Desde que anunciaron el comienzo de la inmunización con la vacuna cubana Abdala para mayores de 19 años en el municipio cabecera, en la Casa de la Prensa de Pinar del Río el ajetreo se multiplicó para cumplir el sueño de muchos.
Recientemente habían concluido allí labores de reparación, por lo que para convertirla en vacunatorio los trabajadores de esa institución se empeñaron en la limpieza de cada espacio, en aras del confort de las 734 personas del consultorio 51, perteneciente al policlínico Luis Augusto Turcios Lima de la urbe capital.
Pero no fue difícil porque cada integrante de ese colectivo está acostumbrado a asumir cualquier tarea, por compleja que pueda parecer para otros.
Juan Pablo Piloto Castillo, administrador de la Casa, explicó que luego del visto bueno de especialistas de Salud Pública asumieron la preparación y acondicionaron los locales.
La sala es ahora el salón de espera; el aula, el sitio para examinar a los pacientes antes de la vacunación; la oficina del presidente de la UPEC, el vacunatorio; y en el patio permanecen las personas en observación durante una hora, detalló.
Ese esfuerzo lo agradecen pinareños como Arolys Camejo y José Raúl González, quienes destacaron la organización e higiene rigurosas en el centro, además de las atenciones del personal sanitario.
Tres embarazadas, una puérpera y cuatro madres que lactan ya fueron inmunizadas en la Casa de la Prensa, que a juicio de la doctora Yaremis Villanueva Martín cumple los criterios para respetar los protocolos sanitarios, entre los cuales sobresalen la amplitud del sitio, ventilación natural y entrada y salida independientes.
Todo el proceso ha fluido bien, la vacuna ha llegado en tiempo y los trabajadores de aquí apoyan cada día en las faenas, añadió.
Cuba avanza en su meta por vacunar a la población y ejemplos como este llenan de optimismo en la batalla cubana contra el virus SARS-CoV-2.