La mayoría de los cubanos emplea la red social WhatsApp sobre todo para intercambiar con amigos y familiares dentro y fuera de la Isla.
En el mundo, los cerca de 2 mil millones de usuarios de esa plataforma, la utilizan también por motivos laborales, académicos y de negocios, al punto de reducir drásticamente el uso de los tradicionales SMS; pero en esta geografía insular se le echa mano fundamentalmente para conversar con parientes y otros seres queridos.
Sin embargo, Francisco Rodríguez Cruz, le está dando un uso bien singular.
Recién electo delegado del Poder Popular en su circunscripción 102 del Consejo Popular Cojímar, Paquito, como todo el mundo le llama, ha decidido comunicarse con sus electores también por esta App.
Periodista, bloguero y activista por los derechos de la comunidad LGBT, accedió a responder a CubaSí sobre esta novedosa práctica, que, en definitiva, es una manera más de introducir las nuevas tecnologías en la sociedad, aportando otro granito de arena -de Cojímar en este caso- a su informatización.
-¿Cuánto te ha reportado contar con la posibilidad de una comunicación también virtual con tus electores?
-La idea de intercambiar por las redes, especialmente por un grupo de WhatsApp, fue la opción que final valoramos entre las jóvenes que están en el grupo en la circunscripción, por ser el nivel más fácil de acceso y de mayor utilización por la mayoría de las personas que acá tiene conexión. Ha permitido, sobre todo lo más importante, que es ser una vía rápida de intercambio de dudas, quejas, problemas…
“Y también por mi parte, permitir pulsar un poco el estado de ánimo de la gente y e ir introduciendo otros tipos de inquietudes, actividades, ideas que motiven, que un poco estimulen a la gente y sirvan para romper la monotonía de los problemas cotidianos”.
-¿Y si quienes están en mayor desventaja no cuentan con esa posibilidad?
-Este tipo de herramienta hay que verla como una alternativa, no sustituye los métodos tradicionales de trabajo. Hay que mantener, en físico, los despachos del delegado con sus electores; y, sobre todo -al menso es lo intentando hacer- caminar, la circunscripción, tratar de ir a todos los CDR, establecer las redes de trabajo.
“Lo que pasa que esa presencia física se complementa con esta red virtual, y a medida que vas sumando personas te es más fácil reorientar un problema. Y si, además, lo haces en contacto con las autoridades territoriales -que poco a poco uno va ganando en los contactos a partir de la entrega del delegado anterior y de los que uno va construyendo-, se hace más cómodo canalizar determinadas urgencias de una manera expedita.
“¡Las vecinas me mandan papelitos con sus nombres y números de celular para que les agregue al grupo de La gente del barrio! Esto me recuerda a los noviazgos de la primaria”, comenta Paquito en su Facebook.
“Esto, reitero, es una vía, un camino, pero esa carretera virtual se basa en un conocimiento de los problemas en contacto directo con la realidad. Es algo en lo que todavía tengo que aprender muchísimo porque soy nuevo como delegado, no he tenido vida de barrio muy intensa, y, entonces, tengo que ir conociendo y tejiendo esos grupos de trabajo”.
-¿WhatsApp es realmente de las mejores opciones dentro del mundo digital para esta novedosa interacción?
-Cuando empezamos con esta idea, valoramos también usar Telegram, las muchachas más jóvenes que dominan esa aplicación también coincidían en que podía ser una plataforma con mayores posibilidades de modelación y de dirigir el intercambio hacia donde se necesita.
“Pero es mucho menos accesible a las personas de la circunscripción, quienes, en muchos casos, son personas mayores y que ya tienen las habilidades que han ido ganado en conversación con sus familiares fundamentalmente en WhatsApp.
“Entonces, esa ha sido la vía, sin descartar que podamos ir más adelante desarrollando en otras plataformas otras iniciativas que no sean para lo urgente, sino para servicios que se vayan generando en la comunidad. Es la idea q tengo, incluso para aligerar el grupo de WatsApp, dejándolo justo para lo que nos hemos propuesto: mantener el vínculo expedito del delegado con su gente y resolver determinadas situaciones, avisar o alertar sobre ciertas situaciones”.
-¿Hasta que punto esa presencia también virtual, puede contribuir a que se solucionen los problemas nada virtuales que viven los electores?
-Los problemas, como bien dices, son en la vida cotidiana, algunos son de muy difícil solución, y esta interacción más rápida a través de las tecnologías de la comunicación lo que te permite es, quizás, acorralar mejor el problema, aunar voluntades para solucionar un asunto puntual, crear sentimientos de comunidad, hacer que la gente se conozca un poco, porque hay gente valiosa que está aportando cosas al barrio y que no se conocen.
“También esta alternativa es como mantener una rendición de cuentas on line permanente, no hay que esperar a la asamblea cuando se convoca. Básicamente, he utilizado ese mecanismo para compartir todo lo que voy haciendo, aprendiendo.
“Incluso, hasta las dudas que voy teniendo también las consulto con la gente. Hasta para convocatorias prácticas o determinados avisos, ya sea de la propia doctora del consultorio del médico de la familia o para la propia convocatoria de los despachos… En fin, hay distintas facilidades prácticas que se pueden obtener por esta vía y que sí contribuye a la solución de problemas concretos, pero no suplanta, por supuesto, la acción en la realidad física, en la cotidianidad de la circunscripción”.
Foto de portada: Irene Pérez
(Tomado de Cubasí)