Estoy entre quienes han tenido el privilegio de haber conocido a sus cuatro abuelos y de disfrutarlos a todos hasta la edad adulta. Mi abuela Dora —la que más vivió—, fue bisabuela tres veces y, además de contribuir al cuidado de sus tres nietos, apoyó el de las dos bisnietas mayores durante alrededor de una década. Mi madre, que también lo hizo, ya ha tenido en sus brazos a su primera bisnieta.
Pero, ¿qué significa esta dicha individual cuando se habla del envejecimiento humano? Este ángulo del asunto puede apreciarse mejor a través de la llamada hipótesis de la abuela, formulada por los antropólogos estadounidenses James O’ Connell y Kristen Hawkes, quienes “subrayaron el beneficio de que en nuestra especie se produjera el cese relativamente temprano de la fertilidad de las mujeres”.
Así, la menopausia —dicen los investigadores— no tiene que interpretarse necesariamente como “un signo de senescencia o deterioro sino como una estrategia adaptativa” de Homo sapiens.
De acuerdo con la científica española María Martinón-Torres, en su libro Homo imperfectus, ese cese temprano de la fertilidad femenina es una ventaja evolutiva que ha contribuido a la sobrevivencia de los más pequeños de la familia.
La autora basa sus argumentos en el de los citados investigadores estadounidenses y ahonda en cómo, en vez de seguir teniendo más hijos, las abuelas, en toda la historia de la humanidad, han dedicado sus esfuerzos a asegurar la trasmisión de genes a través de sus descendientes, como participante activa en la alimentación, cuidado y educación de estos.
“Esa contribución fundamental de las abuelas, hoy también extendida a los abuelos, es una de las marcas de identidad de Homo sapiens, dentro del linaje de los homínidos”, subraya Martinón-Torres.
“Nuestros mayores son piezas fundamentales en el cuidado, educación y madurez, también afectiva, de nuestros hijos. Habría que valorar, a veces, quién depende de quién.
“Son, además, depositarios vivos de conocimiento esencial para la supervivencia. Son la memoria viva de generaciones que no necesitamos empezar de cero y aprender todo de nuevo, cada vez, porque hallamos en ellos el tesoro de la experiencia. Aumentar el tiempo de solapamiento entre generaciones ha sido el catalizador de una riqueza cultural extraordinaria en el mundo animal.
“A la luz de la biología, parece que una ‘tercera edad’ prolongada es el resultado de una estrategia exitosa favorecida por la selección natural”.
Cuba: envejecimiento del envejecimiento.
En Cuba, más de dos millones de personas superan los 60 años. Si se tiene en cuenta esta cifra, pudiera pensarse que es alto el potencial de abuelos y abuelas. Pero no hay datos publicados al respecto.
Al finalizar 2022, el estimado de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), revela que la isla muestra un 22.3 por ciento de envejecimiento poblacional, que no es lo mismo que envejecimiento individual.
La génesis de este acelerado proceso demográfico, radica esencialmente en el incremento de la esperanza de vida (78,4 años general: 80 para las mujeres y 76,5 para los hombres); en la disminución de la mortalidad infantil y de otros grupos etarios, fundamentada en programas de salud; en la marcada reducción de la fecundidad y en un saldo migratorio negativo.
Sobre el tema, la doctora Liliams Rodríguez Rivera, directora del Cited, institución dedicada a la asistencia médica en la tercera edad, dijo a la revista Avances Médicos de Cuba que, en el país, “hay un envejecimiento del envejecimiento.
Esto significa que “el grupo poblacional que más envejece es el de 80 años y más, lo cual es importante tener en cuenta para el diseño de políticas públicas y de salud, a lo que se une la feminización de la vejez”.
Sí —afirma—, las mujeres viven más que los hombres. “Pero muchas veces con peor salud que ellos por la doble carga laboral, por ser las cuidadoras por excelencia de niños, adultos, enfermos o dependientes de la familia, lo que hace que tengan menos salud acumulada en edades avanzadas”.
En ese sentido, la especialista de primer grado en Medicina General Integral y en Gerontología y Geriatría advierte que hay poca ventaja para prepararnos porque ya somos un país envejecido, desde el punto de vista poblacional y también individual.
Si paralelizamos envejecimiento con abuelidad, en el ámbito legal el recién aprobado Código de las Familias en Cuba ha reconocido los roles de los abuelos. El documento, además de otorgarles derechos, subraya la importancia de estos dentro del grupo familiar, esa función protagónica que en definitivas han tenido en la supervivencia de la especie.
No es esta la única norma legal en el mundo que ampara los derechos de los abuelos, como también en todo el planeta la población envejece a un ritmo sin precedentes, e igual se acelerará. Datos de la Organización de Naciones Unidas prevén que para 2050 el número de adultos mayores duplicará al de niños menores de cinco años ¿Significará que habrá más abuelos que nietos? (Tomada de Cuba en Resumen).
Imagen de portada: Tomada de Xataka.