Creer que la recuperación del país será solo a cuenta del Estado es una utopía. Salir adelante va a requerir del esfuerzo y la iniciativa del sector estatal, de las Mí pymes, Cooperativas, TCP… en fin de cada cubano.
Los tiempos difíciles demandan el accionar de todos y en el ajetreo de la cotidianeidad, suele pasar que muchas veces miramos más lo que otros deben hacer y pocas veces lo que está en nuestras manos resolver, o ayudar a resolver.
Digamos, por ejemplo, que no pocas veces nos desgastamos criticando, en verdad, los altos precios de los productos en el mercado, buscando las causas de tal deterioro y culpando a “maría santísima”, pero, al final, sin razonar mucho, preferimos pagar el alto costo, digamos, del ají, el tomate, el cilantro u otros productos en vez de sembrar una planta en el patio, el jardín o hasta en el techo de la casa.
Rafael Pimienta, un jubilado del puerto de Nuevitas, por ejemplo, es uno de los que se ha resistido y en los alrededores del parqueo de un edificio de 20 plantas, en plena capital, en muy pequeños y salteados espacios, cosecha habichuelas, ajíes, tomates, yuca, plátano, calabazas…, además de cultivar plantas medicinales.
También conozco a un prominente médico que en el techo de su vivienda siembra vegetales, plantas medicinales y ornamentales. Podríamos citar no pocos buenos ejemplos a lo largo y ancho del país, pero aún insuficientes ante las posibilidades reales de espacio que no se usan.
Y si todos los que pudiéramos sembrar lo hiciéramos ¿cuánto no ahorraríamos? ¿Cuánta presión no le quitaríamos al mercado y cuantos problemas de salud no resolveríamos con la medicina verde? Y todo esto usando terrenos yermos y sin pretensiones de ser grandes productores ni suplir el trabajo que sí les corresponde a los agricultores.
Y aunque en Cuba todavía queda mucha tierra por cultivar y desde hace años se avanza en la agricultura urbana, no es ocioso promover al máximo la siembra en jardines, techos y espacios yermos, una práctica para nada nueva y presente en no pocas ciudades del orbe.
También habrá que ganar cultura en la llamada agricultura vertical, que ya se abre paso en el mundo y que a la vez que maximiza el uso del espacio, permite sembrar más plantas en una misma área y generar más eficiencia en la cadena de suministro y el transporte.
Según la organización Vertical Farming Institute, citada por El Confidencial, cada metro cuadrado de espacio de suelo dedicado a la agricultura vertical produce aproximadamente la misma cantidad de cultivos de hortalizas que 50 metros cuadrados de tierras agrícolas cultivadas al estilo tradicional.
Ahora piense si tiene usted o no condiciones para seguir a Pimientas y tantos otros que ya lo hacen, o tal vez sea usted el que pueda ayudar a reducir el tiempo de espera de las personas en una oficina de trámites, una bodega, un mercado, un banco o una gasolinera o innovar tecnologías en pos del desarrollo.