“Al igual que los demás compañeros, fui seleccionado por mi núcleo, que vio en mí cualidades para representarlos en la cita partidista”, expresó a Cubaperiodistas.cu, el colega Yoerky Sánchez Cuellar, Jefe de Información Nacional de Juventud Rebelde, uno de los 55 delegados menores de 35 años que asistirá al VII Congreso del PCC.
-Al ser electo al congreso del PCC usted, en su condición de militante del Partido representa también al gremio ¿Qué expectativas le levanta el importante evento para nuestra profesión?
La llegada de un Congreso del Partido siempre provoca gran expectativa en los profesionales de la prensa en Cuba porque, cuando ocurre un evento de esa magnitud, no solo se discuten los problemas generales de la sociedad, sino también aquellos que tienen que ver con el ámbito mediático.
En el caso del VII, próximo a celebrarse, confluyen distintos factores que le imprimen una relevancia mayor: en primer lugar, el proceso de actualización del modelo económico, que ha ocupado la agenda de los medios desde la aprobación de los Lineamientos en 2011. Desde las páginas impresas y digitales de los diarios, semanarios, revistas, o en la radio y la Televisión, en este lustro hemos reflejado los cambios que genera la implementación de más de 130 políticas en el país.
A la prensa le ha tocado no solo ser mera divulgadora de ese proceso. También ha sido cuestionadora, indagadora de dificultades, ha alertado de las desviaciones y ha puesto el debate económico en la agenda pública, desde la indagación e investigación periodísticas. Aún en ese camino queda mucho por avanzar… Unos lo han hecho mejor; otro no tanto. Sin embargo, creo que esta etapa de transformaciones nos ha permitido a todos los profesionales de los medios ganar en cultura y buscar nuevas herramientas para dilucidar los asuntos que tienen un impacto directo en la población.
En segundo lugar, el Congreso abordará cuánto se ha avanzado o no en la esfera de la comunicación por parte de los Organismos de la Administración Central del Estado, teniendo en cuenta los debates que se han hecho en el seno de estos, luego del IX Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba.
Los integrantes del gremio sabemos que no puede existir una correcta actualización del modelo si junto con ello no se actualizan sus componentes comunicativos. De ahí la necesidad de una política de comunicación del Estado y el Gobierno coherente con los tiempos actuales.
Y en tercer lugar, desde el punto de vista ideológico, el Congreso será un espacio ideal para discutir sobe el rol de la prensa en la construcción del modelo cubano de desarrollo socialista, en momentos en que la dinámica de los medios cambia a partir del impacto de las nuevas tecnologías y la llegada de las redes sociales, que resultan el nicho natural de los públicos jóvenes.
¿Cómo trasladar el mensaje de modo ameno, sin hacer concesiones a la mediocridad y a la noticia chatarra? ¿Qué incentivos podemos brindarles a los más nuevos para sumarlos a la batalla por el socialismo próspero y sostenible que aspiramos? ¿Cómo el periodismo militante, sin dejar de serlo, se acerca cada día más a los gustos y preferencias de nuestros públicos? ¿Qué necesitamos para saber combinar la política con la belleza? Son preguntas que llevaremos al Congreso y cuyas respuestas dependerán de la creatividad de cada uno de los que ejercemos la profesión en nuestro país.
-¿Qué aspectos de su vida personal lo llevaron a ser electo delegado al Congreso del PCC?
Al igual que los demás compañeros, fui seleccionado por mi núcleo, que vio en mí cualidades para representarlos en la cita partidista. Sinceramente, otros militantes de Juventud Rebelde cuentan con tantas o más cualidades que yo para ser también delegados. Al final me propusieron a mí, lo que asumí con orgullo y como un compromiso con el trabajo, con el propio Partido y el futuro de la Revolución.
-¿Cómo se interrelaciona su labor partidista con su carrera como profesional de la prensa? ¿Se mezclan o interfieren una con la otra?
Soy de los que creen que uno no puede ser militante del Partido solo el día de la reunión del núcleo. Se es militante a tiempo completo. Y en ello la militancia coincide con la profesión. Uno es periodista las 24 horas. Y cuando ocurre un maltrato a una persona o se incumple un plan de producción por un robo en una empresa, el hecho duele tanto al militante como al periodista. Ambos somos soldados ideológicos. No quiero decir con ello que todos los periodistas automáticamente tengamos que poseer el carnet del Partido, pero de lo que no hay dudas es que en Cuba nos damos las manos, militantes y reporteros, cuando se trata de educar, formar conciencia y sembrar los valores que necesitamos para el desarrollo de nuestra sociedad.
