Sigurdur Ingi Thordarson, el testigo clave y primer informante conocido del FBI en el caso contra Julian Assange, fue encarcelado en Islandia este 24 de septiembre y se encuentra en prisión preventiva en la cárcel de mayor seguridad de la isla, Litla Hraun.
Thordarson es un presunto pirata informático –aunque no fue juzgado porque el FBI le concedió inmunidad a cambio de su testimonio contra Assange– y un pedófilo condenado por haber abusado sexualmente de nueve niños –otros cinco casos fueron archivados por falta de pruebas–.
El individuo fue arrestado el mismo día que volvió a Islandia de un viaje a España, según precisa el periódico islandés Stundin. Tras su comparecencia ante un juez, se resolvió su detención indefinida con la finalidad de frenar una ola de crímenes en curso.
Su encarcelación se ha producido en virtud de una ley que raramente se invoca en el país, que pretende detener a los delincuentes reincidentes para que dejen de violar la ley mientras se desarrollan los procesos judiciales.
Este sería el caso de Thordarson, que, en una reciente entrevista en Stundin, admitió que encabezaba un entramado de empresas enfocado a su descapitalización que inevitablemente las conduciría a la quiebra. “¿Es ilegal? No, simplemente es muy inmoral”, afirmaba, a pesar de que en Islandia se ha condenado a personas por hechos muy similares. Con estas declaraciones, el tribunal apreció un alto riesgo de reincidencia continua.
La figura de Thordarson es de vital importancia para entender el procesamiento de Julian Assange en EE.UU. El Departamento de Justicia de ese país lo considera un testigo clave y así se lo hizo saber a la Justicia británica cuando solicitaron su extradición.
Lo que ha trascendido hasta ahora es que fue reclutado por las autoridades estadounidenses para construir el caso contra el fundador de WikiLeaks. Sin embargo, hace poco, Thordarson admitió en una entrevista haber fabricado las declaraciones que implicaban a Assange. Gracias a esa colaboración, el FBI le concedió la inmunidad.
El hombre ahora encarcelado, de hecho, fue voluntario para recaudar fondos para WikiLeaks en 2010, aunque lo que se descubrió con posterioridad es que aprovechó para malversar más de 50.000 dólares de la organización.
Kristinn Hrafnsson, editor en jefe de WikiLeaks, mantiene que el caso contra Julian Assange debe se abandonado y que, ante lo conocido recientemente, “bajo ninguna circunstancia” el Reino Unido puede extraditarlo. “El testigo clave de la acusación de EE.UU. contra él está en prisión por delitos en serie-manifestó- la misma persona que hace unas semanas confirmó en entrevistas que los elementos de la acusación contra Julian, donde él era el único testigo, eran invenciones totales“.
Con información de RT