I
En este trabajo se ofrece una primera aproximación al extraordinario esfuerzo realizado para lograr una mejor evolución de la economía cubana en 2022 y las perspectivas para el 2023, tomando en cuenta los factores externos e internos que han incidido en estos resultados y proyecciones.
El bloqueo de EE.UU. continúa siendo el obstáculo externo fundamental para una recuperación, el que se mantiene sin cambios sustanciales, con un efecto negativo acumulado hasta febrero de 2022 de 154 217 millones de dólares. Únicamente el 16 de mayo el gobierno norteamericano anunció medidas de flexibilización en los vínculos con Cuba, incluyendo la eliminación del límite de 1 000 dólares trimestrales a las remesas; la ampliación de vuelos de las líneas aéreas a todas las provincias del país; el restablecimiento del programa de reunificación familiar y el aliento al crecimiento del sector privado en Cuba mediante un mayor acceso a internet, entre las medidas más significativas. Se trató de un paso en la dirección correcta, pero que dejó intactas las 243 medidas implementadas por Trump y que llevaron la persecución financiera contra Cuba a niveles inéditos en los últimos años.[1]
Paralelamente, la dinámica de la economía mundial registra un crecimiento global de 2.9% en 2022 y solo 1.7% en 2023, según datos del Banco Mundial,[2] con un incremento del PIB en América Latina y el Caribe de 3.6 y 1.3% respectivamente, cifras todas que encierran tendencias mayormente desfavorables para el comercio exterior cubano. Al respecto es evidente el negativo impacto de la la guerra en Ucrania.
Este conflicto repercutió directamente en el precio de un grupo de los productos básicos. En el caso cubano se registró favorablemente un aumento en el precio del níquel, que de un promedio de 18 452 USD/TM en 2021, cerró en 2022 en 30 048 dólares, para un incremento del 62.84%, alcanzando un record de 48 078 dólares por tonelada en marzo del 2022.[3] Por su parte, el precio del azúcar crudo aumentó un 5.4%, llegando a 18.82 centavos por libra como promedio del 2022.[4]
Sin embargo, por otra parte nos ha afectado muy negativamente el aumento del precio del barril de petróleo WTI, que pasó de 68.21 USD en el 2021, a 94.91 dólares en 2022, para un incremento del 39.1%.[5] En el caso de los alimentos, los precios promedio a la altura del 2022 se ubicaron un 14% por encima del 2021. En este caso específicamente para Cuba y según datos del Banco Central de Cuba, se destaca el aumento del 33% en el caso del arroz, 16.5% en los frijoles, un 81.1% en el aceite refinado, un 17.4% en la leche en polvo entera y 72.5% en los precios del trigo. No obstante, se observa un descenso de los precios al cierre del año, luego del máximo alcanzado en marzo.[6]
Desde el punto de vista de las finanzas externas, continúa en la economía mundial una tendencia a la disminución y al estancamiento en la inversión extranjera directa, luego del pico de 1.6 billones de dólares alcanzado en el 2021. En el caso de Cuba, entre el 2020 y el 2021 se aprobaron 47 nuevos negocios de los que se habían constituido 25 y en noviembre de 2022 se informó que se han firmado este año 30 acuerdos de inversión valorados en alrededor de US$ 400 millones. En síntesis entre 2014 y 2021 se han aprobado 285 negocios, de los que 29 fueron reinversiones, cifra –que en términos financieros- promediaron anualmente 680 millones de USD, lo que resulta muy inferior a las necesidades de entre 2 000 y 2 500 millones de dólares anuales para ritmos de crecimiento en torno al 5%.[7]
En relación a otro aspecto del financiamiento externo, las remesas que ingresaron al país mostró un descenso del 26% entre 2019 y 2020, al caer de un estimado de 3 171 a 2 348 millones de USD según fuentes no oficiales. Este flujo se redujo aún más en el 2021 calculándose el mismo en solo unos 1 084 millones,[8] para una caída del 53.8%. Esta cifra debe haber aumentado en 2022 y se supo que la compañía Western Union reanudará el envío de remesas a Cuba, con un incremento posiblemente mayor en 2023.
Por otro lado, a pesar de los esfuerzos realizados se incumplieron por Cuba los pagos del servicio de la deuda ya pactados desde el 2019, situación que se recrudeció a partir del 2020 con la irrupción de la pandemia de la COVID 19.
Como se ha explicado en otros trabajos, esta coyuntura obligó a Cuba –luego del acuerdo logrado en 2015- a solicitar una nueva renegociación de pagos a los acreedores del Club de París en mayo del 2020, para posponer los adeudos y los pagos del 2021, con vistas a reiniciarlos en el 2022. Esto no se logró y solo se pospusieron los pagos del 2020. Recientemente se conoció que el Club de París estableció un plazo suplementario para el pago de la deuda, aunque no se conocen más detalles del mismo.[9] También se supo que se logró posponer los pagos del servicio de la deuda hasta el 2027 en el caso de Rusia y se trabaja en la reestructuración de la deuda con China.[10]
Sobre el tema de la deuda se reportó que en una gira internacional realizada en noviembre por el presidente Díaz Canel, que cubrió Argelia, Rusia, Turquía y China, se logró la cancelación de intereses de la deuda por pagar con Argelia y la posposición indefinida del reinicio de las erogaciones. Así mismo también se logro destrabar una serie de inversiones pactadas con Rusia y China que estaban paralizadas por los impagos. A ello se añadió un donativo de 100 millones de dólares realizado por este último país.[11]
Hoy es preciso subrayar que –como una parte significativa de un Programa de Estabilización Macroeconómica- la renegociación de la deuda vencida y no pagada resulta indispensable para Cuba. Se han propuesto nuevas formas de pago –con un mínimo de liquidez- tales como swap de deuda por inversiones, pagos en moneda nacional con tasas de cambio preferenciales, emisión de bonos de deuda pública, recompra de deudas con descuentos, cancelación de deudas bajo el principio de obligaciones mutuas y pago de deudas con flujos de ingresos de determinadas exportaciones de bienes o servicios[12], entre las variantes a aplicar para restaurar los flujos financieros externos. Adicionalmente y más allá de la actual coyuntura, en una estrategia financiera a mediano y largo plazo, también es necesario asegurar la necesaria sostenibilidad del proceso de endeudamiento externo.
En general, la compleja situación internacional que se ha creado impone costos adicionales a la economía cubana y está retrasando la recuperación económica prevista en los planes para crecer un 4% este año, objetivo que no se alcanzó al resultar seriamente afectado por el efecto del bloqueo –ya mencionado-, el incremento adicional en los precios de las materias primas y el combustible, producto de la guerra de Ucrania, la lenta recuperación del turismo y la crisis en la generación de energía eléctrica que se padeció en el año. Sin embargo, a pesar de las dificultades, el plan contaba con un valor a exportar de 7 260 millones en el 2022 y se alcanzaron 8 717 millones, para un incremento estimado del 10.3% interanual. No obstante, la cifra lograda para este año todavía representaba 3 912 millones menos que lo alcanzado en el 2019. Por otro lado, diversas medidas para impactar positivamente en la economía, no dieron en resultado esperado en el tiempo previsto.
A los factores externos mencionados se sumó la irrupción de la COVID 19 desde el 2020, con impactos que se han extendido hasta el 2022 y aunque se reporta un gradual descenso de los enfermos afectados y de la mortalidad registrada, en el final del año se aprecia un aumento de casos y -en paralelo- se observa un incremento de los casos de dengue, lo que impone una rigurosa observancia de las medidas sanitarias orientadas y un monitoreo constante de la evolución de la enfermedad.
En síntesis, hasta el cierre del 5 de febrero de 2023 los enfermos de COVID-19 alcanzaban la cifra de un millón 112 484, afectando el 9.9% de la población, con una recuperación del 99.2%. Las personas fallecidas llegaban a 8 530, para una tasa de letalidad de 0.77%, que compara favorablemente con la tasa mundial que era de 1% y de 1.54% en las Américas. En estos momentos solo mediante la vacunación masiva de las personas –que ya alcanza alrededor del 92% de la población- y que incluye varias dosis de refuerzo, será posible frenar la enfermedad y retornar gradualmente a la normalidad en 2023.[13]
II
Como consecuencia de lo expresado hasta aquí, en el 2022, la situación de la economía nacional continuó reflejando fuertes impactos externos a lo que se añadió la no materialización de algunas medidas de política económica interna que –como se explicó en la ANPP- no dieron los resultados previstos en el año.
De tal modo, la evolución macroeconómica en Cuba, que en 2021 preveía un crecimiento del 6%, alcanzó un 1.3%, mientras que durante el 2022 se alcanzó un crecimiento del 2%, frente un 4% planificado, dando continuidad a una gradual recuperación, que –probablemente- demorará hasta el 2024-25 para alcanzar el nivel del PIB del 2019.[14]
Por otra parte, el incremento del PIB logrado revela un sesgo importante, ya que el crecimiento se concentró en actividades de servicios y se mantuvieron fuertes afectaciones en las actividades productivas, incluidas la industria manufacturera, el comercio y el suministro de electricidad, gas y agua, mientras que se estiman crecimientos en la construcción, el turismo, las comunicaciones, el transporte, la educación y la salud pública. En relación al 2019, se mantiene una brecha del 8% en el PIB, ya que el sector primario se ubicó un 32.8% por debajo de ese año, el sector secundario un 17.9% y los servicios sociales un 6.8%.
En relación al turismo se recibió un estimado de 1.7 millones de visitantes, con un crecimiento de casi tres veces en relación a los turistas del 2021, pero con una recuperación más lenta que en la región de las Américas, una tasa de ocupación del 14.2% hasta septiembre y con un incumplimiento de la meta prevista que era de 2.5 millones de visitantes.[15] La lenta recuperación del turismo, vuelve a plantear la necesidad de revisar algunas inversiones, para asegurar su adecuada tasa de recuperación y la necesidad urgente de inversiones también en la producción de alimentos, sustituyendo su importación para apoyar la gestión turística
Entre las actividades deficitarias registradas del 2022, se encuentra también la producción de azúcar, que de 911 mil TM planificadas, se cumplió el 53% con unas 480 mil TM, lo cual lleva a acelerar la recapitalización del sector para superar la situación actual..
Una coyuntura especialmente complicada se enfrentó desde finales del primer semestre del año en relación con la disponibilidad de combustible y con la generación de electricidad.[16] Así, según se informó en la ANPP, en el año se generó solo el 88% de la electricidad planificada,[17] con un sobregasto por encima del plan de un 43% en diesel y un 4.4% de generación con fuentes renovables de energía.
De tal modo, el financiamiento para asegurar la operación de las plantas generadoras no ha sido suficiente, lo que ha demandado medidas excepcionales, como la contratación de ocho plantas flotantes de generación, que se han instalado en las bahías de Mariel, La Habana y Santiago de Cuba. Al respecto la UNE informó que, durante varios meses, de una capacidad instalada de 6 558 MW, la disponibilidad fue de solo 2 500 MW, lo que equivale al 38% de esa capacidad.[18]
En relación a la disponibilidad de combustible, existen problemas con el suministro de Venezuela debido a las dificultades con su producción de hidrocarburos Así desde 2021, según fuentes venezolanas, se reciben un promedio de 56 300 barriles de petróleo diarios-[19] A esto se suma la elevación de precios de transportación en el mercado que se ha registrado desde el 2020, lo que se suma a un pago adicional por parte de Cuba de alrededor de un 30% debido al costo de fletes y los impactos del bloqueo sobre los armadores internacionales.
En relación al sector externo, en el año 2022 como ya se mencionó, se logró que crecieran las exportaciones de bienes en 816 millones de dólares y el total de exportaciones de bienes y servicios alcanzó 8 717 millones, cifra –no obstante- inferior en 3 912 millones a lo logrado en el 2019, a lo que se añade un gasto superior a lo previsto en las importaciones de bienes y combustible debido a los incrementos de precios ya comentados. En el año se estima que la balanza comercial total cerró con un saldo negativo.
En síntesis, en 24 meses se redujeron los ingresos del país en casi 4 000 millones de dólares, por lo que se mantiene un déficit financiero externo que no permite normalizar la actividad económica y obliga a trabajar en medio de un sostenido esfuerzo y en condiciones de emergencia.
En cuanto a la información disponible al cierre del año de diversos sectores de la economía, se conoció que en las producciones agropecuarias fundamentales solo se observan crecimientos interanuales en el maíz (16.5%), mientras que hay caídas significativas, sobre el plan, en la producción de arroz (80.6%), huevos (32.5%) y carne de cerdo (81.4%). Un factor de alta incidencia en estos resultados fue la disposición de solo el 9.6% del fertilizante previsto y serias afectaciones en el suministro de diesel a la actividad económica, con una disminución del 32.6% sobre el plan. En el caso de la industria destaca el cumplimiento del plan de producción de petróleo crudo de tres millones 118 mil TM. En general, según estimados internacionales,[20] para 2022 se estimaba un crecimiento de la producción agrícola del 1%, de la producción industrial del 3.7% y de los servicios del 3.2%.
La atención a los problemas sociales la información brindada en diciembre de 2022 en la ANPP muestra también dificultades, especialmente en lo referido a la construcción de viviendas y a la disponibilidad de medicamentos.
En el primer caso ha ocurrido una ralentización en los últimos dos años, con un plan en el 2021 que se cumplió solo al 42%. En el 2022, se concluyeron 21 229 de las 36 831 previstas, para un 57.6%. Por su parte, según el MINSAP, la disponibilidad de medicamentos arrojaba un faltante de unos 219 renglones al cierre del año, lo que representa el 35.4% del cuadro básico de medicamentos del país que incluye 619 productos, de los cuales alrededor del 62% se producen en Cuba.
Como indicadores básicos de salud, se registró una tasa de mortalidad infantil por mil nacidos vivos de 7.5, manteniéndose una cifra más alta que en 2019, mientras que la tasa de mortalidad materna por 100 000 se redujo a 40.9, frente a 176.6 registrados en 2021 y que se asoció particularmente a la COVID 19.[21]
También avanzó en el año la atención a 1 098 comunidades vulnerables, donde se han dictado medidas de protección a 19 904 familias con 13 943 beneficiarios de la asistencia social entre otras decisiones.
El nivel de la tasa de desempleo se mantuvo en 1.5%, el salario medio aumentó y llegó a 4 095[22] pesos mensuales y el empleo no estatal representó el 28.7% del total. Entre las empresas estatales aplican salarios flexibles un 26%, lo que cubre el 37% de los trabajadores los que mejoraron sus ingresos en el año.
(Continuará)
[1] Ver CUBADEBATE (2022d)
[2] Ver World Bank (2023).
[3] Ver Temáticas (2022).
[4] Ver ASOCAÑA (2022),
[5] Ver DATOSMACRO (2022) y Precio Petroleo Net (2023). Ver también capítulo sobre el petróleo del presente informe.
[6] Ver FAO (2022).
[7] Ver CUBADEBATE (2022a) y Spadoni (2022).
[8] Ver Los Angeles Times (2022).
[9] Ver Cuba Noticias 360 (2022)
[10] Ver On Cuba News (2022).
[11] Ver Sputnik (2022)
[12] Según información no oficial, un acuerdo de este tipo se logró para cancelar la deuda de unos 260 millones de USD con la compañía Sherritt de Canadá. Ver Cuba Noticias 360 (2022).
[13] Ver MINSAP (2023)
[14] Estimado del autor.
[15] Ver Terrero (2022)
[16] CUBADEBATE (2022d)
[17] Ya la generación había caído un 16.4% entre 2016 y 2021.
[18] Esa fue la capacidad disponible en 1994 en medio del Período Especial, en este caso por falta de combustible para generar electricidad.
[19] Ver datos de PDVSA en La Patilla (2022) y Panam Post (2022).
[20] Ver EIU (2022)
[21] Ver CUBADEBATE (2023)
[22] Esta cifra se estima que no cubre el costo de la canasta básica, que continuó aumentando durante el 2022.
Nota: La fuentes de los datos no citadas expresamente se encuentran en el informe del Ministro de Economía y Planificación a la ANPP de diciembre 12 de 2022. Ver Gil (2022), CUBADEBATE (2022), CUBADEBATE (2022a).