Ese fue el denominador común que caracterizó la agenda colateral del también Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, en su estancia de casi una semana en esta ciudad, a la que viajó a propósito del segmento de Alto Nivel del 78 período ordinario de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas.
En la ONU, el primer mandatario cubano alzó la voz por su país y del Grupo de los 77 más China, integrado por 134 naciones, la mayoría de los Estados miembros de la Organización de Naciones Unidas, y en sus territorios residen 6 300 millones de personas, casi el 80 por ciento de la población mundial.
El dignatario estuvo en sitios de interés histórico, dialogó con representantes de la ciencia, la cultura, la salud pública, empresarios y emigrados cubanos, dio entrevistas a la revista estadounidense The Nation y la multiestatal Telesur; además, asistió a un encuentro solidario desbordado de energía, todo ello a la par de su participación en la ONU.
A 63 AÑOS DEL THERESA
De igual manera enalteció el legado del líder afroamericano Malcolm X al honrar su memoria en el Shabazz Center, ubicado en la popular barriada donde confluyen Harlem y Washington Heights, en Alto Manhattan.
Durante una tarde gris y lluviosa, que anuncia el cambio de temporada y donde ya era preciso utilizar abrigos ligeros, Díaz-Canel recibió todo el calor de representantes de una comunidad que 63 años atrás abrió los brazos al líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, en un encuentro con Malcolm X.
Por Fidel y por Cuba, Malcolm X desafió también a los poderes imperiales, apuntó el jefe de Estado, quien afirmó que la Revolución cubana no olvidará jamás su papel en la invitación que le hiciera para hospedarlo con su delegación en el hotel Theresa, en el corazón del barrio negro de Harlem, cuando se pretendió boicotear su presencia en Naciones Unidas, en 1960.
Expresó que aquel gesto generoso y fraternal culminó en el histórico encuentro de Malcolm X y Fidel el 19 de septiembre de ese año.
«Por esas y otras muchas razones que no hace falta decir, hemos venido a honrar a Malcolm X y, con él, rendir tributo a nuestros hermanos y hermanas afroamericanos, al pueblo de los Estados Unidos, a quienes luchan por la justicia, contra la explotación y la segregación. A todos los que creen, como Malcolm, que un mundo mejor es posible», subrayó Díaz-Canel.
Díaz-Canel depositó una ofrenda floral a Malcolm X y poco antes de retirarse presenció la develación de una tarja conmemorativa y fue hasta el lugar, en el mismo salón, donde un pequeño podio con flores blancas recuerda el lugar, en el cual asesinaron al líder afroamericano el 21 de febrero de 1965.
También siguiendo los pasos de la historia, no pasó por alto que el próximo mes de noviembre se cumplen 200 años de la llegada a Nueva York de «Félix Varela, sacerdote, maestro, escritor, filósofo, político, y sobre todo patriota cubano», como expresó Díaz-Canel.
Por eso fue hasta la Iglesia de la Transfiguración, en Nueva York, para rendir el merecido tributo al padre Varela, «el que nos enseñó primero en pensar», dijo José Martí, y quiso a Cuba tan isla en lo político como en la naturaleza y que debiera su independencia solo a sus hijos, como escribió en su cuenta en la red X, antes Twitter.
En el templo puso flores a ese precursor de la independencia cubana y allí conversó con monseñor Octavio Cisneros, obispo auxiliar emérito de Brooklyn.
TENDER PUENTES
En la sede de la Misión de Cuba en Nueva York, el presidente Díaz-Canel dialogó con representantes de diversas denominaciones religiosas de Estados Unidos.
A ellos les expresó el agradecimiento en nombre del pueblo cubano por las múltiples muestras de solidaridad, las iniciativas a favor del cambio de política hacia Cuba y el llamamiento al Gobierno de Estados Unidos a poner fin al bloqueo.
También habló con personas vinculadas al sector de la salud que escriben hermosas páginas de cooperación entre los dos países, pese al injusto e ilegal cerco unilateral de Washington.
De hecho, así se los hizo saber Díaz-Canel al darles la bienvenida: «Vernos con ustedes tiene una altísima satisfacción, pues representan a las instituciones que en medio del injusto bloqueo que se impone a Cuba, han mantenido los vínculos».
En su cuenta en X, el primer mandatario cubano comentó sobre su reunión con «empresarios estadounidenses, a quienes actualizamos sobre nuevas oportunidades de negocios en Cuba y transformaciones en nuestra economía», subrayó.
Igualmente compartió con un numeroso grupo de directivos, representantes, artistas y promotores culturales estadounidenses, con mención especial para el actor, activista y amigo de Cuba, Danny Glover.
«Nuestros pueblos se van a seguir comunicando; nuestros pueblos van a seguir compartiendo lo mejor que tienen de sus tradiciones, de sus esencias, de sus raíces, de sus historias, y también de sus culturas; y así nuestros pueblos van a ser más felices», enfatizó el Presidente cubano.
«Sigan pensando en proyectos, sigan proponiendo proyectos, sigan trabajando con nuestras instituciones; y además cuídense mucho porque sabemos que hacer eso aquí, en Estados Unidos, es también un gesto de valentía», advirtió.
CUBA Y SUS EMIGRADOS
Cuba conduce sus pasos hacia una relación cada vez más natural, cercana y constructiva con aquellos que por razones diversas decidieron radicarse en otros países, como Estados Unidos.
Así lo demostró otro emotivo encuentro, esta vez con más de un centenar de emigrados a quienes transmitió el «mensaje es de unidad, de patriotismo y de apertura a todo el que desee contribuir».
Minutos antes del comienzo del encuentro, Díaz-Canel sorprendió con su presencia a un grupo de representantes de organizaciones y movimientos sociales que expresaban su solidaridad con Cuba frente a la sede de la misión caribeña, ubicada en la avenida Lexington y la calle 38, en Nueva York.
Hasta ellos se dirigió en medio de los vítores y vivas a Cuba y reclamos de ¡Abajo el bloqueo!, para llamarlos «hermanos» y decirle con sencillez: «Muchas gracias por la solidaridad, muchas gracias por el apoyo, y muchas gracias por estar aquí con nosotros».
Similares palabras repitió en un atestado auditorio en la sede de la Sociedad para Cultura Ética de Nueva York que lo acogió junto al canciller de Venezuela, Yván Gil, en el evento Voces de dignidad.
En un recinto desbordado de buenas energías, Díaz-Canel recordó la impronta de los líderes Fidel Castro y Hugo Chávez, así como la historia de respaldo de las voces dignas del pueblo norteamericano que durante estos años han mantenido el indeclinable reclamo por el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba.
Al preguntar Prensa Latina a Manolo de los Santos, uno de los artífices de este momento, sobre su opinión acerca de la visita del Presidente cubano dijo que resultó «una jornada exitosa».
«Díaz-Canel, nuestro compañero, nuestro camarada —dijo—, ha llegado al corazón de nuestros jóvenes, del pueblo norteamericano, y ha abierto una nueva conciencia de que tenemos que luchar junto a Cuba por el mundo que queremos».
La autora es Corresponsal jefe de Prensa Latina en Estados Unidos
Tomado de PL
