«App total», así cataloga la publicación La Voz de Galicia a WeChat, una plataforma china parecida a WhatsApp pero en la cual se centralizan muchas de las actividades que el ciudadano necesita en su día a día. Según la fuente, sus bondades no tienen parangón con las de ninguna aplicación móvil «occidental».
«WeChat es WhatsApp, Facebook, Twitter, Instagram, Telegram, Uber, JustEat, Bizum y Tinder, todo en uno», afirma.
Usándola se puede pagar en comercios, manejar las inversiones, gestionar las cuentas bancarias y hasta pedir comida a domicilio, un taxi o reservar habitación en un hotel o mesa en un restaurante e, incluso, pagar facturas o tramitar un divorcio.
Tanto es su uso y tantas sus ventajas al proveer de «comodidad virtual» «difícil de imaginar aquí» (dice el periodista en alusión a España), que sin ese programa móvil es prácticamente imposible «sobrevivir» en China, asegura, aunque para ello la plataforma deba recopilar muchos datos de los usuarios.
No solo los pagos, que constituyeron su «primera revolución», dice, y es útil lo mismo para abonar en una tienda que para comprar a un vendedor ambulante en una montaña remota.
«El comerciante muestra un código QR y nosotros lo escaneamos desde nuestra cuenta de WeChat, introducimos la cantidad y autorizamos el pago; le mostramos la prueba al comerciante, y la operación queda hecha. Igual sucede en las compras online. No hace falta meter tarjetas ni recordar la caducidad, el código de seguridad o el número PIN. Escaneamos el código QR correspondiente que se muestra al final de la compra y, tras la autorización en nuestro móvil, ya sea con nuestra contraseña numérica o con la huella digital, la transacción queda hecha en cuestión de segundos.
«En los supermercados es aún más fácil. Con el mismo lector de códigos de barras con los que se escanean los productos, la persona que está en la caja nos pregunta si vamos a usar Weixin (así es el nombre en chino de la app, que significa micro-mensaje) y solo tenemos que mostrarle nuestro código QR de pago para que descuente de nuestro saldo el montante total de la compra.
«Tanto es el uso de WeChat para las compras que, en China, han pasado prácticamente de forma directa desde el uso del efectivo al pago por móvil, sin conocer apenas la utilización de las tarjetas de crédito, que ha sido residual como método de pago entre la mayoría de los ciudadanos. Su única competencia en China es AliPay, la plataforma de pago de su gran rival, Alibaba, matriz de la famosa tienda global AliExpress», narra.
Mediante WeChat se pueden realizar transferencias de dinero, sin ningún costo y de manera inmediata. La plataforma también se vincula directamente a la cuenta bancaria del usuario o sus tarjetas de crédito, que se pueden gestionar, además, a través de la propia aplicación. Se calcula que hay más de 200 millones de tarjetas de crédito vinculadas con la plataforma.
Y hasta al conocer a una nueva persona «se abre la app de WeChat y uno se lanza a mostrar el código QR para que el otro lo escanee, y así pasa a formar parte de nuestros contactos en la red social por excelencia del gigante asiático», explica.
Como otras redes sociales, la aplicación permite conversar o enviar una fotografía, un archivo o un vídeo.
Otra de sus ventajas está en el ámbito de los negocios pues hace posible que las empresas interactúen de modo más directo con sus clientes.
Todo lo que cualquier ciudadano o consumidor necesita en su día a día, desde trámites gubernamentales a servicios de empresas privadas se pude realizar mediante la plataforma, agrega La Voz de Galicia: controlar las inversiones financieras, gestionar las pólizas de seguros, pedir asistencia legal, llamar un taxi o un chófer privado, recargar la tarjeta del móvil, operar en las cuentas bancarias, reservar billetes de tren, avión o habitaciones de hotel, pedir comida a domicilio y reservar mesa en un restaurante, entre muchas otras cosas más. «Porque las posibilidades son ilimitadas».
Según la publicación, eso es lo que «Elon Musk quiere degustar con la transformación de Twitter hacia la nueva app total: X».
Con información de La Voz de Galicia
Foto de portada: Tomada de Reuters
