En informes separados, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y expertos relacionados con los derechos humanos y nombrados por la Organización coincidieron en proponer medidas para que la inteligencia artificial no reproduzca e intensifique daños ocasionados ya hoy por la desinformación y los discursos de odio, desde las plataformas digitales.
Guterres sumó así sus criterios a las numerosas reflexiones, alertas, y posibles regulaciones que ha despertado el rápido desarrollo de la inteligencia artificial (IA) y sus potenciales peligros, aunque consideró que la alarma sobre esa amenaza potencial no debe ocultar el daño que ya están causando las tecnologías digitales que permiten la difusión del discurso de odio en línea, así como la información errónea y la desinformación.
Esos riesgos, advirtió más adelante, podrían intensificarse con el uso de la inteligencia artificial generativa. «Ha quedado claro que seguir como siempre, no es una opción», afirmó Guterres, quien se pronunció en su informe por usuarios que funjan como actores integrales y mantengan la precisión, consistencia y confiabilidad de la información compartida, y propone en el texto la implementación de un Código de Conducta para la integridad de la información en las plataformas digitales.
La nota de ONU comentó que estas han traído muchos beneficios, desde apoyar a las comunidades en tiempos de crisis y lucha hasta ayudar a conformar movimientos globales por la justicia racial y la igualdad de género. También son utilizados por la ONU para involucrar a personas de todo el mundo en la búsqueda de la paz, la dignidad y los derechos humanos en un planeta saludable, recordó.
Sin embargo, estas mismas plataformas digitales se están utilizando indebidamente para subvertir la ciencia y difundir desinformación y odio, alimentando conflictos, amenazando la democracia y los derechos humanos y socavando la salud pública y la acción climática.
«Si bien los medios tradicionales siguen siendo una fuente importante de noticias para la mayoría de las personas en áreas de conflicto, el odio que se difunde en las plataformas digitales también ha provocado y alimentado la violencia», dice el informe de Guterres. «Algunas plataformas digitales han enfrentado críticas por su papel en los conflictos, incluida la guerra en curso en Ucrania».
El titular de Naciones Unidas ha pedido una acción internacional coordinada para hacer que el espacio digital sea más seguro e inclusivo y, al mismo tiempo, proteger los derechos humanos, lo cual pudiera lograrse mediante la implementación del Código de Conducta.
Subtítulo: Expertos también piden regulaciones
En similar sentido se pronunciaron expertos independientes en derechos humanos designados por la ONU, quienes han considerado que los programas espía y de desinformación basados en inteligencia artificial van en aumento, por lo que urge regular este ámbito.
En un comunicado publicado recientemente, una quincena de relatores y especialistas de la ONU afirmó que las nuevas tecnologías, incluidos los sistemas de vigilancia biométrica basados en inteligencia artificial, se utilizan cada vez más «en contextos delicados», sin el conocimiento ni el consentimiento de las personas.
«Se necesitan líneas rojas reglamentarias urgentes y estrictas para las tecnologías que pretenden realizar el reconocimiento de emociones o de género», afirmaron los expertos, entre los que se encuentra Fionnuala Ní Aoláin, relatora especial sobre la Promoción y protección de los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo.
Los expertos, designados por el Consejo de Derechos Humanos, condenaron el ya «alarmante» uso de los programas espía y las tecnologías de vigilancia contra defensores de los derechos humanos y periodistas, «a menudo bajo el pretexto de estar tomando medidas de seguridad nacional y antiterroristas».
También pidieron una regulación para hacer frente al vertiginoso desarrollo de la inteligencia artificial generativa, que permite la producción masiva de contenidos falsos en línea, y promueven la desinformación y la incitación al odio.
Más adelante también expresaron su preocupación por el hecho de que el desarrollo de la inteligencia artificial generativa esté impulsado por un pequeño grupo de actores poderosos, entre ellos empresas e inversores, sin que existan requisitos adecuados para llevar a cabo la «diligencia debida» en materia de derechos humanos, o la consulta con las personas y comunidades afectadas.
Además, los expertos consideraron que se necesitan regulaciones para garantizar la transparencia, y el alerta a las personas cuando se encuentren ante medios creados o modificados por la inteligencia artificial.
Los estudiosos también pidieron cautela en el uso de la tecnología digital en el contexto de las crisis humanitarias, desde la recogida de datos a gran escala, incluida la recopilación de datos biométricos altamente sensibles, hasta el uso de tecnologías avanzadas de vigilancia selectiva, y subrayaron la necesidad de garantizar soluciones técnicas.
«La próxima generación de tecnologías no debe reproducir ni reforzar los sistemas de exclusión, discriminación y pautas de opresión», sentenciaron.
Con información de ONU Noticias y Swisslatin
Foto de portada: Antonio Guterres propone un código de conducta frente a los discursos de odio y la desinformación. Imagen tomada de ONU Cuba
