El proyecto del Código de las Familias es un texto jurídico protector de todas las familias y de sus miembros e impactará positivamente a cada persona con independencia de que no esté de acuerdo con algún tema, afirmó este viernes a través del sistema de videoconferencias de la Upec la profesora de Derecho de la Universidad de La Habana, Ana María Álvarez Tabío.
La experta, integrante de la comisión redactora de la norma que es discutida en todo el país, intercambió con trabajadores de la sede nacional de la organización y con miembros de las delegaciones provinciales mediante conexión virtual.
Argumentos y razonamientos sólidos sobre cada uno de los 11 títulos que están dentro de la propuesta, permitieron conocer al auditorio los pormenores de un Código que, a juicio de la especialista, es el de la pluralidad, donde caben todas las familias, y de la diversidad en cuanto a maneras de organizarnos en familia.
“Este es el Código del otro, de la otra y del nosotros”, razonó Álvarez Tabío y explicó la importancia ofrecida al lenguaje con el que está escrito el texto, el cual es general y abarca todas las circunstancias. Asimismo, lo calificó de respetuoso de los derechos humanos.
Argumentó que el proyecto busca responder a las realidades que vive la familia cubana, y mencionó como temas que lo atraviesan transversalmente, entre otros, el tratamiento a la violencia y la protección a las personas con discapacidad en el entorno del hogar.
La profesora universitaria fue enfática al afirmar que el proyecto que se debate en la actualidad contiene multiplicidad de alternativas entre las que cabemos todos, y llamó a estudiarlo, a leerlo y a consultar con expertos las dudas que puedan surgir.
En materia de comunicación, habló de la necesidad de desmontar los mitos con que se suelen acompañar los criterios contrarios al proyecto, y reafirmó que esta propuesta no fabrica, no impone ningún modelo ni quita derechos a nadie, y que por el contrario concede todos los derechos para todas las personas.
Entre los temas más debatidos hasta el momento en los encuentros vecinales y en los centros de trabajo, Ana María mencionó el referido al orden de los apellidos, la gestación solidaria, la responsabilidad parental-patria potestad, la autonomía progresiva, el matrimonio y la adopción por personas del mismo género.
Como argumentos para considerar al proyecto del Código de las Familias como avanzado, la profesora detalló un grupo de aspectos que lo sitúan como una expresión de la constitucionalización del derecho de las familias.
Manifestó que el parentesco se transforma y las fuentes de la filiación se multiplican (consanguinidad, adopción y socio-afectividad), reconoce el matrimonio y las uniones de hecho afectiva y dedica un título solo a las personas adultas mayores y a las que están en situación de discapacidad en el entorno socio-familiar. También, agregó, es coherente con los códigos Civil y Penal, con las leyes de Salud y de la Vivienda, así como las de las Notarías y las aprobadas por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
Por otra parte, dijo que este proyecto es respetuoso de los tratados internacionales de los que Cuba es parte, contiene un sello de identidad cubano e ibero/latinoamericano, ofrece una visión multidisciplinaria de la protección a las familias, recoge en su sentir la pluralidad, la diversidad familiar, la inclusión y la igualdad y la no discriminación, entre otros enunciados.
Luego de la magistral intervención, Ricardo Ronquillo Bello, presidente de la Upec, agradeció, en nombre de los trabajadores de la organización a Ana María Álvarez Tabío por la explicación detallada, amplia y exquisita realizada sobre el instrumento jurídico.
Manifestó que uno de los objetivos del encuentro ha sido sensibilizar sobre la importancia que tiene que el país cuente con un Código de esta naturaleza hacia el futuro, por la significación que tendrá para la familia, para cualquier persona individualmente y para Cuba como sociedad.