Utilizando frases en español, como Sí se puede, con la que concluyó su discurso al pueblo cubano, el Presidente estadounidense Barack Obama, agradeció a su homólogo Raúl Castro, presente en el Gran Teatro Alicia Alonso, al gobierno y a Cubatoda, la calurosa bienvenida y acogedora estancia en La Habana.
Fue un discurso amigable, esperanzador y cortés, dijo un periodista norteamericano en la sala de prensa del Salón de Embajadores del Hotel Trip Habana Libre Meliá, al concluir la trasmisión en vivo por la televisión cubana, del encuentro del mandatario estadounidense con la sociedad civil cubana.
Citando los conocidos versos del Héroe Nacional José Martí: cultivo una rosa blanca, Obama manifestó le ofrezco al pueblo cubano “un saludo de paz” (en español).
Se remontó entonces a la historia de más de medio siglo de distancia, no sólo geográfica, entre los dos pueblos; su nacimiento en 1961 cuando ocurrió la invasión y derrota norteamericana por Bahía de Cochinos, y a la alarma de una guerra nuclear un año después (Crisis de Octubre), pero dijo que el mundo siguió avanzando y persistía el conflicto entre Cuba y Estados Unidos.
En sus palabras, Obama insistió una y otra vez en las diferencias que nos marcan, muchas de las cuales persistirán, pero aseguró que es mejor centrarse y comprometerse en los puntos en común, y citó ejemplos como que José Martí escribió desde New York y Ernest Hemingway lo hizo desde Cuba, que compartimos el beisbol como deporte nacional, ambos pueblos hemos bailado los mismos ritmos y también tenemos fe en la Virgen de la Caridad del Cobre.
Hizo un paralelismo entre las principales diferencias entre los gobiernos cubano y estadounidense, pero afirmó que el 17D, Raúl y él anunciaron el inicio de un proceso de reanudación de relaciones y se han estado dando importantes pasos de avance, en salud, agricultura, fuerzas del orden, viajes directos, servicio de correo y mayores relaciones comerciales.
¿Por qué ahora? Preguntan muchos. Es que la política diseñada en la guerra fría no ha funcionado y el “embargo” (por evitar decir el bloqueo), daña a los cubanos y también a los norteamericanos, expresó. No tengo miedo al cambio, sustentó.
Elogió la capacidad y el talento de los cubanos, de cuya inteligencia tiene muestras en Miami y aquí también la ha palpado, y dijo en español a manera de reconocimiento “el cubano las inventa en el aire”.
Solicité al Congreso que levante el “embargo” es una carga obsoleta sobre el pueblo cubano y sobre los Estados Unidos también. Es el momento de levantar el “embargo”, dijo y agregó, dependerá del pueblo cubano la prosperidad del futuro, -ahí, claro está- se refirió a que, además de la educación, la salud y otros condicionantes que los cubanos tienen garantizados, necesitarán “el intercambio libre de ideas”.
Reiteró que Estados Unidos ni tiene intención ni capacidad de imponer cambios en Cuba y habló de derechos humanos y democracia, según los criterios de su país.
En casi todo su discurso apeló a los jóvenes cubanos como protagonistas del cambio generacional, y elogió el papel de Cuba en el continente y el mundo, por lo que sugirió emprender como “socios” la cooperación en causas como la lucha contra las enfermedades y la conquista de la paz.
“Todos somos americanos”, fue otra expresión en español, usada por Obama al anunciar la nueva era con sentido de igualdad.
Clamó por el sentimiento de familia y no como asunto político, la importancia de establecer relaciones entre los cubanos de aquí y de allá, y aseguró que los hijos y los nietos de los emigrados cubanos en Estados Unidos y los de la Revolución, son fundamentales para el futuro.
Entender, oir, perdonar, fueron palabras utilizadas por el mandatario estadounidense al llamar a “olvidarnos del pasado y mirar hacia el futuro”.
