Los países emergentes seguirán sufriendo gripe cuando en Washington estornudan. Algo así puede desprenderse de un informe de la agencia internacional de calificación de crédito Moody’s, al aseverar que las economías emergentes seguirán sufriendo, en general, las consecuencias de los problemas económicos de Estados Unidos, que restringen su acceso a los mercados y elevan los costos de financiamiento.
El informe incluyó entre esos problemas «la combinación de la política monetaria estadounidense, las tensiones del sistema bancario y las posibles consecuencias del estancamiento del techo de la deuda», un tema en boga en el mundo, cuando el debate en el Congreso de EE. UU. en torno a la solicitud del presidente Joe Biden de elevar ese techo sigue varado, y los plazos se vencen el 1ro de junio.
Esas situaciones contribuyen a la debilidad de las condiciones crediticias en los mercados emergentes, dijo Moody’s, y añadió que la mayor economía del mundo se encamina a una leve recesión en el segundo semestre del año.
La propia secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, ha advertido en varias ocasiones que si antes del 1ro de junio no se llega a un acuerdo en el legislativo, el Gobierno tendría que incumplir algunas de sus obligaciones, lo cual ocasionaría daños de diferente magnitud a la economía nacional y a otros países.
El actual techo de deuda estadounidense es de 31,4 billones de dólares. Se alcanzó en enero, cuando el Gobierno aplicó «medidas extraordinarias» como la suspensión de las aportaciones al fondo social de los empleados públicos, para evitar un impago.
El 12 de mayo pasado, la Oficina de Presupuesto del Congreso señaló que el Gobierno de Estados Unidos tendrá un déficit en el presupuesto federal de al menos 1,5 billones de dólares en 2023 y este podría crecer aún más debido a una disminución en los ingresos fiscales.
El profesor de la Escuela Superior de Economía rusa y politólogo Dmitri Evstáfiev ha estimado que existe apenas un siete u ocho por ciento de posibilidades de default (impago) en Washington, pero no lo descarta del todo porque «un impago puede ser usado como un arma financiera capaz de desencadenar una crisis económica en los principales competidores de EE. UU. a medida que aumentan las tensiones políticas».
Algunos países —sobre los que Washington querrá tener un impacto geopolítico— pueden ser las víctimas de un eventual impago. En este sentido, el analista recordó que hace un año, EE. UU. congeló activos rusos. Tras intentarlo con Moscú, Washington se dio cuenta de que puede utilizar esta herramienta «para presionar también a otros países».
Aun así, lo principal para EE. UU. es no dejar que se ciernan dudas sobre la sostenibilidad de su economía, opinó otro estudioso, el economista Mijaíl Beliáev, consultado por Sputnik.
Moneda de cambio
La cuestión de elevar el techo de la deuda estadounidense se ha convertido este año en moneda de cambio entre republicanos y demócratas, opinó también Evstáfiev.
El Partido Republicano, con mayoría en la Cámara de Representantes, puso una condición: votará a favor de elevar el techo si el Gobierno demócrata acepta recortes significativos en el gasto presupuestario. En concreto, propone recortar los créditos fiscales para la compra de coches eléctricos y la instalación de paneles solares, así como reducir el gasto público en el reembolso de préstamos educativos. Para los demócratas, si quieren ganar las elecciones presidenciales de 2024, estas condiciones son inaceptables.
No hay razones económicas para un impago o que impidan elevar el techo de la deuda pública, pero sí hay razones políticas, afirmó.
«La moneda de cambio en las negociaciones entre republicanos y demócratas sobre el aumento del techo de la deuda pública consiste en que la mayoría republicana de la Cámara de Representantes de EE. UU. quiere “sacar de la sombra” a la administración Biden», comentó.
En este sentido, explicó que en los últimos años una parte importante de las decisiones económicas de la administración estadounidense se tomó sin consultar al Congreso, «en la sombra». Entonces, prosiguió, los republicanos «pillan» a la administración Biden y al Tesoro Federal, así como al Departamento de Estado y al Departamento de Defensa, «violando la ley estadounidense».
Con información de Reuters, RT y Spunitk
Imagen de portada: La solicitud de Biden de que se eleve el techo de la deuda sigue sin resolverse en el Congreso de Estados Unidos. Foto de Xinhua.