Manuel Lauredo Román es conocido por caminar y desandar Bayamo de norte a sur y de este a oeste, siempre con un cuento picaresco y breve en el disparador de su narrativa. Con más de 30 años como periodista radial, su destacada labor fue reconocida con el Premio por la Obra de la Vida Rubén Castillo Ramos 2022, máximo estímulo que confiere la Unión de Periodistas de Cuba (Upec) en la provincia de Granma.
El galardón le será entregado en la tradicional ceremonia que cada año tiene lugar con motivo del Día de la Prensa Cubana, el próximo 14 de marzo.
Lauredo—así le dicen la mayoría de quienes le conocen— se autodefine “auténtico bayamés”. Hijo de madre bayamesa y padre gallego, nació el 27 de octubre de 1937 en la céntrica calle General García, cerca del otrora cuartel Carlos Manuel de Céspedes, un sitio donde solía jugar de niño con los militares destacados allí.
“Pero nunca tuve nada que ver con la dictadura de los gobiernos de turno”, aclaró él. Según recuerda, el conocimiento de esa instalación castrense le sirvió tiempo después para suministrar información sobre ella al Movimiento 26 de Julio.
El gallego, como también le dicen, cursó, en su ciudad natal, estudios de Mecánica Automotriz, y luego de Contaduría, graduándose de contador principal.Con la jocosidad que los 85 años vividos no le menguan, rememora sus primeras incursiones en el periodismo que se remontan a cuando era un joven mandadero de la bodega La Diana —en la hoy ciudad Monumento Nacional—, y al llevar pedidos a los prostíbulos escuchaba comentarios sobre golpizas, apuñalamientos y otros sucesos, los cuales tributaba a un espacio radial nombrado Chismi cronoticias. Muchos años después supo que estos clasificaban dentro de la llamada crónica roja.
“Un buen día, recuerda, en 1953, Robert Paneque —notorio periodista bayamés de la prensa escrita y radial— me da un seminario sobre la redacción de informaciones y me convierto en corresponsal de la CMKX, emisora radial de la provincia de Granma ubicada entonces en los altos del cine Céspedes.
“Allí (en la CMKX), me propusieron escribir un programa que se llamaba Por los caminos del libro. Comencé a hacerlo y como no apareció un locutor, me tocó también dirigirlo y animarlo. Aunque no me pagaban ni un centavo, aquella experiencia sirvió para ejercitarme”. Además de contaminarlo”, con el “virus” del periodismo.
Tuvo el privilegio de que, junto a Peneque —barbero, historiador, graduado de la Escuela Profesional de Periodismo Manuel Márquez Sterling y combatiente de la clandestinidad —, le enseñaran a redactar los intelectuales Víctor Montero, Terencio Montero, Rolando Antonio Paneque y Manuel de Regla Díaz.
Luego del triunfo de la Revolución, en enero de 1959, se desempeñó en múltiples tareas: interventor de industrias, en Holguín; director regional de bebidas y licores, en Santiago de Cuba; directivo en la fábrica textil Sakenaff II, en Bayamo; cuadro del Partido en Granma durante 23 años; fue fundador de la Agencia de Información Nacional, devenida Agencia Cubana de Noticias; director del periódico La Demajagua, y desde 1990, periodista de la emisora Radio Bayamo.
Entre sus más gratos recuerdos conserva el haber conocido a Ernesto Che Guevara en 1959, donde se erigía la ciudad escolar Camilo Cienfuegos, en El Caney, actual municipio granmense de Bartolomé Masó, y coincidir con él después en más de una ocasión.
A este empedernido ponedor de apodos, incluido su hijo al cual le decía Proscopio, lo han confundido, más de una vez, con otra persona. En cierta ocasión que estaba de visita en España, mientras recorría una feria montada en una avenida los expendedores le obsequiaban todo lo que tocara o mirara con detenimiento Lauredo no sabía por qué, hasta que dos encopetadas damas lo abrazaron y besaron, dándole la bienvenida al “Padre Fulano de Tal”, preguntándole cómo le había ido en su misión por África, de donde acababa de retornar.
En la historia de vida de Manuel Lauredo Román destacan, además, el haber participar, en 1961, en la Campaña de alfabetización que convirtió a Cuba en el primer país de América Latina libre de analfabetismo, ser fundador de las Milicias Nacionales Revolucionarias y de las Milicias de Tropas Territoriales; así como, de la Asociación de Jóvenes Rebeldes y de la Unión de Jóvenes Comunistas.
Al más importante premio de la Upec en Granma que le entregarán, se suman más de 70 reconocimientos, entre estos, las distinciones Félix Elmuza y Raúl Gómez García, conferidas por el Consejo de Estado de la República de Cuba y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura, respectivamente; Vanguardia Nacional, máximo estímulo que otorga la Central de Trabajadores de Cuba; medallas de la Alfabetización, 28 de Septiembre, Servicio Distinguido y XX Aniversario de las FAR.
Graduado de Licenciatura en Periodismo por la Universidad de Oriente, en los años de 1980, la obra y vida de Manuel Lauredo no es cuento de camino ni sobre gallegos, es de trabajo serio, responsable, salpicadas con la sal y la pimienta de su propia picaresca.
Gracias Fombe por acercarnos a Lauredo Roman, yo en particular lo recuerdo con mucho cariño y siempre fue para mi como un maestro en todas las esferas de la vida. EPA y que su alegría perdure por las calles de su Bayamo natal y que tanto quería: