La compañera Lidia Fagale, secretaria General de la UTPBA y miembro del Presidium de la Plataforma de Cooperación de Organizaciones Internacionales de Periodistas del Belt and Road, participó de la Conferencia Mundial de Internet 2021, en la cual expusieron personalidades de la ciencia, la comunicación y el periodismo de todo el mundo, entre ellas, el presidente chino, Xi Jinping, y el vice primer ministro chino, Liu He.
Bajo el lema “Hacia una nueva era de la civilización digital”, el evento finalizado hoy, martes 28, se desarrolló en la provincia china de Zhejiang, y se centró en áreas como la computación en la nube, los macrodatos, la inteligencia artificial, el 5G y la ciberseguridad.
La Unión de Trabajadores de prensa de Buenos Aires (UTPBA) fue invitada para brindar el discurso de apertura en el sub foro “Prevención conjunta de las noticias falsas en internet”, organizado por la Asociación Nacional de Periodistas de China, el pasado domingo 26.
A continuación, la ponencia completa de la compañera Lidia Fagale:
El papel de los medios de comunicación en la prevención de noticias falsas en el ciberespacio
Agradezco la honorable invitación de la Asociación de Periodistas de China para abrir el sub foro con el tema Verdad y Responsabilidad: El papel de los medios de comunicación en la prevención de noticias falsas en el ciberespacio.
Me interesa señalar que el trayecto realizado por la República Popular China en las distintas Conferencias Mundiales sobre Internet y el temario que se ha planteado en la presente Conferencia nos convoca a un enorme desafío, a una ciclópea tarea donde convergen varias disciplinas:
La verdad, la responsabilidad de informar como periodistas, o como empresas de comunicación tradicionales, diarios, agencias, editoriales, televisión, radios, así como las distintas plataformas sociales, las grandes empresas tecnológicas, los gobiernos, el Estado extendido a la sociedad civil; todo ello delinea un escenario donde la filosofía, la comunicación como ciencia, el periodismo como profesión, la sociología, la cultura en general, los procesos ideológicos que se desarrollan a escala global, así como los distintos dispositivos del poder del capital y su logística cultural-social, son parte de todos los aspectos -y quizás falten algunos- que debemos considerar cuando nos preguntamos: cómo adoptar medidas de prevención frente a las noticias falsas en el ciberespacio.
A lo largo de lo vivido como periodista y dirigente de una organización de periodistas y comunicadores, sostengo lo que siempre sostuvieron -y sostienen- la UNIÓN DE TRABAJADORES DE PRENSA DE BUENOS AIRES, UTPBA, la FEDERACION LATINOAMERICANA DE PERIODISTAS, FELAP y la PLATAFORMA DE COOPERACION DE ORGANIZACIONES INTERNACIONALES DE PERIODISTAS.
1.-El tema de la lucha por la verdad y la responsabilidad que asumimos quienes tenemos la tarea de informar en el ámbito de la comunicación, hoy globalizada y a la vez concentrada, no es apenas un acto individual e impoluto y ajeno a un sistema global de información que condiciona inexorablemente al trabajador dentro del campo del periodismo y la comunicación, así como a la sociedad toda.
2.- La lucha por la verdad está íntimamente ligada al tipo de sociedad a la que aspiramos y condicionada por la sociedad en la que vivimos. Y la sociedad en la cual vivimos está sujeta, como nunca antes en la historia de la humanidad, a los paradigmas férreos y vigentes de las sociedades occidentales capitalistas en una etapa de desarrollo tecnológico que opera como logística cultural y económica de acumulación del gran capital. Eso, como sabemos, es hoy occidente.
3.- Me pregunto: ¿Qué es la verdad? ¿No es acaso una construcción ideológica? Y si la verdad es una construcción ideológica, nuestra lucha, la de los periodistas por la verdad -en este caso informativa- ¿no debiera estar asociada a la lucha por la sociedad en la que aspiramos vivir?
4.-Ninguna lucha por la verdad será efectiva si no hay organización. De ahí, como ejemplo de una organización para esa lucha, la Plataforma de Organizaciones Internacionales de Periodistas, nacida en Beijing en 2018.
5.-Esto implica que no habrá posibilidades de construir nuestras verdades si no luchamos por sociedades más igualitarias en lo económico, en lo político, en lo social. Hoy las grandes empresas tecnológicas manejan ganancias que en la mayoría de los casos exceden el producto bruto interno de muchos países del mundo. Ellas imponen sus leyes.
6.-El combate contra la mentira, contra las noticias falsas en el ciberespacio no depende apenas de leyes regulatorias. La realidad que vivimos durante la pandemia ha demostrado que ninguna ley puede imponerse si no existe una fuerza social capaz de imponer condiciones para sostenerla. Esa fuerza social debe ser global, el multilateralismo debe jugar hoy un papel central a la hora de acordar marcos normativos de respeto mutuo frente a las falsedades informativas.
7.-Pero también me pregunto: Hoy en el mundo se han creado instituciones que combaten en las plataformas las denominadas fake news. No minimizo el aporte de estas organizaciones, pero no alcanza para modificar la forma en que las personas masivamente consumen información. Hay un modelo cultural de consumo que ha modificado al ser humano tal cual lo hemos conocido hasta el siglo pasado. Por lo tanto la batalla cultural es enorme, diversa, amplia y global. Lo diremos una vez más: la batalla por la justicia -y en ella, por la verdad- es una batalla cultural, política, económica y social.
8.-La lucha contra la mentira organizada es difícil y compleja, y requiere de un alto compromiso en la elaboración y desarrollo de herramientas teóricas y prácticas, anticiparnos a lo que en pocos años más se convertirá en un aluvión de noticias falsas de la mano de la automatización y robotización en internet.
9.-Me interesa compartir con ustedes una interrogante: ¿Quien regula el silencio? El silencio, es decir: eso que no vemos, que desconocemos, sobre lo cual nadie habla, ¿sería la verdad? Teniendo en cuenta que, por ejemplo que el 98 por ciento del tráfico de Internet entre América Latina y el mundo circula por servidores de los EEUU. El 75 por ciento de la información que transita por el interior de nuestro subcontinente, también tienen sede “física” en “nubes” estadounidenses.
Internet se ha convertido en una sofisticada forma de dominación, que abarca, incluso, la obtención de ganancias internacionales que no pueden ser captadas por los Estados subalternos. ¿Podemos disociar nuestra lucha por la verdad y contra las noticias falsas y acotar nuestra responsabilidad profesional, sin mirar el alcance del escenario que aquí apenas se describe?
10- Por ello, el valor de la verdad en Karl Marx, sigue teniendo vigencia, a pesar de los profundos cambios que viene experimentando la humanidad frente a la avalancha informativa censurante, al nuevo modelo de consumo que simula pluralidad cuando no lo es, que es sistemática, repetitiva y global y cuenta con dispositivos que exceden los denominados medios de comunicación y las plataformas digitales.
Dice Marx: “Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo; pero lo importante es transformarlo”.
Es la cita que mejor describe la verdad al postular la necesidad de llevar a cabo la coincidencia entre los hechos y la razón, pero no en el plano teórico, sino en el plano práctico del ámbito social y político.
Y esto significa, la PRAXIS, sociopolítica y revolucionaria.
La verdad es construcción ideológica, y me apoyo en su definición al sostener que es el proceso por el cual una teoría se convierte en experiencia vivida y debería reflejar la emancipación humana dentro de una civilización que está en una crisis, profunda, cuasi terminal.
Hoy la verdad está en nuestra capacidad de leer la realidad y luchar para transformarla, sin caer en infantilismos.
Eso nos obliga a establecer prioridades, una de ellas es dar, desde la profesión, una extraordinaria lucha cultural, o -para mejor decir-: una lucha político-cultural, lo cual nos exige mayor formación y capacitación para el ejercicio de la profesión.
Se trata, entonces, de más organización y más capacitación para una lucha que necesariamente deberá articularse con otros sectores de la sociedad. Internet -como así la comunicación y la información, en su totalidad- se ha convertido en un territorio de disputa geopolítica y los ciudadanos del mundo, en su gran mayoría, en un “ejercito” que desconoce el trasfondo de ese escenario.
Subrayo: Más organización y más capacitación para luchar mejor en defensa de la humanidad y el planeta. Luchar mejor para transformar la realidad.
Muchas gracias por permitirme estas palabras.
(Tomado de la utpba.org)