo continúa en vigor y tiene componentes disuasivos y efectos intimidatorios de alcance extraterritorial, sobre lo cual le expuse algunos ejemplos al Presidente para mostrarle sus consecuencias negativas para Cuba y otros Estados.
El bloqueo es el obstáculo más importante para nuestro desarrollo económico y el bienestar del pueblo cubano. Por eso, su eliminación será esencial para normalizar las relaciones bilaterales. También será beneficioso para la emigración cubana, que desea lo mejor para sus familias y su país.
Para avanzar hacia la normalización también será necesario que se devuelva el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval en Guantánamo.
Ambos temas, por ser los principales obstáculos, fueron abordados, una vez más, en el Editorial publicado el 9 de marzo pasado en el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba y, hace solo cuatro días, en la conferencia de prensa de nuestro canciller Bruno Rodríguez Parrilla, ampliamente divulgados por la prensa.
Asimismo, otras políticas debieran ser suprimidas para que pueda haber relaciones normales entre Cuba y los Estados Unidos. No debiera pretenderse para ello que el pueblo cubano renuncie al destino que libre y soberanamente ha escogido y por el que ha hecho inmensos sacrificios.
Intercambiamos además sobre temas internacionales, en particular, aquellos que pudieran afectar la paz y la estabilidad regional.
Especialmente estaba previsto y no hubo tiempo para concluirlo, el abordar nuestra preocupación por la situación de desestabilización que se intenta fomentar en Venezuela, lo cual es contraproducente para el ambiente en el continente, pero lo expreso en esta ocasión.
Igualmente, dialogamos sobre la marcha del proceso de paz en Colombia y los esfuerzos para poner fin a este conflicto.
Existen profundas diferencias entre nuestros países que no van a desaparecer, pues tenemos concepciones distintas sobre muchos temas, como los modelos políticos, la democracia, el ejercicio de los derechos humanos, la justicia social, las relaciones internacionales, la paz y la estabilidad mundial.
Defendemos los derechos humanos. Consideramos que los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales son indivisibles, interdependientes y universales. No concebimos que un gobierno no defienda y garantice el derecho a la salud, a la educación, a la seguridad social, a la alimentación y al desarrollo, al salario igual por trabajo igual y a los derechos de los niños. Nos oponemos a la manipulación política y el doble rasero sobre los derechos humanos.
Cuba tiene mucho que decir y que mostrar en esta materia y, por ello, le reiteré al Presidente nuestra disposición a mantener el diálogo que iniciamos.
El pasado 17 de diciembre de 2014, cuando anunciamos la decisión de restablecer las relaciones diplomáticas expresé: “debemos aprender el arte de convivir, de forma civilizada, con nuestras diferencias”.
El 15 de julio de 2015 ante nuestro Parlamento señalé: “Cambiar todo lo que deba ser cambiado es asunto soberano y exclusivo de los cubanos. El Gobierno Revolucionario tiene la disposición de avanzar en la normalización de las relaciones, convencido de que ambos países podemos cooperar y coexistir civilizadamente, en beneficio mutuo, por encima de las diferencias que tenemos y seguramente tendremos, y contribuir con ello a la paz, la seguridad, la estabilidad, el desarrollo y la equidad en nuestro continente y el mundo”.
Hoy ratifico que debemos poner en práctica el arte de la convivencia civilizada, que implica aceptar y respetar las diferencias y no hacer de ellas el centro de nuestra relación, sino promover vínculos que privilegien el beneficio de ambos países y pueblos y concentrarnos en lo que nos acerca y no en lo que nos separa.
Coincidimos en que nos queda por delante un largo y complejo camino por recorrer. Pero lo importante es que hemos comenzado a dar pasos para construir una relación de nuevo tipo, como la que nunca ha existido entre Cuba y los Estados Unidos.
Destruir un puente es fácil y requiere poco tiempo. Reconstruirlo sólidamente es una tarea mucho más larga y difícil.
Después de cuatro intentos fallidos, en una muestra de voluntad y perseverancia, el 2 de septiembre del 2013, la nadadora estadounidense Diana Nyad, logró cruzar a nado el estrecho de la Florida, sin jaula antitiburones.
Por esa hazaña de vencer la distancia que separa geográficamente a nuestros países, el 30 de agosto del 2014, bajo los acordes de los himnos nacionales de Cuba y Estados Unidos, fue condecorada con la Orden al Mérito Deportivo, otorgada por el Consejo de Estado cubano.
Esta proeza contiene un fuerte mensaje, debería servirnos de ejemplo para las relaciones bilaterales, ya que confirma que si ella pudo, entonces nosotros también podremos.
Le reitero al presidente Obama nuestro agradecimiento por su visita y la voluntad del Gobierno de Cuba de seguir avanzando en los próximos meses por el bien de nuestros pueblos y países.
Muchas gracias.
TEXTO INTEGRO DE LA DECLARACION DEL PRESIDENTE BARACK OBAMA
(Versiones Taquigráficas-Consejo de Estado)
Buenas tardes, presidente Castro; a usted, al gobierno de Cuba y al pueblo de Cuba, gracias por la bienvenida que me ha extendido así como a mi familia y a mi delegación.
Por más de medio siglo ver a un presidente de Estados Unidos aquí en Cuba era algo impensable, pero esto es un nuevo día: es un nuevo día entre nuestros dos países. Con su venia, señor Presidente, me voy a salir un poquito del tema, porque durante este fin de semana recibí la noticia de que uno de nuestros infantes de la marina, de Temecula, de California falleció en el norte de Iraq y fue un soldado honorable. Nosotros ayudamos al gobierno de Iraq en el problema del grupo terrorista…, y quiero enviar mis pensamientos, mis oraciones a todos los lesionados también. Esto es algo que sucedía a medida que embarcábamos en este viaje tan histórico, tan emblemático, tuvimos efectivos de nuestras fuerzas armadas que sacrificaron sus vidas en aras de avanzar en nuestras libertades.
Mi esposa, Michelle, y nuestras niñas vinieron. Mis niñas no quieren venir siempre con nosotros, son adolescentes, pero querían venir a Cuba a pesar de dejar atrás a los amigos y adolescentes, porque sabían que nosotros queríamos enseñarles la belleza de Cuba y de los cubanos.
En realidad nos emocionamos al ver a los cubanos que nos recibieron ayer sonriendo, saludando, cuando veníamos del aeropuerto. Agradecemos la oportunidad de también poder conocer la vieja Habana y también comer la excelente comida cubana. La visita a la Catedral nos recordó los valores compartidos: la profunda fe que sostiene a tantos cubanos y estadounidenses, y me dio también la oportunidad de expresarle mi agradecimiento al cardenal Ortega, quien conjuntamente con su Santidad el Papa Francisco, hicieron tanto para apoyar que hubieran mejores relaciones entre nuestros gobiernos. Y esta mañana tuve el honor de rendirle homenaje a José Martí, no solamente por su papel en la independencia cubana sino también por esas palabras tan profundas que expresó apoyando la libertad en todas partes.
Traigo conmigo los saludos y la amistad de los estadounidenses. En este viaje tengo conmigo 40 miembros del Congreso, demócratas y republicanos, es la delegación más grande que ha habido en mi presidencia, y eso indica la emoción y el interés de Estados Unidos con respecto al proceso que estamos realizando. Estos miembros del Congreso reconocen que nuestra nueva relación con el pueblo cubano es de interés para ambas naciones. También se suman al grupo líderes empresariales, emprendedores, que estamos básicamente buscando nuevas oportunidades comerciales que generarán trabajo y oportunidades para cubanos y estadounidenses.
También me complace que tenemos en el viaje a muchos cubanos americanos; para ellos y para los más de dos millones de orgullosos cubano americanos este es un momento que está lleno de emoción. Desde que facilitamos los viajes entre nuestros países más cubano americanos están viniendo a casa, y para muchos este es un momento de nueva esperanza para el futuro.
Así que, presidente Castro, le quiero dar las gracias por la cortesía y este espíritu de apertura que ha demostrado durante nuestras conversaciones. En nuestra reunión de Panamá, el año pasado, usted dijo que íbamos a hablar de todo, con su comprensión quizás hablaré un poquito más largo de lo que lo hago normalmente.
El presidente Castro siempre hace chistes conmigo, bromea sobre cuánto tiempo pueden durar los discursos de los hermanos Castro, pero yo me voy a extender un poquito, voy a hablar quizás un poquito más que usted con su comprensión.
Tenemos que ponernos al día con medio siglo de trabajo. Nuestra apreciación creciente en Cuba se rige por un papel principal que es avanzar en los intereses mutuos de los dos países incluyendo y mejorando las vidas de nuestras personas, cubanos y estadounidenses, y por eso estoy aquí. Como siempre digo, después de más de cinco décadas de muy difíciles relaciones entre nuestros gobiernos, no se van a transformar de la noche a la mañana; seguimos —como lo indicó el presidente Castro—, tenemos diferencias muy serias, incluyendo democracia y derechos humanos. El presidente Castro y yo tuvimos unas conversaciones francas y honestas sobre estos temas.
Estados Unidos reconoce el progreso que Cuba ha tenido como nación, incluyendo logros extraordinarios en Educación y en Salud, y quizás lo más importante, afirmo, que el destino de Cuba no va a ser decidido ni por Estados Unidos ni por otra nación, el futuro de Cuba —es soberana y tiene todo el derecho de tener el orgullo que tiene— será decidido por los cubanos y por nadie más.
Al mismo tiempo —lo que hacemos cuando viajamos por el mundo entero—, quedó claro que Estados Unidos seguirá hablando, defendiendo la democracia, incluyendo el derecho que tiene el pueblo cubano de decidir su propio futuro. También lo haremos a favor de los derechos humanos universales, el derecho de expresión y culto, y mañana hablaremos con líderes de la sociedad civil en Cuba.
El presidente Castro también abordó lo que él vio, cuáles son las limitaciones que puede haber en Estados Unidos sobre las necesidades básicas para el pueblo, inequidad, las relaciones raciales, y nosotros acogemos con beneplácito cualquier diálogo que sea constructivo, puesto que nosotros pensamos que cuando compartimos nuestras ideas y nuestras creencias más profundas con una actitud de respeto mutuo, podemos entonces trabajar bien y mejorar la vida de nuestros pueblos. Y parte de la normalización de las relaciones quiere decir que vamos a hablar sobre esas diferencias de manera directa.
Me complace que acordamos que nuestro próximo diálogo de Derechos Humanos Estados Unidos-Cuba será aquí en La Habana, en este año, y nuestros países recibirán visitas de expertos independientes en Naciones Unidas, a medida que combatimos la trata de personas, que acordamos que es una violación flagrante de los derechos humanos.
A pesar de hablar sobre estas diferencias, nosotros pensamos que podemos progresar en las áreas que tenemos en común.
Presidente, usted dijo en Panamá que quizás podemos estar en desacuerdo en algo hoy, pero quizás en lo mismo estaremos de acuerdo mañana, y eso ciertamente ha sido el caso en los últimos 15 meses y en los días que precedieron a esta visita. Y hoy puedo informarles que seguimos avanzando cuando estamos verdaderamente normalizando las relaciones.
También estamos facilitando que haya más oportunidades para los estadounidenses viajar a Cuba e interactuar con los cubanos, un número creciente de estadounidenses ha aumentado este año, y entonces esta semana dimos aprobación para individuos estadounidenses que puedan venir para viajes educativos.
Aerolíneas americanas empezarán vuelos comerciales directos este año. Y con el anuncio de Seguridad Portuaria de la semana pasada, verdaderamente removimos un obstáculo mayor para resumir todo lo que son cruceros y servicios de ferries. Eso quiere decir que podremos tener más americanos que podrán apreciar la increíble historia del pueblo cubano.
Estamos avanzando con más comercio. Con solamente 90 millas que nos separan, somos socios comerciales naturales.
La semana pasada tomamos otros pasos, permitiendo que el dólar estadounidense se pueda usar más ampliamente en Cuba, dándoles a los cubanos más acceso al dólar en transacciones internacionales y permitiendo que los cubanos en Estados Unidos puedan devengar salarios. Eso va a generar más oportunidades para el comercio y empresas conjuntas.
Acogemos con beneplácito el importante anuncio de Cuba que piensa poner fin al gravamen del 10% del dólar, que dará lugar a mayor comercio y a viajes. Y estos son pasos que, en realidad, muestran más apertura.
Con esta visita también acordamos nuestra cooperación en la agricultura para apoyar a nuestros agricultores y ganaderos.
Esta tarde hablaré sobre los nuevos acuerdos comerciales que están haciendo nuevas empresas americanas, cuando sigo pidiendo al Congreso que levante el embargo comercial.
También hablé con el presidente Castro los pasos que instamos a Cuba que puedan permitir que haya más empresas conjuntas y que también las empresas extranjeras puedan contratar directamente a los cubanos.
Estamos avanzando en los esfuerzos para poder conectar a más cubanos a la Internet en la economía mundial. Bajo el presidente Castro, el objetivo de Cuba es llevar al mundo al cubano en línea.
Esta tarde hablaré sobre los pasos adicionales para ayudar a los cubanos a aprender, innovar y poder hacer negocios de línea, porque en el siglo XXI ningún país puede tener éxito si no tienen los ciudadanos acceso a Internet.
Estamos avanzando con más intercambios educativos. Gracias al apoyo generoso de la comunidad cubano-americana puedo anunciar que mi iniciativa one hundred thousand… va a ofrecer nuevas oportunidades para los estudiantes universitarios que estudien en el exterior. También tendremos más estadounidenses en instituciones educativas cubanas y, viceversa, cubanos en Estados Unidos.
También tendremos disponibles para los estudiantes cubanos más becas y más rotaciones, y también en alianza con el gobierno cubano tendremos más clases de inglés para los maestros cubanos, tanto en línea como en Cuba.
Hoy mismo, cuando los cubanos se preparan para la llegada de los Rolling Stone, nosotros seguimos con más eventos e intercambios que conjugarán a los cubanos y a los estadounidenses.
Estamos verdaderamente entusiasmados con el juego de pelota de mañana entre el Tampa Bay y el Equipo Nacional de Cuba.
También estamos avanzando con acciones en salud, ciencias y medio ambiente.
Igual que los equipos americano y cubano trabajaron conjuntamente en Haití contra el cólera y en África contra el Ébola, y quiero felicitar a los médicos cubanos que aceptaron y tomaron esta tarea tan difícil para salvar vidas en África Occidental con nosotros y otras naciones, y agradecemos su tarea, nuestros profesionales americanos también cooperarán en nuevas áreas, previniendo la diseminación de virus como el Zika y también encabezando nuevas investigaciones en vacunas de cáncer.
Nuestros gobiernos también trabajarán de la mano para proteger los hermosos océanos de esta región que compartimos. Como países amenazados por el cambio climático, pienso que podemos trabajar de la mano para proteger las comunidades en las zonas costeras bajas, y estoy invitando a Cuba a sumarse a nosotros y a nuestros socios en el Caribe y Centroamérica para que vengan a la Cumbre Regional de Energía esta primavera en Washington.
También quiero hablar sobre mayor cooperación en seguridad nacional. Estamos trabajando para profundizar nuestra coordinación en el orden público, particularmente contra narcotraficantes que amenazan a ambas naciones.
Quiero agradecer al presidente Castro por facilitar todas las conversaciones de paz entre Colombia y las FARC, y somos optimistas de que los colombianos puedan lograr una paz justa y duradera.
También hablamos de Venezuela. Yo pienso que toda la región tiene interés en un país que arrastra sus retos comerciales, que responde a las aspiraciones de su pueblo y que es fuente de estabilidad en la región. Ese es el interés que yo pienso todos debemos compartir.
Nuevamente, presidente Castro, quiero darle las gracias por recibirme aquí. Y es justo decir que Estados Unidos y Cuba ahora están participando en muchas más áreas que lo que se ha visto en más de medio siglo. A medida que pasan los días más estadounidenses están viniendo a Cuba, más empresas, escuelas, grupos religiosos están trabajando aquí para forjar más alianza con los cubanos y más cubanos se están beneficiando de las oportunidades que va aportar este viaje en el comercio.
Entonces, básicamente no tenemos que nadar en medio de los tiburones para poder lograr los objetivos que hemos planteado y, como dicen aquí en Cuba, echar p’alante. A pesar de las dificultades seguiremos avanzando. Nos centramos en el futuro y tengo plena confianza de que si mantenemos este camino podremos brindar un futuro que sea mejor y más brillante para los cubanos y los estadounidenses.
Muchísimas gracias.
PREGUNTAS DE LA PRENSA NACIONAL Y EXTRANJERA Y RESPUESTAS DE AMBOS PRESIDENTES AL TERMINAR SUS DECLARACIONES
(Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)
Moderador.- Pasamos ahora a una breve sesión de preguntas y respuestas. Ruego a los periodistas hacer uso de los micrófonos ubicados en la sala.
Una primera pregunta al presidente Barack Obama.
La primera pregunta para Jim Acosta.
Jim Acosta (CNN).- Gracias al presidente Castro por su hospitalidad en La Habana.
Muchas gracias.
Señor Presidente, en su reunión con el presidente Castro, ¿qué palabras utilizó para instarle para que busque reformas democráticas y ampliar los derechos humanos en Cuba? ¿Invitará al presidente Castro a la Casa Blanca? Yo sé que ha ido a la ciudad de Nueva York. ¿Por qué no se reunió con Fidel Castro?
Presidente Castro: Mi padre es cubano y se fue a Estados Unidos cuando era muy joven. ¿Ve una dirección nueva y democrática para su país? ¿Por qué tiene prisioneros políticos cubanos y por qué no los suelta? Y, por favor, una pregunta más: ¿A quién prefiere, a Hillary Clinton o a Donald Trump? (Risas). Gracias.
Barack Obama.- Ambos significamos que tuvimos una conversación muy franca en asuntos de democracia y derechos humanos. El punto de arranque es que tenemos dos sistemas distintos de gobierno, dos economías distintas y tenemos décadas de diferencias profundas, tanto a nivel bilateral como a nivel internacional. Lo que le dije al presidente Castro es que estamos avanzando, no estamos viendo hacia atrás. No vemos a Cuba como una amenaza para Estados Unidos, y espero que mi visita indique en realidad que estamos escribiendo un nuevo capítulo en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Pero, como es la verdad, en los países del mundo entero donde tenemos relaciones que han sido normalizadas, seguiremos defendiendo los principios básicos en los cuales nosotros creemos.
Estados Unidos cree en la democracia, creemos en la libertad de expresión, de congregación y de culto, que no son simplemente valores estadounidenses, sino que son valores universales, quizás su expresión no sea igual en todos los países, quizás no estén consagrados en los documentos básicos y de la protección legal, pero el impulso, el impulso humano hacia la libertad, la libertad que José Martí bien mencionó, y eso es un deseo universal.
El Presidente Castro yo creo que ha señalado que según él, asegurándose de que todos reciban una educación y salud que sean decentes. También seguridad para las personas mayores, esos son también derechos humanos y yo personalmente no estoy en desacuerdo con él; pero no nos distrae de las otras inquietudes que tenemos en la mesa, y el objetivo del diálogo de derechos humanos no es que Estados Unidos le dicte a Cuba cómo deben gobernarse, sino asegurarse de que tenemos una conversación que sea franca, que sea honesta sobre este tema, y que podamos poder aprender los unos de los otros, no quiere decir que tiene que ser el único tema a debatir, podemos hablar de la economía, de la salud, intercambios científicos, cooperación internacional en asuntos de importancia regional e internacional, todo eso es importante, y eso es algo que nosotros vamos a seguir por el mismo camino.
En realidad, me gustó el comentario del Presidente Castro cuando ve que hay ciertas cosas que se tienen que mejorar. No debemos ser inmunes ni tener miedo a la crítica y a cualquier debate que sea constructivo.
Lo que yo sí sé es cuando hablo con los cubano-americanos de segunda generación. Creo que estoy hablando no directamente, estoy contestándote a ti, pero estoy hablando para muchos con quienes he hablado en todo Estados Unidos. Hay una gran esperanza, pienso yo, de que puede haber una reconciliación, que el puente que mencionó el Presidente Castro se puede tender y construir entre cubano-americanos y los cubanos aquí en la isla, los nexos familiares, los nexos culturales que son tan fuertes. Pienso que todos se beneficiarían de que se restablezcan nuevamente estos nexos.
Uno de los impedimentos para fortalecer esos nexos son los desacuerdos que tenemos sobre derechos humanos y democracia y hasta el punto que podamos tener un buen debate sobre eso, una buena conversación para poder avanzar en realidad. Pienso, entonces, que eso nos va a permitir el florecer pleno de nuestra relación y que sea posible y si no llegara a pasar, va a ser básicamente un elemento irritante muy fuerte, si no podemos concretar, y eso no es solamente para Estados Unidos y Cuba, como ustedes bien saben, tengo conversaciones cuando vamos a reuniones bilaterales con aliados, con quienes tenemos nexos muy estrechos, así como otros países donde no somos tan cercanos; pero me parece que esto es algo que en realidad es importante.
Yo me he reunido con personas que han sido sujetos de tensiones arbitrarias, y yo tengo que hablar sobre eso, porque me hablan directamente, y yo sé lo que significa eso para ellos.
Discúlpeme.
Raúl Castro.- ¿Ya? (Risas.)
Estaba preguntando si se dirigió a mí, porque las primeras palabras no las entendí, me pareció oír que habló de presos políticos.
Periodista.- La segunda pregunta era para usted.
Raúl Castro.- ¿A quién a él o a mí?
Periodista.- Para usted, señor Presidente Castro.
Raúl Castro.- ¿Qué dijo de los presos políticos? ¿Qué pregunta concreta hizo de los presos políticos?
¿Si hay presos políticos? ¿Preguntó si hay presos políticos?
Periodista.- ¿Si su país tiene prisioneros políticos cubanos y por qué no los suelta?
Raúl Castro.- Está bien, es la única que te voy a permitir. Dame la lista ahora mismo de los presos políticos para soltarlos. Menciónala ahora. ¿Qué preso político, dime el nombre, o los nombres?, o cuando concluya la reunión me da una lista con los presos, y si hay esos presos políticos, antes de que llegue la noche van a estar sueltos. Ya. Otra pregunta.
Periodista.- Donald Trump o Hillary Clinton, …, Castro.
Raúl Castro.- Yo todavía no puedo votar en Estados Unidos (Risas).
Moderador.- Una pregunta al Presidente Raúl, Boris.
Boris Fuentes (Televisión Cubana).- Presidente Raúl Castro, usted ha dicho en reiteradas ocasiones y hoy lo ha repetido una vez más aquí: Debemos aprender a convivir civilizadamente con nuestras diferencias. ¿Podría usted ampliarnos ese concepto, en este momento histórico que está viviendo Cuba?
También, de paso, una pregunta pequeña para el Presidente Barack Obama. Presidente Obama, ¿podría el gobierno de Estados Unidos dar mayores pasos para eliminar el bloqueo de Estados Unidos durante su gobierno, y no tendría que vivir una generación más de cubanos bajo este bloqueo económico y financiero contra Cuba?
Raúl Castro.- Repite tu pregunta que no pude oír bien.
Boris Fuente.- Usted ha dicho en reiteradas ocasiones, hoy lo ha repetido otra vez: debemos aprender a convivir civilizadamente con nuestras diferencias.
Raúl Castro.- Bien, el propio Presidente Obama se ha estado refiriendo a eso. Hemos dado los primeros pasos, bastantes para ser los primeros, y debemos continuar dando esos pasos, y estoy seguro de que lograremos convivir pacíficamente en un ambiente de colaboración mutua, como ya lo estamos haciendo en algunos aspectos, en beneficio de ambos países, en beneficio de otros países, como ya lo hemos hecho, modestamente, en Haití, cuando el cólera, y en África, con el ébola, como él se refirió, y que ese es el futuro de la humanidad, si queremos salvar la especie, aunque el agua siga creciendo y la isla se reduzca.
Muchas preguntas para mí. Yo creo que las preguntas hay que hacérselas al Presidente Obama. Ahí está el regulador.
Barack Obama.- A nivel administrativo, ya hemos hecho varias modificaciones sobre el embargo y me referí a varias en mis palabras de apertura, y hemos sido bastante agresivos para poder tener la mayor flexibilidad, dado que la Ley de este embargo, no ha sido eliminada por el Congreso, quizás hay aspectos técnicos del embargo que se pueden ajustar, dependiendo de los problemas, a medida que los mismos van surgiendo. Por ejemplo, el asunto que tiene que ver con el dólar estadounidense, y la necesidad de hacer modificaciones sobre cómo se implementó el embargo, para poder alentar, en lugar de disuadir reformas que el gobierno cubano está dispuesto a efectuar, para facilitar mayor comercio es algo que surge del diálogo entre nuestras dos naciones, y hemos hecho los ajustes apropiados.
Por supuesto que tardará un tiempo para que los bancos comerciales entiendan las nuevas reglas; pero pensamos que esta es un área donde podemos mejorar las circunstancias presentes. Pero quiero ser honesto con ustedes: la lista de asuntos que podemos hacer en el nivel administrativo cada día es más corta, y el volumen de los cambios necesarios con respecto al embargo van a depender ahora de los cambios que vaya a hacer el Congreso. He hablado claramente sobre el interés de que eso se haga antes de que yo termine mi mandato.
Francamente el Congreso no ha sido tan productivo como yo he deseado durante años de elección presidencial. Pero el hecho de que tenemos una gran representación de congresistas demócratas y republicanos, demuestra que hay mayor interés en el Congreso para eliminar el embargo. Como dije anteriormente, la rapidez con que ello suceda, en parte va a depender de que podamos solventar ciertas diferencias sobre asuntos relacionados con derechos humanos, y por eso es tan importante el diálogo, porque envía la señal, por lo menos enseña que estamos participando los dos países en estos asuntos, estamos trabajando.
Le prometí al Presidente que iba a aceptar una pregunta más. Le doy la palabra a Andrea Mitchell de NBC.
Andrea Mitchell (NBC).- Gracias, señor Presidente.
¿Después de sus reuniones de hoy piensa usted que han avanzado suficiente para poder acelerar el ritmo y que el gobierno cubano pueda moverse con celeridad, de manera que los cambios que usted ha efectuado, estos ajustes técnicos para el embargo, sean permanentes y no puedan ser revertidos por el próximo Presidente?
¿Qué consejos le ha dado el presidente Castro sobre la capacidad de permitir que se levante el embargo? Porque nuevamente él dijo que esto es un asunto que está aquí, básicamente que está obstaculizando el progreso. Usted dijo que la conversación era de derechos humanos y que había sido honesta, que había sido franca, y que usted quiere seguir avanzando, pero cuando usted llegó hubo unos arrestos bastante dramáticos de las Damas de Blanco, en una manifestación pacífica, ¿cuál es la señal que se envía? ¿Se puede tener una coexistencia civilizada y al mismo tiempo tenemos estos desacuerdos tan profundos sobre las propias definiciones de lo que significan los derechos humanos?
Y ahora para el presidente Castro.
Para muchos de nosotros es increíble escucharle hablar sobre todos estos temas. ¿Nos podría decir, Presidente, lo que usted ve en el futuro? Le quedan nueve meses de gobierno al presidente Obama, y usted dice que se retirará en 2018, ¿cuál es el futuro de nuestras naciones, dadas las distintas definiciones y las distintas interpretaciones en asuntos como democracia y derechos humanos?
Barak Obama.- Andrea, el embargo concluirá, ¿cuándo?, no estoy totalmente seguro, pero pienso que concluirá, y el camino que estamos recorriendo seguirá después de que yo termine mi gobierno, la razón es lógica; la razón es que lo que hicimos por medio siglo, no fue bueno ni para nuestros intereses ni para el pueblo cubano. Y cuando hablamos sobre normalización de relaciones, si seguimos haciendo algo y lo repetimos y lo repetimos por medio siglo y no funciona, quizás sería lógico y tendría sentido probar algo nuevo, y eso es lo que hemos hecho.
Y el hecho de que hay un apoyo con fuerzas, no solamente dentro del Congreso y no solamente en el pueblo estadounidense, sino también en los cubanos, ello nos indica que este es un proceso que debe y tiene que seguir. Habiendo dicho eso, levantar el embargo requiere los votos de una mayoría en el Congreso y quizás más de una mayoría en el Senado.
Como le indiqué al presidente Castro, hay dos cosas que pienso serán de utilidad para poder acelerar este ritmo, que pueda hacer concluir este embargo: En primer lugar, siempre que podamos aprovechar los cambios existentes que ya hemos logrado y vemos que hay progreso, ello va a permitir entonces validar este cambio en políticas. Les doy un ejemplo: Hemos dicho, por ejemplo, que ya no tenemos una restricción para que las empresas estadounidenses puedan básicamente invertir para ayudar a desarrollar Internet y hacer todo lo que es infraestructura de banda ancha en Cuba, ya no está en contra de la legislación de Estados Unidos, como ha sido interpretado por mi gobierno. Si siguen ocurriendo ese tipo de tratos comerciales y los cubanos se benefician con mayor acceso a Internet, y cuando vaya esta tarde a la reunión de los emprendedores, entiendo que vamos a conocer cubanos jóvenes que ya están aprendiendo a utilizar Internet y empezar a hacer empresas y eso desarrolla un grupo de personas que van a abogar para que se elimine el embargo.
También estamos viendo el trabajo que realizamos en la agricultura. Y uno empieza a ver más agricultores estadounidenses interactuando con sus homólogos cubanos, y también más exportaciones e importaciones, y eso en realidad va generando más… y aumenta la posibilidad de concluir con el embargo. Entonces tenemos que aprovechar lo que hemos hecho y esperamos que eso pueda ayudar.
También tenemos que hablar sobre derechos humanos, puesto que hay una inquietud dentro de Cuba. Ahora, tengan presente que tengo muchísimos desacuerdos con los chinos con respecto a derechos humanos. Viajaré a Viet Nam más tarde en el año y tengo también francos y profundos desacuerdos con ellos.
Cuando nosotros visitamos Birmania cuestionaron nuestro viaje a ese lugar, debido a las violaciones de vieja data de derechos humanos, según nuestra opinión, y mi enfoque ha sido que si participo de manera franca, declarando nuestros valores con firmeza y con la claridad meridiana de que no podemos imponerle cambio a ningún país, porque tiene que venir de adentro, esa va a ser una estrategia mucho más útil que los desacuerdos rígidos del último medio siglo.
En realidad lo que quiero decir es que tengo fe en el pueblo, pienso que si uno conoce a los cubanos aquí y los cubanos conocen a los americanos allá y se reúnen, interactúan haciendo negocios juntos, yendo a las escuelas juntos, aprendiendo los unos de los otros, reconocerán que los seres humanos somos seres humanos. Entonces en ese contexto pienso que el cambio ocurrirá.
Me parece que Andrea tenía una pregunta para usted, señor Presidente, sobre su visión.
El Presidente dijo que solamente iba a responder una pregunta, mientras que yo iba a responder dos. Pero, señor Presidente, lo dejo a usted si quiere contestar esa pregunta.
Andrea es una de nuestras periodistas más distinguidas, y yo estoy seguro de que apreciaría un breve comentario de usted, señor Presidente.
Raúl Castro.- Andrea, cómo no.
El otro día le hizo una pregunta al Canciller nuestro, Andrea. Le están preguntando a usted, pero tenemos que concluir, hay un programa. Yo sé que si me quedo aquí hacen 500 preguntas, y yo dije que iba a contestar una, voy a contestar una y media.
Ya el Presidente Obama me ayudó con la respuesta.
¿Andrea es usted? Bien, Andrea, yo leí algo aquí de lo que pienso de los derechos humanos; pero ahora soy yo el que le voy a hacer una pregunta a usted.
En las instituciones ya reconocido hay 61 instrumentos internacionales, etcétera, ¿cuántos países, Andrea, del mundo cumplen los 61 derechos humanos y civiles esos señalados ahí, en su conjunto? ¿Qué país los cumple todos, lo sabe usted? Yo sí. Ninguno. Ninguno, unos cumplen unos, otros cumplen otros, y entre esos, estamos nosotros. De esos mencionados, 61 son, Cuba cumple 47, habrá otros que cumplan más, y muchos que cumplen menos. No se puede politizar el tema de los derechos humanos, eso no es correcto. Si se persigue con esos fines, vamos a seguir con los mismos.
Por ejemplo, para Cuba, que no los cumple todos, el derecho a la salud. Usted quiere algo, un derecho más sagrado que el derecho a la salud, que no se mueran millones y millones de niños por falta de una simple vacuna, por cualquier medicina.
Por ejemplo, ¿usted está de acuerdo con el derecho a la enseñanza gratuita para todos los nacidos en cualquier país? Creo que hay muchos países que no consideran eso un derecho humano, en Cuba, empezando que todos los niños nacen en hospitales y ese mismo primer día son inscritos, porque cuando las madres están en un estado avanzado de su embarazo se le conduce a los hospitales muchos días antes, o en algunas casas o locales adjuntos, muchos días antes del parto, para que todos nazcan en hospitales, no importa en qué elevada montaña viva, ni sus condiciones económicas.
Tenemos también otros muchos derechos: derecho a la salud, derecho a la enseñanza. Usted considera, por ejemplo, y es el último ejemplo que le voy a exponer.
¿Usted cree que por un trabajo igual un hombre gane más que una mujer, solo por ser mujer? Bueno, pues en Cuba la mujer gana igual que el hombre si hace igual trabajo. Le puedo enumerar decenas y cientos. Es decir que no se puede estar utilizando ese argumento, pienso yo, en la confrontación política, porque no es justo, no es correcto. No quiero decir que no es honesto, eso forma parte de las confrontaciones. Vamos a trabajar para que todos podamos cumplir todos los derechos humanos, eso es así.
Igual que hablar de presos —voy a terminar, porque fue un compromiso de terminar puntual. No es correcto preguntarnos por presos políticos, díganme el nombre del preso político, y ya.
Moderador.- Hemos concluido.
Muchas gracias a todos por la participación.