Juan Gualberto Gómez, el periodista inconforme; el patriota consecuente con los principios independentistas; el organizador junto a José Martí de la Guerra del 95 para sacudir las cadenas del yugo español que apresaban a la Mayor de las Antillas, ya tiene su historieta.
Con los trazos de Enrique Lacoste llegó Juan Gualberto, a la casa donde fundara varios periódicos, en la calle Empedrado, de La Habana Vieja, para su presentación como parte de la jornada por el Día Internacional de los Museos.
Durante la presentación, la doctora en Filosofía y Letras, Araceli García-Carranza, bibliógrafa de la Biblioteca Nacional de Cuba, expresó que en la obra “se conjugan el dibujo, la historia y el afán de enseñar a los jóvenes, y los no tan jóvenes”.
“La trama se entreteje entre la realidad y el ensueño. El dibujante no apela solo al colorido y las trazos con el propósito de entretener, sino que valiéndose de estos elementos demuestra sus conocimientos sobre el tema, y selecciona lo más relevante con la nobleaspiración de dar a conocer al patriota incansable”, agregó.
Publicado por la Editorial Pablo de la Torriente de la Upec, el texto es el sexto de Enrique Lacoste, y el primero de este tipo de corte biográfico e histórico que realiza el autor.
Lacoste manifestó sentirse atraído por la figura de Juan Gualberto debido a diferentes razones. Entre otras señaló: “porque nació y se desarrolló en una zona de Matanzas cercana a la que nacieron mis padres y abuelos; por todo lo que logró con su condición de negro (liberto antes de nacer), pero negro en tiempos de esclavitud; por su cercanía a José Martí, así como por su participación en la preparación de la Guerra Necesaria”.
Asistieron a la presentación Mercedes Ibarra, bisnieta y única descendiente viva de Gómez; Esther Pozo, directora de la Editorial Pablo de la Torriente, de la Upec; Mercedes Azcano, directora del semanario Palante; y Leisbel Cespón, directora de la Casa Museo que lleva el nombre del patriota.
PALABRAS DE LA DOCTORA ARACELIS GARCÍA CARRANZA
La historieta o literatura dibujada es ya una forma más de expresión-comunicación a través del dibujo y del conocimiento que logra llevar al lector. La literatura gráfica ocupa un lugar en las bibliotecas, escuelas, universidades, colecciones, en fin ocupa un lugar dentro de la cultura impresa.
A estas alturas críticos, historiadores, periodistas e investigadores de otras ramas del saber han legado una bibliografía muy apreciable sobre este tema. De manera que la historieta no solo ocupa un lugar dentro de la cultura impresa, sino dentro de la bibliografía de muchos países.
Estas publicaciones surgieron en los periódicos newyorkinos a finales del siglo XIX, exactamente en 1898.En Cuba a partir de la Guerra Hispano-Cubano-Americana, circularon cientos de los llamados ‘Muñequitos’ o ‘Comics’ con el ánimo de entretener, siempre distante de nuestra cultura. Recordemos a Supermán, Tarzán, el Pato Donald, Mandrake el mago, etcs.
Posteriormente, dentro de nuestra cultura, la historieta sufre las necesarias transformaciones impuesta por nuestra identidad. Pronto la excelencia del género permite que no solo justificara por su existencia como entretenimiento, sino con fines educativos y culturales. Recordemos la sección infantil del periódico Hoy, la revista Carteles, El País Gráfico, el periódico Información, El Diario de La Marina, entre otras publicaciones.
Años después, en 1959 el triunfo de la Revolución Cubana determinó cambios sustanciales en la nación y por supuesto, dentro de nuestra cultura. En especia las transformaciones culturales fueron impulsadas por la noble y heroica Campaña de Alfabetización, la creación de La Imprenta Nacional, la publicación masiva de El Quijote, la fundación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográfica, el Instituto Cubano del Libro, el Instituto Cubano de Radio y Televisión, entre otros positivos aportes en pos del desarrollo cultural del país.
Desde entonces, hasta nuestros días una considerable producción de historietas han brindado y brindan al pueblo una muy apreciable oferta cultural y de sano entretenimiento.
Y así se ha consolidado éste género. Ya los comics heredados del siglo XIX están muy lejos de la historieta de hoy, porque éste género ha logrado un código expresivo encaminado a educar ética y estéticamente a los niños, jóvenes y a muchos adultos que la disfrutan.
Con gran atractivo la historieta de hoy produce la conjugación del lenguaje literario y ese lenguaje iconográfico con la dramaturgia y el ritmo cinematográfico utilizado.
En ella aparecen elementos como adjetivaciones, onomatopeyas y otros recursos que atrapan al lector. Es un mundo donde las imaginación encuentra terreno fértil y la narración atrapa la atención del lector.
En ellas no solo se abordan simples aventuras, sino temas políticos, históricos, educativos, culturales, etc.
Y en la historieta que presentamos hoy, titulada Juan Gualberto, el maestro Enrique H. Lacoste Prince, conjuga el dibujo, la historia y el afán de enseñar a los niños y jóvenes y a los no tan jóvenes. El dibujante aguza los rasgos y se mueve entre la realidad y el ensueño, a la vez conoce perfectamente el hecho que narra. Así hace constar su vocación pedagógica. En este caso el dibujante no apela solo al colorido y a los trazos con el afán de entretener, sino que valiéndose de estos elementos demuestra su conocimiento del tema y selecciona lo más relevante, lo más característico del mismo, con el noble afán de dar a conocer, de enseñar, en este caso la historia de ese patriota grande, de ese periodista respetable, del hombre cercano a José Martí. El inmenso Juan Gualberto Gómez. ’’Uno de los patriotas más consecuentes en los principios independentistas que ha tenido la historia de Cuba’’, como se lee en la contracubierta de esta historieta. Juan Gualberto Gómez, toma parte en los preparativos de la Guerra de Independencia. Su agudeza fue demostrada ampliamente en su obra periodística y en su vida pública.
El maestro Lacoste logra en su Juan Gualberto, la síntesis precisa, que resume la estatura de este hombre que es orgullo de nuestra historia.
Pero Lacoste no se inicia con esta obra, es este su sexto libro, en el cual nos demuestra una vez más sus apreciables cualidades para hacer valer este difícil género dedicado a las generaciones que tienen en sus manos el futuro de Cuba.
Lacoste, caricaturista, historietista e ilustrador ha publicado en diferentes órganos de prensa en Cuba y en el extranjero y ha merecido premios en salones de humor gráfico cubano e internacionales. Es maestro del dibujo, es hombre culto que sabe seleccionar su tema y es hombree sensible que admira el conocimiento y lo prodiga..
Esta obra nos presenta su plenitud y madurez como artista.
Es preciso celebrar la presentación de esta historieta en nuestros días cuando se imponen los medios audiovisuales. Creo que la historieta es un género que se inserta con éxito en nuestros tiempos, y mucho más si es dado a conocer hechos de nuestra historia. Bienvenido sea este género artístico, pedagógico y periodístico, que es también entretenimiento.
Felicidades a Enrique Lacoste excelente dibujante capaz de ofrecernos en atinada síntesis la vida y la obra de un recio patriota cubano. Felicidades a la Editorial Pablo de la Torriente y a la editora Gladys Armas Sánchez y a Alejandro Romero Ávila, responsable del diseño y emplane y felicidades a todos los que han hecho posible este hecho cultural.