El presidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), Juan Carlos Camaño, afirmó que “mientras intensifican la guerra a través de Ucrania y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Washington y Europa tratan de estrangular el libre acceso a la información veraz”.
Camaño, quien se expresó a raíz de conmemorarse el Día Mundial de la Libertad de Prensa, sostuvo que “Estados Unidos y sus aliados europeos deshonran la libertad de prensa, al tiempo que alegan defenderla. De esta manera crece la desinformación y la manipulación periodística”.
El presidente de la FELAP indicó que en esta fecha “no podemos olvidar las maniobras para entregar al periodista Julian Assange a Estados Unidos con la intención de sepultarlo en sus prisiones, como ha ocurrido con otros luchadores sociales”.
Asimismo el secretario general de la FELAP, Nelson del Castillo, sostuvo que “la censura contra aquellos periodistas o medios de comunicación que no se han plegado al discurso bélico, evidencia la hipocresía de naciones que se hacen llamar democráticas”.
Un ejemplo de esto son las recientes acciones de Estados Unidos – denunciada por la Asociación de Corresponsales de Naciones Unidas (UNCA)- que impiden a los corresponsales de la agencia cubana de noticias Prensa Latina incorporarse a sus puestos en las Naciones Unidas y Washington.
La FELAP calificó “esta actitud como una afrenta al periodismo dejando en claro -cada vez más- su rechazo a la información veraz con el propósito de ser instrumento de manipulación”.
(Tomado del sitio de la FELAP)
Lástima que tocando no uno, sino varios derechos y, además, tan fundamentales (a la información, a la comunicación, a la libertad de expresión, y eso en el reino de los que se llenan la boca con la palabra libertad -distinto son los hechos, como vemos-) se queden tan cortos. No sólo es censura, también son prohibiciones (leyes mordazas, cierres de cuentas, de posts, etc.). No sólo es de prensa, también son de las plataformas, navegadores, buscadores. O sea, no sólo es la información, es también la comunicación. En realidad es el neuropoder en pleno ejercicio, con sus neuroejércitos y neuropolicías atacando por todos los flancos a “su propia” población (el blanco objetivo) mediante sus medios de comunicación del control, la alienación y la colonización mental, el embrutecimiento y la conducción de masas (mccAcmEcm) y con diverso armamento (que confluyen en el bombardeo con el discurso único y completamente falso). Es la neurodominación, no la simple censura, son niveles y profundidades muy diferentes.