En los confines de mi memoria se pierde la tarde en que un amigo y compañero de la secundaria básica me habló de Oscar Rodríguez Díaz, un joven profesor del Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech, al que, a pesar de ser mi coterráneo, yo no conocía ni de oídas.
Recuerdo que el amigo me contó cómo el joven profesor ya se empeñaba en impartir a sus alumnos, de un modo distinto, no convencional, la asignatura de geografía. Confieso que el adolescente que era entonces no supo hacer en su cabeza la diferencia, entre los habituales profesores de esta asignatura y ese joven ingenioso del que me hablaba.
El hecho de descubrir y disfrutar, años más tarde, de su libro “Geografía de las curiosidades”, y de otros textos escritos por él, me llevaron a cruzar las puertas de la obra de un autor con unos dones excepcionales para explicar las luces y sombras, lo máximo y lo mínimo de este inmenso planeta nuestro; para enseñar y entretener a un tiempo; para humanizar los espacios geográficos sin perder un ápice de rigurosidad científica.
Hoy pudiera decir que el Doctor en Ciencias Pedagógicas, Oscar Rodríguez Díaz, ha sobrecumplido, sin dudas, aquel lejano entusiasmo con el cual un día me hablara un amigo acerca de un joven talento de mi pueblo, razón más que suficiente para darle vida a esta entrevista.
-Desde tiempos inmemoriales escucho hablar de la importancia de conocer a fondo las matemáticas y la literatura, por solo citar dos casos. ¿Qué importancia tiene conocer la geografía, más allá de ubicar este o aquel espacio, océano, montaña, volcán o país en un mapa?
-La Geografía como ciencia y como disciplina escolar, posee una especial importancia por sus aportes sociales, económicos y culturales, lo que se ha acrecentado con el vertiginoso desarrollo del transporte y las comunicaciones y con el proceso de globalización.
“Sin conocimientos geográficos elementales es imposible comprender el mundo de nuestros días y ni siquiera el espacio que nos rodea, donde, por ejemplo, el estado del tiempo y sus predicciones se apoyan en elementos que atañen a su campo de estudio. Hasta la comprensión de un noticiero, el disfrute pleno de un filme o de un viaje, la requieren”.
-Hablas con un amor especial por tu libro “Geografía de las curiosidades”. ¿Es tu favorito?
-En efecto, es mi libro favorito, y me ha llenado de satisfacciones desde que lo escribí en la primavera de 1993. Tiene una edición Príncipe (1993), cuatro ediciones (1995, 2005, 2015 y 2017), y una reimpresión (2001); obtuvo el premio Pinos Nuevos en el género de divulgación científica en su segunda edición.
“También fue mi tesis en defensa del grado científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas al presentarlo en 2004 como libro de texto auxiliar para el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Geografía en los niveles medio y superior”.
-Has sido colaborador de publicaciones como los periódicos El habanero y El artemiseño. ¿Qué opinión te merece la divulgación de la geografía en nuestros medios de comunicación?
-Además de los dos periódicos provinciales mencionados, he publicado en Juventud Rebelde. El total de mis artículos en la prensa escrita rebasa la cifra de 180. Asimismo, otra decena solo ha tenido salidas digitales, una de ellas en el periódico Granma.
“Poseo igualmente numerosos trabajos publicados en revistas especializadas, casi siempre en el campo de la geografía y la historia. Concedo especial importancia a la divulgación geográfica, dada su relevancia en la vida cultural y cotidiana de las personas. Recordemos que los acontecimientos históricos, y de todo tipo, transcurren siempre en una escala geográfica”.
-¿Cuáles son los errores más frecuentes al reflejar la geografía en nuestros medios de prensa?
-Percibo errores, entre los cuales podría mencionar el mal uso de la nomenclatura oficial, hasta el punto de que pierdo la noción del número de versiones usadas para escribir el nombre de países como Azerbaiyán o Kazajistán.
“ De la misma manera en el uso erróneo de clasificaciones para la designación de sitios concurridos al estilo de ciudad, pueblo, poblado o caserío, que poseen sus propias definiciones. No menos relevante, , es la insistencia de designar al turismo como una industria, cuando en realidad pertenece a la esfera de los servicios”.
-Tuvimos la suerte de disfrutar de tu participación como especialista en el programa televisivo Pasaje a lo Desconocido. ¿Cómo es posible que sobre el tema debatido entonces se muevan tantos criterios absurdos?
-Fue una inolvidable y sorpresiva experiencia. Traté el tema del terraplanismo y confieso que, cuando el equipo de Taladrid me lo propuso, quedé perplejo por tener que explicar, ante las cámaras, una verdad tan contundentemente probada como que la Tierra es esférica. Los conocimientos adquiridos en el arte de enseñar geografía me ayudaron en las argumentaciones que parecían ‘verdades de Perogrullo’.
“Me cuesta mucho comprender cómo esa tendencia absurda ha ganado millones de adeptos en determinados segmentos poblacionales, bajo la influencia de las redes sociales y el cuestionamiento de verdades acuñadas”.
-¿Cuántos libros has publicado?
– Nueve libros en siete casas editoriales distintas, seis de ellas cubanas y una europea (Editorial Académica Española). Son los siguientes: “Geografía de las curiosidades”, “Las islas del mundo”, “Ceiba del Agua. Historias, memorias y leyendas”, “Fronteras del mundo”, “Compendio insular”, “100 preguntas sobre Geografía”, “La Habana 500. Medio milenio de una ciudad”, “La actualización en el tratamiento geográfico del país natal” y “A la Luna”. Además, como autor principal o coautor el número de libros y atlas publicados se acerca a la veintena, la mayoría vinculados al sector educacional”.
-¿Qué le debes a la docencia?
-En el plano profesional le debo casi todo. Tengamos en cuenta que, si incluyo mis años en el Destacamento Pedagógico Manuel Ascunse, cumpliré en agosto venidero medio siglo impartiendo clases de Geografía, 43 de ellos en la Educación Superior, en universidades de Cuba y de otros tres países. Fui teleprofesor en tres cursos de Universidad para Todos.
“La docencia ha sido siempre un importante factor motivador e influyó en el perfeccionamiento continuo de mi lenguaje y escritura para hacer asequible, a los demás, la expresión de mis ideas. De ahí la influencia ejercida para mi otra gran pasión, que es escribir”.
-Decidiste vivir y crear en un pueblo pequeño llamado Ceiba del Agua. ¿Cuántas desventajas tiene para un intelectual de amplia obra, residir en este espacio distante de la capital? ¿Qué significa Ceiba del Agua para ti?
-He paliado esas presuntas desventajas con el hecho de haber trabajado más de 30 años en La Habana, a 32 kilómetros de mi lugar de residencia. Como profesor de su excelente universidad pedagógica, la capital me abrió, desde 1978, sus magníficas puertas culturales que he aprovechado al máximo.
“De manera que no se debe pensar en un aislamiento capitalino, sino más bien en un acercamiento laboral y vivencial que significa estar en ella un tercio de cada día que la visito. Por otro lado, de mis nueve libros, uno está dedicado a mi amado pueblo natal y tierra de mis ancestros, pero otro a mi capital querida”.
Deseo agradecerle a mi amigo y admirado escritor Miguel Terry Valdespino este nuevo trabajo dedicado a mi persona.
Excelente profesional de la educación. Además, de contar con un caudal amplio de conocimientos, relacionados con su profesión.
Tener a Oscarito de profesor es de las mejores cosas que sucedió en mi vida,con el aprendimos,reimos,visitamos islas o lugares insospechados de una forma diferente
A él sólo podemos agradecer por poner su conocimiento y talento a la disposición de tantas personas
Felicidades Profesor
Excelente profesional, tengo el orgullo de haber sido su estudiante, hoy somos compañeros de trabajo y fue mi tutor de doctorado
El doctor Óscar Rodríguez, maestro por convicción, que nos deleita cada vez que nos explica aspectos poco conocidos de la Geografía nacional e internacional. A usted mi respeto como profesional y ser humano.
Oscarito es un profesional de talla mayor. Modesto y sencillo. Es el profesor que necesitamos y que debemos formar. Me siento honrada por ser su colega en el Varona.
Me uno a las felicitaciones anteriores soy ex compañera del Varona y hemos trabajado muy unidos y amigos siempre, admirando su evolución y creatividad. Sigue así y felicidades a Yolanda e hijos.
Felicito al profesor por su labor y por poner en alto el nombre de nuestra universidad pedagógica