Twitter ha decidido retirarse del código de prácticas contra la desinformación en línea de la Unión Europea (UE), con lo que su uso en el Viejo Continente está en la cuerda floja, opinan observadores.
La decisión de abandonar el compromiso de combatir la información falsa al parecer constituye la medida más reciente del propietario de Twitter, el multimillonario Elon Musk, en su intención de disminuir los controles en la red social tras adquirirla el año pasado, y la dio a conocer el comisionado europeo, Thierry Breton, en un mensaje en esa propia red.
Musk ha revertido normas previas contra la desinformación y ha sumido en el caos el sistema de verificación y las políticas moderadoras de contenidos de la compañía en su objetivo de convertir a Twitter en una gran plaza digital, comentaron otros analistas.
Esa red social estaba «suscrita» hasta ahora de manera voluntaria a las normativas con las que la UE busca erradicar las fake news de las redes sociales.
Creado en 2018, el código de buenas prácticas se aplica a una treintena de empresas dedicadas a los servicios digitales, entre las que se encuentran gigantes tecnológicos como Meta, Mozilla, Google, Microsoft y TikTok.
Estas firmaron un escrito en el que ratificaron su compromiso para combatir la desinformación en línea y acabar tanto con fuentes de noticias que promovieran información falsa, como con la publicidad engañosa y no verificada.
A pesar de que el actual CEO de Twitter, Elon Musk, adquirió la red social con el objetivo de promover «la libertad de expresión», ha dado muestras de no querer continuar con el código firmado por sus antecesores en la dirección de la red social.
En noviembre del año pasado cerró la oficina de Twitter en Bruselas, clave para la adopción de las normas y cambios regulatorios de la UE en lo concerniente al discurso del odio y la desinformación.
Una de esas normativas es la Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés).
A esta norma se ha referido Breton, responsable del Mercado Interior de Industria, quien advirtió por medio de Twitter que pese a su abandono de las reglas, la Ley de Servicios Digitales se hace efectiva a partir del 25 de agosto, por lo que esa red social deberá rendir sus correspondientes cuentas con la UE si quiere seguir operando en los países de la Unión Europea.
Esa normativa especifica que «las plataformas deben mitigar riesgos como la desinformación o la manipulación electoral, la violencia cibernética contra las mujeres o los daños a menores online y advierte que, en caso de incumplirla, se puede imponer una multa de hasta el seis por ciento de la facturación global anual de este proveedor de servicios.
Además, «las plataformas deshonestas que se nieguen a cumplir con obligaciones importantes y, por tanto, pongan en peligro la vida y la seguridad de las personas», podrán ser suspendidas temporalmente, en última instancia.
Con información de Europa Press y El Mundo
Foto de portada: Tomada de Genbeta