El hecho de que varios colegas podamos compartir nuestras experiencias con agricultores, cuentapropistas, obreros, maestros, médicos, ingenieros, no solo dejará beneficios y emociones personales, confesó a Cubaperiodistas.cu, Joel García León, periodista del semanario Trabajadores, quien gustosamente ofreció sus impresiones sobre la próxima cita partidista a la cual es delegado.
Interrogado en sólo tres preguntas, el también integrante de la Presidencia Nacional de la Upec y Presidente de la delegación ramal de la organización en la prensa escrita nacional, refirió sus expectativas, anhelos, análisis.
-Al ser electo al Congreso del PCC, usted, en su condición de militante del Partido representa también al gremio periodístico ¿Qué expectativas levanta el importante evento para nuestra profesión?
“El periodismo es una carrera política y militante. Y en el caso del proceso revolucionario cubano, la prensa siempre lo ha acompañado desde la valoración justa y objetiva de los logros de estos 58 años, hasta la crítica constructiva de lo que no ha salido bien. Por supuesto, no todo ha sido perfecto y muchas rutinas productivas siguen inmóviles, los problemas con las fuentes de información no han cesado y continúa la gerencia de la información por parte de algunas instancias partidistas en lugar de la orientación a la hora de diseñar o presentar un producto informativo.
Representar entonces al gremio periodístico en el Congreso del Partido significa varias cosas. Primero, la posibilidad de aportar criterios, ideas e interpretaciones a cada uno de los análisis que tendrán lugar en el evento, muchos de ellos de extraordinaria importancia para el futuro del país. Segundo, compartir la visión de que en tiempo de prioridad económica nunca podrán dejarse atrás los aspectos ideológicos, pues la historia muestra con meridiana claridad que eso puede ser fatal. Ahí están los ejemplos de algunas naciones del llamado socialismo europeo, que en la década del 80 del siglo pasado eran prósperas económicamente, sin embargo, el sistema social no sobrevivió por fallas ideológicas, en algunos casos, vinculadas con el trabajo de la prensa.
Tercero, el país hoy está necesitando, como en ningún otro período anterior, la aprobación de una política de comunicación que no solo regule y amplíe el conocimiento y la importancia de este tema en cada una de los actores de la sociedad, sino que permita un mejor trabajo de los medios de comunicación y sus periodistas. Y eso es fundamental en la sostenibilidad del socialismo cubano, tal y como debe ratificarse en el Congreso.
El hecho de que varios colegas podamos compartir nuestras experiencias con agricultores, cuentapropistas, obreros, maestros, médicos, ingenieros, etcétera, no solo dejará beneficios y emociones personales. Quizás, como nunca antes, este intercambio permitirá mostrarle a ellos que tenemos las mismas preocupaciones en cuanto a la economía familiar y social; la alimentación, la burocracia, la falta de cuadros competentes en muchos organismos y organizaciones, por solo citar algunos ejemplos.
La expectativa sobre un Congreso como este, el último de la generación histórica que hizo la Revolución, no puede verse asociada a un tema gremial o conquista periodística sobre determinado aspecto. Lo más trascendente será siempre cuánto podemos aportar desde la prensa al debate nacional sobre el socialismo que estamos construyendo en medio de una guerra cultural, simbólica y cada vez más difícil de entender si nos aferramos a códigos y modos de actuación ya superados en el tiempo”.
-¿Qué aspectos de su vida personal lo llevaron a ser electo delegado al Congreso del PCC?
“Fui nueve años secretario genera, entre el núcleo y el Comité del Partido en el Periódico Trabajadores. Soy miembro del Comité Municipal del Partido desde 2011. La propuesta salió de mi núcleo del PCC, pero quizás lo que más satisface no es lo personal, sino ver, por vez primera, en la delegación del municipio Plaza de la Revolución a cuatro periodistas entre los 30 compañeros que la integramos”.
-¿Cómo se interrelaciona su labor partidista con su carrera como profesional de la prensa? ¿Se mezclan o interfieren una con la otra?
“La labor partidista ha robado no poco espacio a lo profesional, sobre todo cuando tenía cargo en la organización de base. Sin embargo, ha servido de complemento porque he aprendido de ese trabajo métodos y formas que luego me han servido para el quehacer diario como periodista. Aprender a escuchar, a encauzar debates, a llegar a conclusiones a partir del consenso, a organizar las ideas y sobre todo a ganar más convicciones sobre por qué es necesario defender este proceso revolucionario, son las mayores enseñanzas.
“El Partido nunca ha desconocido la importancia de la prensa desde que surgió. Y esa concepción fue heredada de José Martí y el periódico Patria. Pero hoy se impone un nuevo salto, hacia el periodismo más militante del que hablé al principio, pero con alas de estos tiempos, entendidas esas alas como creación, menos trabas, menos secretismo y más compromiso con la obra que todos los días escribe y protagoniza este pueblo”.
