¿Cuáles elementos se tendrán en cuenta para premiar la innovación en los medios de prensa cubanos? ¿Qué cambios tangibles se han apreciado en la práctica y gestión periodística en el último año? ¿Son realmente innovadoras las estrategias de comunicación en Cuba?
Del 24 al 26 de noviembre, cuando se celebre el Segundo Festival Nacional Virtual de la Prensa, tales interrogantes volverán a posicionarse en el centro de atención de los periodistas y directivos de los medios públicos en el país.
La Doctora en Ciencias de la Comunicación y profesora de la Universidad de La Habana, Ana Teresa Badía, quien será la presidenta del jurado del encuentro, cree que un evento de esta naturaleza debe servir “para evaluar qué estamos haciendo bien y qué no”, para intercambiar “cuáles son las mejores experiencias y cómo aplicarlas ante diferentes contextos”.
Sabdiel Batista, presidente de la Upec en Cienfuegos, integra el jurado del segundo Festival junto al Máster en Ciencias de la Comunicación y profesor de la Universidad de Habana, Fidel Alejandro Rodríguez y al periodista y director informativo del Noticiero Cultural de la Televisión Cubana, Yuris Nórido. Para él, uno de los elementos a considerar es que los proyectos presentados den respuestas científicas a problemas editoriales presentes en los medios ante lo cual-precisa-no evalúa como pertinente “reconocer o premiar proyectos o investigaciones que hagan ´autopsias´ de los problemas sin mostrar soluciones”.
Tanto Ana Teresa como Sabdiel confían en que el segundo Festival de la Prensa se erige como un espacio capaz de contribuir a la superación profesional para la que resulta imprescindible la efectiva sinergia entre praxis periodística y la teoría que se enseña en la academia. “El secreto está en la combinación de ambas-destaca Ana Teresa Badía-, que el trabajo periodístico se convierta en un amasijo de lo mejor de la academia y lo mejor de la práctica”.
El inmovilismo de los medios de comunicación ante sociedades cambiantes tiene un costo: los públicos. Ana Teresa lo resalta en dos ocasiones con el propósito de llamar la atención sobre la necesidad de continuar transformando las maneras de hacer periodismo; algo que para Sabdiel no puede quedarse en la imparcialidad de la tinta sobre el papel o en las recomendaciones finales de una tesis.
“El Festival es diferente, pero todavía muchos proyectos necesitan de cambios organizativos, plantillas para ejecutarse y otros, hasta cambios normativos”, resalta el periodista cienfueguero y agrega, desde esta perspectiva, que no todas las propuestas presentadas en la segunda edición podrán desarrollarse, si bien “serán el medidor para establecer una ruta de éxito a mediano y largo plazo”.
Ana Teresa Badía también participó en el primer Festival Nacional de la Prensa, y de esa edición destaca las ventajas de la virtualidad, por lo cual, a pesar de la flexibilidad de las restricciones impuestas ante la COVID-19, considera que una de las experiencias más logradas que debe mantenerse es el desarrollo del evento mediante esa modalidad.
Con miras al futuro desarrollo del Festival, la profesora de la Facultad de Comunicación habla también sobre la urgencia de pensar en otros indicadores que permitan evaluar la calidad, la eficiencia y la eficacia de los proyectos, acción que “nos haría aproximarnos a las maneras evaluativas e investigativas aplicadas en el mundo con relación al análisis de los medios de comunicación”.
Para Ana Teresa, innovar debe traducirse en investigación pertinente, praxis novedosa, reforma de los planes de estudio y el vínculo expedito entre la profesión y la Universidad. Con respecto a eso, en Cuba, aún hay deberes pendientes. Badía reconoce que los medios de comunicación deben ser vistos como organizaciones y aduce que, “sin abandonar nuestros preceptos sociales fundamentales, se debe continuar estudiando y adaptando los modelos de la economía política de la comunicación a nuestros contextos; profundizar en los cambios de los hábitos de consumo de la ciudadanía y renovar el discurso mediático plagado de frases que no movilizan ni comunican” a las audiencias.
No se puede hablar de innovación solo una vez al año. El Festival debe servir como plataforma estratégica para pensar, sistematizar y presentar proyectos que contribuyan al desarrollo de cambios reales, aplicables y urgentes en los medios públicos. El año 2021 ha sito retador en muchos sentidos y algo que satisface a Ana Teresa en medio de un contexto nacional complejo, determinado por el reordenamiento monetario, por los peores números de contagios y muertes registrados en el país debido a la pandemia, por la agresión constante de los Gobiernos de Estados Unidos, por la escasez de medicamentos y la tensa situación electroenergética, es que se han contado las historias de los protagonistas reales de los acontecimientos.
“En medio de tanto dolor-concluye- y a pesar de que el camino es largo han renacido las historias de las que, verdaderamente, hay que hablar. Lo vivido y lo cambiado en nuestros medios debe investigarse y las mejores experiencias deberán quedarse como una especie de transformación pospandémica”.
Ilustraciones: Dary Steyners