Este miércoles 25 de mayo, a las 10: 00 a.m., se inaugurará en la Unión de Periodistas de Cuba, la exposición fotográfica Cuando los píxeles lloran, la cual reúne 35 fotografías tomadas por una veintena de fotorreporteros cubanos, tras el siniestro ocurrido en el hotel Saratoga el pasado 6 de mayo.
También se realizará un taller sobre la experiencia de la cobertura periodística ofrecida por los medios públicos de prensa.
Palabras de presentación de la muestra
Aunque a los pies del hotel Saratoga cada cubano registró su imagen en esa rojísima «caja negra» a menudo llamada corazón, varios de los mejores fotorreporteros de nuestra prensa tensaron el alcance de sus lentes y su sensibilidad para plasmar en instantáneas profesionales la conmoción de un pueblo que se une más en el dolor que en la alegría, que ya es bastante decir.
Cual hicieran los rescatistas entre el polvo y los escombros para hallar, contra los soplos del tiempo, el mayor número posible de sobrevivientes y cuerpos, los fotógrafos buscaron, tras la cortina de una angustia muy espesa, los encuadres y composiciones que mejor documentaran otro episodio heroico de la nación: no por origen bélico o político, sino por la capacidad más que de/mostrada de trocar un fatal accidente en nuevo motivo de unidad nacional para salvar, igual que Fidel al expedicionario caído al agua, al último de sus hijos.
Si no cayeron «por Cuba», porque su única batalla de ese día era la de la cotidianidad, que de por sí nos suele ser heroica, los compatriotas fallecidos en los predios de un parque que nunca concitó tanta fraternidad partieron «con Cuba», la madre generosa que aún no cesa de acompañarlos.
Estas fotos, seguramente tomadas bajo miradas sísmicas, temblores íntimos, pequeñas grietas emocionales y hasta severas conmociones del pulso, hallaron sin embargo la firmeza exacta para confirmarse, en el repaso del duelo, como grises postales de la mayor familia.
Ilustración de portada: Ares/Cartel de la muestra.