En el último segmento de la sesión del jueves, las relatoras de las tres comisiones de trabajo del XI Congreso de la UPEC resumieron sus reuniones, como paso previo a la discusión conjunta de los criterios allí vertidos y del informe central, que esta vez fue presentado con un trabajo audiovisual de 20 minutos sobre la labor del ejecutivo saliente en el último quinquenio.
Roxana del Sol, presidenta de la UPEC en Villa Clara; Taimí Fernández Pérez, en Guantánamo y Odalis Acosta Góngora, en Artemisa, presentaron al plenario las ideas, inconformidades y sugerencias principales abordadas en las comisiones por los 270 delegados de todo el país presentes en el Palacio de Convenciones.
La discusión contó con la participación de Rogelio Polanco Fuentes, miembro del Comité Central del Partido y jefe de su departamento ideológico; Alfonso Noya Martínez, presidente del Instituto de Información y Comunicación Social, y Tubal Páez Hernández, Presidente de Honor de la UPEC, junto con toda la estructura directiva de la organización.
Ricardo Ronquillo Bello moderó el debate de los delegados, iniciado por Frank Agüero, de Prensa Latina, quien recordó los tiempos en que Fidel iba a la universidad a discutir abiertamente con los estudiantes, diálogos que parieron muchas ideas revolucionarias.
En los años del período especial (señaló Frank), muchos estudiantes de la Universidad de La Habana no entendían muchas cosas y Fidel debatió horas y horas con ellos, en el Palacio de la Revolución, y convenció a la mayoría de ellos. ¿Qué puede impedir, que pueden temer los dirigentes actuales a dialogar con los jóvenes? La democracia no se afecta cuando todo se discute honestamente y la UPEC puede ser una instancia propiciatoria de esos diálogos, sobre todo con estudiantes de ciencias sociales como comunicación y periodismo.
Al respecto, Ronquillo criticó malas prácticas que persisten de (no) recibir y (no) enamorar a los egresados que llegan a los medios. Es cuando falla la estructura de dirección y fallan los profesionales.
Freddy Moros, del grupo asesor de la UPEC nacional comentó las opiniones críticas de la sociedad sobre el periodismo que hacemos: lentitud, respuestas tardías, marcha a la saga de las noticias… a su juicio, la UPEC debe insistir (también ante las instituciones políticas) en que los responsables ofrezcan las informaciones oportunamente, con la agilidad requerida. Esas fallas han ahuyentado del sector a muchos jóvenes porque no lo sienten como la aventura diaria que debe ser.
Moros considera que hay bulos de redes sociales que, por sus implicaciones sociales, merecen una respuesta ágil de los medios. El periodismo ágil y eficiente nos da prestigio.
En ese punto, José Alejandro Rodríguez, de Juventud Rebelde, confesó que le parecía repetir congresos pasados, lo que revela que no hemos avanzado lo que se necesita, justo en el momento más complejo del país. Dijo sentirse preocupado por los destinos de la Revolución y del… periodismo. Estamos cercados por una guerra mediática que no viene de afuera: está aquí, entre nosotros, desafiándonos.
La gente, dijo José Alejandro, está preocupada por su destino y hay una cuota menor de esperanza. Le preocupa que gente con talento abandone la prensa. En cambio, considera que, lejos de replegarnos, debemos tomar la ofensiva y cuidar la mirada periodística a los contrapesos en la sociedad cubana. Lo peor es que los jóvenes se decepcionen de la carrera precozmente.
A juicio de José Alejandro, debemos cambiar la filosofía de nuestras noticias y pasar de las reuniones de los dirigentes. Debemos, dijo, entregar el batón a los jóvenes, pero ¿estamos preparados para recibirlos? Como otras veces, llamó a los colegas a auscultar la Cuba profunda.
Ricardo Ronquillo comentó que a veces resurge la idea de que la prensa les traslada a otros actores tareas que le son propias (decidir o vetar publicaciones, por ejemplo), pero destacó que la mentalidad tiene que empezar a cambiar por nosotros, como ha pasado en medios de avanzada.
Al respecto Ayose Naranjo, director del periódico Girón, dijo que su colectivo intenta hacer soñar a sus públicos. Habló de la baja remuneración que ha marcado al sector por décadas y dijo que el propio presidente del país ha marcado el camino de qué modelo, también de prensa, necesitamos. A su juicio, la prensa necesita asumirse como un mecanismo de construcción de consensos.
Ayose reveló que le preocupa, como director y líder, satisfacer, en cualquier formato, las necesidades de los jóvenes colegas que llegan a la redacción, a quienes les brinda un proyecto de realización profesional.
A seguidas, Víctor Hugo Leyva, presidente de la UPEC en Santiago de Cuba, afirmó que no acabamos de aprender, lo que sustentó con ideas de Julio García Luis, quien refirió hace muchos años actitudes de cansancio y pérdida de esperanza. Agregó, por ejemplo, que la cultura comunicacional no se va a resolver solamente con la Ley y que el periodista no puede verse como «el enemigo».
El colega santiaguero defendió el programa del colegio universitario para jóvenes de preuniversitario interesados en la carrera, pero consideró que debe perfeccionarse, especialmente en la consideración de las demandas de ingreso para los medios de provincias y municipios. De igual modo, abogó por mayor reconocimiento del gremio a profesores que han formado a varias generaciones de reporteros de todo el país.
Arleen Rodríguez Derivet dijo que, cuando se graduó, el corazón de los medios eran las redacciones. A continuación, criticó el trasvase del lenguaje burocrático al periodismo y destacó la importancia de la lectura. Se preguntó dónde está la crítica artística en nuestro periodismo y quién critica espacios de radio y televisión. Volvió a su inicio y dijo que en el periodismo lo que nos falta son redacciones: ¡tenemos que salvar las redacciones!
También refirió cuántos compañeros brillantes se fueron del país tras el «traje de oro» para hablar mal de su país y remarcó que ella se queda con los que permanecen. En contraste mencionó ejemplos brillantes como el magisterio de Juan Antonio Borrego y su equipo de dirección en el periódico Escambray.
Eudis Cabrera, de la emisora santiaguera de Segundo Frente, reveló que, además de hablar de modelos de periodismo, hay que accionar sobre los medios que permitirían hacerlos tangibles. Los campesinos no cuentan con radiorreceptores y la obsolescencia de los trasmisores no permiten ver la televisión a una mayoría, ¿qué pasa con el mensaje? El esfuerzo del periodista en muy agrestes condiciones a veces no garantiza la comunicación.
El estudiante de periodismo holguinero Jorge Fernández comentó sobre el enamoramiento del sector al relevo generacional. Dijo que la contratación laboral a estudiantes (que él mismo ha recibido) es una herramienta eficaz para atraer estudiantes, que pueden así aplicar conocimientos recibidos en la academia. Jorge convocó a incentivar proyectos de vida de los jóvenes en los municipios.
La colega Sahily Tabares comentó la crisis que, a su juicio, hay en torno a la fotografía, la visualidad y las imágenes que construimos en Cuba y presentamos al mundo y propuso que, además de los cursos del Instituto Internacional de Periodismo, se sumen a una comisión sobre el tema, para lo cual serían muy útiles las alianzas entre la UPEC, el Instituto de información y Comunicación Social y la UNEAC.
Pedro Rioseco, del grupo asesor de la UPEC, insistió en que la prensa necesita recobrar credibilidad, lo cual conseguirá reflejando más los problemas de la realidad cubana. El rol de la prensa en la crítica revolucionaria es, en su opinión, esencial en esa aspiración. Él aprecia mucha indolencia en el aparato del poder Popular y eso es, dijo, un aliado de la contrarrevolución en Cuba.
Además, afirmó que, como prensa y como país, debemos enfrentar mejor la corrupción, no como juego a la contrarrevolución que nos ataca, sino como reflejo de las medidas que toma el Gobierno cubano para combatirla.
La colega espirituana Elsa Ramos lamentó que, pese a lo que se dice a veces, hoy no tengamos una Ley de Comunicación, porque aún no ha aparecido en La Gaceta Oficial. Ha sido más difícil aprobarla que el Código de las familias y hasta que la Constitución de la República.
Otro apunte de Elsa fue sobre la credibilidad: si la prensa no es creíble, dijo, la Revolución no lo será. No somos capaces de desnudarnos para hacernos creíbles ante la gente. Exponemos pocos casos, a menudo robos y desvíos de gastronomía, pero no se reflejan otros de mayor calado. Remarcó que falta información de organismos en temas muy sensibles como el pan y la canasta básica (desaparecida). ¿Estamos haciendo uso de la herramienta de emplazar a las fuentes en los medios?, dijo en pregunta retórica.
La destacada colega espirituana añadió que los cubanos que padecen vicisitudes y emplazan en redes a la prensa y hasta a la Revolución no son enemigos, sino personas que padecen y apelan a esa vía. Además, afirmó que no estamos diciendo toda la verdad desde el Gobierno ni desde los medios de comunicación y matizó que, cuando se le dice la verdad, el pueblo cubano siempre ha dado muestras de que entiende.
La colega Yirmara Torres, de la emisora radio Varadero, señaló que hay gente, de varias generaciones, cansada en el gremio y compartió ideas sobre el abandono de los jóvenes del sector. Dijo que la culpa de esa marcha a veces es nuestra, que a menudo no los valoramos: «la respuesta está en las redacciones», dijo. Se preguntó cómo es posible que ocurran esos abandonos y no haya acompañamiento de la UPEC y del Partido.
Rogelio Polanco Fuentes, jefe del departamento ideológico del Comité Central del Partido, dijo que tenemos que lograr debatir los temas necesarios en este momento, sobre la prensa y la Revolución. No caben el derrotismo ni el triunfalismo, pero estamos aquí por un triunfo de los periodistas y la Revolución, porque el enemigo ha apostado porque no haya prensa, Revolución ni nación cubana.
Su objetivo es quebrar la voluntad humana de los cubanos. El hecho de que debatamos que sí es posible de hacer cosas diferentes. Lo que ustedes hacen demuestra de lo que están hechos la prensa y el pueblo revolucionarios, afirmó el jefe del departamento ideológico del Comité Central del Partido.
El dirigente remarcó que la voluntad de la dirección revolucionaria es que tenemos que resolver los problemas de la prensa, los periodistas y la comunicación. Los vamos a resolver con lucha constante de todos nosotros, para lo cual la prensa cuenta con el apoyo del Partido a todos los niveles. «Donde no se esté haciendo así, no se cumple con la política de la Revolución», señaló.
Aun tenemos fallas en las maneras de presentar y discutir temas como el bloqueo de Estados Unidos, señaló Polanco antes de referir el contraste de ese déficit comunicacional con la cultura política de nuestro pueblo.
Polanco reconoció que hayamos logrado el consenso nacional para tener próximamente una Ley de Comunicación que era un anhelo de los periodistas. «Lo que estamos haciendo son cambios trascendentes, no para n momento, sino para lograr transformaciones culturales de la sociedad cubana», dijo.
Con el Instituto de Información y Comunicación Social, dijo, queremos una estructura de Gobierno para conducir la política de comunicación social del país, a todos los niveles. No son mediadores ni comunicadores, sino garantes de que se cumpla la letra y el espíritu de la Ley de Comunicación.
Sobre el experimento de modelos de gestión, Polanco Fuentes dijo que se conjugaron propuestas, política y regulaciones que había que hacer. Explicó que se irá extendiendo, con las bases jurídicas, pero serán apoyados además los líderes que ayuden a llevar adelante esos procesos. No hay otra manera de lograr el anhelo de transformación de nuestra prensa, señaló.
«¡La palabra rendición está negada para la Revolución Cubana y para los periodistas cubanos, como se ha demostrado en este Congreso!», dijo Polanco.
Tras comentar que siempre ha visto a los periodistas como compañeros de viaje de la Revolución, Juana Carrasco dijo que siente este evento como un Congreso y una UPEC «venidos a menos» y se preguntó dónde están sus compañeros de viaje. «Estamos bien, pero queremos acompañamiento», señaló. A seguidas, Polanco le reiteró a Juana que los periodistas no están solos y reafirmó que el Partido les acompañará siempre.
Foto de portada: Roberto Garaicoa/Cubaperiodistas