El síndrome de Burnout recorre el mundo junto con la Covid-19 y su dramático saldo de enfermos y fallecidos. La diana de este mal son los médicos, enfermeros y técnicos de la salud y su agotamiento físico y mental, ante una batalla por salvar vidas que se extiende en el tiempo.
Inicialmente, la comunidad científica internacional calificaba la afección a “una nueva forma de enfermar”, que no solo concierne al médico afectado, sino al riesgo de su asistencia al paciente cuando no se tiene en cuenta que en un profesional en dicho estado sus capacidades disminuyen.
Tales desafíos condujeron a los expertos a promover la recalificación de los conocimientos del galeno y personal de salud sometidos a esos excesos con la intención de trasmitirle confianza en sí mismo, dado que el Burnout es un riesgo que requiere la protección del personal clave.
El síndrome es factible de aparecer en cualquier especialista que atienda, diariamente, un alto número de enfermos, y puede imaginarse la situación en estos tiempos de pandemia en cualquier país donde azota.
Entre los aspectos que caracterizan el Burnout se incluyen el agotamiento emocional, cansancio físico o/y mental, despersonalización, falta de realización con pérdida de la autoestima. El individuo no satisface las demandas. A partir de ahí, psiquiatras, psicólogos y sociólogos coincidieron en afirmar otros factores como edad y tiempo de ejercicio profesional, sexo, familia y apoyo social; condiciones laborales deficitarias; falta de organización laboral y sobrecarga de trabajo.
Entre otros síntomas que lo definen están los psicosomáticos: cefaleas, dolores osteomusculares, molestias gastrointestinales, úlceras, pérdida de peso, obesidad, cansancio crónico, insomnio, hipertensión arterial y alteraciones menstruales; los conductuales: abuso y dependencia de drogas, alcohol, café, y cigarros, problemas conyugales y familiares; emocionales: ansiedad que disminuye la concentración y el rendimiento, impaciencia, irritabilidad; defensivos: niega las emociones y conductas mencionadas.
Sin dudas, el Síndrome de Burnout se identifica con la vorágine de estos tiempos, en que la demanda de atención médica es mayor que la oferta, quizás porque los problemas acuciantes de la humanidad no se corresponden con las soluciones necesarias.
El síndrome de burnout no sólo afecta al personal médico, ni siquiera principalmente, aunque son los que directamente atienden a los pacientes de la pandemia. Todos los trabajadores bajo presión en diferentes actividades estan en riesgo. De hecho se identificó antes de conocerse la covid.