Lograr que los lectores desarrollen un hábito con el medio de comunicación, similar al que en su momento generaron con las ediciones impresas, representa uno de los desafíos más grandes en un mundo donde constantemente se lucha por la atención del consumidor. Muchos periódicos naufragan cuando se trata de desarrollar estos hábitos.
El consultor James Clear, en 2020, abordó este dilema, el de la creación de hábitos, aunque desde una perspectiva general y no enfocada en el periodismo, con su libro Hábitos atómicos. Esta obra, que hasta la fecha sigue en las primeras posiciones de las listas de los libros de no ficción más vendidos en diversos países, ofrece varias ideas sobre la construcción de hábitos sólidos a través de leyes específicas.
Si bien está estructurado principalmente para que un individuo cree y fortalezca sus propios hábitos, las enseñanzas presentes pueden ser extrapoladas y adaptadas para guiar a los medios en su búsqueda de consolidación en la vida diaria de su audiencia. A continuación, se destacan algunas de estas lecciones aplicadas al contexto de los medios de comunicación:
- Pequeños hábitos, grandes transformaciones
En consonancia con Clear, el cambio significativo proviene de pequeñas acciones repetidas con constancia. La idea detrás de esta propuesta es sencilla pero poderosa: acciones diminutas, repetidas con regularidad, pueden desencadenar transformaciones masivas en el comportamiento de la audiencia. Para un medio, esto implica:
Interacción constante con la audiencia: responder a los comentarios es solo el comienzo. Fomentar discusiones, realizar encuestas semanales o chatear en vivo con los periodistas crea un diálogo continuo y fortalece la relación lector-medio.
Personalización del contenido: con la tecnología actual, los medios pueden curar contenidos basados en las preferencias del lector, lo que no solo aumenta el interés sino también la recurrencia de visitas.
- Rutinas y consistencia
La humanidad, por naturaleza, se siente cómoda con la rutina. Los medios pueden aprovechar esta inclinación natural estableciendo patrones de publicación y contenido que generen anticipación y hábito. La predictibilidad y la constancia, según Clear, son fundamentales en la formación de hábitos:
Consistencia en la publicación: los lectores deben saber cuándo esperar ciertos contenidos. Esto establece una rutina y un sentido de anticipación.
Recordatorios y notificaciones: es necesario dotarse de herramientas vitales para mantener al medio en la mente del lector, ya sea a través de notificaciones push o newsletters.
- Obvio, atractivo, fácil y satisfactorio
Clear establece cuatro principios fundamentales para inducir cambios en el comportamiento. Estos principios, cuando se adaptan al mundo periodístico, sirven como guía para incrementar la fidelidad del lector. Aplicadas al periodismo, las leyes de Clear se traducen en:
Hazlo obvio: los contenidos de calidad deben ser fácilmente accesibles. Esto se logra con un diseño web limpio y notificaciones efectivas.
Hazlo atractivo: el contenido debe atrapar al lector. Conocer a la audiencia es clave para presentar información relevante y cautivadora.
Hazlo fácil: una experiencia de usuario sin fricciones garantiza que los lectores regresen. Facilidades como guardar artículos o ajustar la fuente son esenciales.
Hazlo satisfactorio: recompensar la lealtad, ya sea con contenidos exclusivos, webinars o descuentos, gratifica y refuerza el hábito de lectura.
- Influencia del entorno
No solo se trata del contenido, sino también de cómo se presenta. Un diseño amigable y una experiencia de usuario fluida pueden ser determinantes en la preferencia de un lector. El diseño y la usabilidad de la plataforma son esenciales:
Diseño amigable: una navegación intuitiva y una estética agradable pueden ser el factor decisivo en la elección de un medio sobre otro.
Modalidades de suscripción: las opciones que ofrezcan ventajas exclusivas pueden ser el incentivo necesario para consolidar la lealtad del lector.
Comprender al lector para ayudar a crear hábito
El desafío para los medios de comunicación en la era digital radica también en comprender y moldear el comportamiento de sus lectores. James Clear ofrece en el citado libro propuestas que se centran en modificar los resultados, el proceso y la identidad. Aunque estas leyes también fueron inicialmente propuestas para el cambio personal, su aplicabilidad en el entorno periodístico es innegable.
Estos principios pueden ser adaptados al mundo de los medios de esta forma:
Cambiar resultados: se refiere a las metas tangibles que un medio podría establecer para sí mismo. Estos objetivos pueden variar desde aumentar el tráfico web, mejorar la retención de lectores, hasta incrementar la tasa de conversión de suscriptores. Para lograrlo, es esencial analizar y adaptar el contenido en función de las preferencias y feedback del público.
Cambiar el proceso: esta ley pone de manifiesto la necesidad de adaptación continua en un mundo digital en constante evolución. Podría implicar la adaptación de la estrategia de contenido, la incorporación de nuevas tecnologías, la reinvención de formatos o incluso la transformación del modelo de negocio. Un claro ejemplo es la transición que muchos medios han hecho hacia modelos de suscripción o la adaptación de formatos multimedia para llegar a audiencias más jóvenes.
Cambiar la identidad: la percepción que los lectores tienen de un medio es crucial. Si un medio quiere ser reconocido como la fuente principal de noticias confiables en un tema específico, debe trabajar en consolidar esa identidad en cada artículo, en cada interacción con el lector y en cada decisión editorial. Esto va más allá del contenido; se extiende a la ética periodística, la interacción con la comunidad y la coherencia en la misión y visión del medio.
La adopción de estas leyes finales en la estrategia de un medio puede ser un catalizador para reforzar la relación con su audiencia y garantizar una presencia sostenible en un paisaje mediático cada vez más saturado y competitivo.
(Tomado de Laboratorio de Periodismo).