“Ustedes tienen una tarea preciosa: son los zapadores que abren el camino a una nueva cultura de la comunicación en el socialismo; son pioneros, en ese ámbito, en la historia de Cuba”, dijo Ricardo Ronquillo, presidente nacional de la UPEC, a los directores provinciales de Información y Comunicación Social, reunidos en La Habana en un curso de preparación para esa tarea, inédita como el Instituto que los cobija.
Al término, este viernes, del primer entrenamiento intensivo en la Escuela Ramal del Instituto de Información y Comunicación Social, para ejercer sus funciones en todas las provincias -solo quedan pendientes los nombramientos para el cargo en Matanzas y en la Isla de la Juventud-, los directores escucharon con interés a Ronquillo, quien ubica entre los retos la confusión que viejas distorsiones en el ámbito comunicacional pueden inducir en cuanto a la misión que les corresponde.
El presidente de la UPEC definió al Instituto como un (nuevo) guardián de la política de comunicación del Estado y el Gobierno aprobada en 2018 y de la flamante Ley de Comunicación Social, “con los alcances que ambas tienen”.
De igual modo, Ronquillo los convocó, como suele hacer a los periodistas, a forjar una nueva cultura comunicacional para el socialismo, lo que incluye un paso en el que los directores provinciales del IICS juegan un rol definitorio: la construcción de un nuevo tipo de relación entre el sistema de instituciones públicas y el sistema de medios públicos.
La comunicación como otro mecanismo de control social y popular y de rendición de cuenta al pueblo implica -recalcó- mucha transparencia y participación de los responsables públicos en los medios, una práctica en la que el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, fue ejemplo a su paso por la dirección del Partido en dos provincias.
En su charla, el presidente de la UPEC ilustró dos antípodas: lo que los directores puedan hacer por la transparencia será una especial contribución a la forja de una nueva cultura comunicacional para el socialismo, pero lo que se haga a favor del silencio será el mayor favor posible a la contrarrevolución.
Tal crudeza expositiva responde a su convicción de que los desafíos en el ámbito de la comunicación están conectados con los desafíos en el terreno político, de ahí la importancia de disponer de equipos de comunicación eficientes que ayuden a quitarles presión al país y al pueblo.
Entre los retos en el camino de los directores provinciales del IICS Ronquillo incluyó la no tenencia o desactualización en los territorios de planes de comunicación de crisis -cuando colapsan aquí o allá, a veces en cadena, sistemas vitales que impactan en miles de personas-, lo que dificulta un diseño informativo que alivie la incertidumbre en medio de esas situaciones.
De igual modo, el ponente alertó sobre las confusiones entre los roles del comunicador social y del periodista -largamente debatidas en el proceso de base del Congreso de la UPEC-, que solo pueden resolverse con un diseño para la comunicación institucional que contemple salidas en la comunicación mediática y en la comunitaria, terrenos completamente distinguibles.
En todo caso, Ronquillo llamó justamente a la comunicación. “La UPEC, la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales (ACCS) y la Unión de Informáticos de Cuba (UIC) pueden hacer mucho por crear esa cultura; hay que hacer una alianza especial. ¡Cuenten con nosotros para ello!”, afirmó.
El presidente nacional de la UPEC comentó a los directores -que podrán impulsar esa idea en sus territorios- la importancia de incluir a los medios de comunicación en los proyectos de desarrollo local, dado el potencial que ellos tienen para concretar como nadie sus aristas comunicacionales y el rédito que, en recursos para continuar sus procesos, pueda reportales esa participación.
Por último, Ricardo Ronquillo explicó detalles del tramo final del XI Congreso de la UPEC, concluido en la base y las provincias y con sus sesiones finales fijadas del 2 al 4 de noviembre, en el Palacio de las Convenciones, de La Habana.