Por Rosa María Fernández
Para el presentador ancla de teleSUR, Rei Gómez, la jornada comienza desde muy temprano. Como un simple mortal, carga con su desayuno hecho en casa, se encamina al Metro y el bus que lo deja en teleSUR, donde inicia su labor de alto impacto.
“A partir de entonces, me involucro en la concepción de las emisiones que me corresponda presentar”, en exclusiva comenta su “método”. “Trabajo desde las diversas plataformas comunicaciones hoy a la mano, en simultáneo. Así voy alternando preparación -mi fiel aliada- y la conducción, mi divertimento”.
Su mejor pasatiempo es estudiar idiomas, de regreso al hogar, cuando llega el relevo a la planta. “Basta con que te diseñes tu propio sistema de auto preparación, tu propio método, y lo cultives con disciplina laboral. Vale mucho lo que desde tu país de origen llevas en la mochila, teleSUR siempre te plantea retos que lograrás vencer en la medida que te propongas asumirlos de manera responsable”.
Con gran esfuerzo compartido, se sostiene abierta esta ventana al mundo. La herramienta alternativa comunicacional, teleSUR, constituyó 16 años atrás hasta hoy, un salto mediático frente al monopolio global de la información.
Un cambio de época en la comunicación periodística, ante los conglomerados que reflejan con uniformidad, lo inevitable del proceso globalizador del neoliberalismo.
Agenda propia
El multimedio de comunicación latinoamericano, no oculta su misión: la vocación social orientada a promover los procesos de unión del sur. Lo que se dice, el espacio y la voz para el nuevo orden comunicacional, a favor de la integración latinoamericana, con agenda y visión informativas propias.
A través de los años, enfoca su atención en acontecimientos y coberturas que no aparecen en los grandes medios noticiosos o son deliberadamente tergiversados en su esencia.
Se privilegia así a los sin voz: los movimientos sociales, las marchas, las protestas de sectores populares, los avances electorales de partidos de izquierda, los progresistas o nacionalistas, los derechos humanos, los pueblos indígenas, los levantamientos, las rebeliones, las identidades, la cultura popular, la visión integradora de los pueblos, entre otras visiones temáticas.
teleSUR transmite su señal a través de satélites, cableoperadores, Internet y televisoras abiertas que cubren América del Sur, Centroamérica, el Caribe, Estados Unidos, Europa Occidental, el Norte de África y parte del Medio Oriente. Suscribe acuerdos y convenios comunicacionales con otras televisoras y cadenas de noticias, en beneficio de millones de usuarios.
Para el analista Ignacio Ramonet (2005), exdirector de Le Monde Diplomatique, teleSUR es la “materialización de un viejo sueño de soberanía informativa (…,) la primera tentativa seria de liberación audiovisual y de descolonización mediática, ante un historial regional acostumbrado a mirarse con ojos ajenos”.
Coincidiendo con el natalicio de El Libertador, Simón Bolívar, el 24 de julio de 2005 se emitió por primera vez en Latinoamérica y el mundo, la señal de teleSUR.
La voz de los que no tenían voz
¿El teleSUR de 2005, del presente y el futuro, que tienen en común?, respondió a Prensa Latina, Patricia Villegas, una de las jóvenes talento de la televisora multinacional, quien es hoy su presidenta.
“Yo diría en qué lugar pone micrófonos y cámaras, a quiénes privilegia en sus historias, eso es común desde que teleSUR era una idea, un sueño. En toda esta etapa, hemos podido ser la voz de los que no tenían voz, ser la imagen de los que no tenían imagen, porque hemos privilegiado ese lugar dentro de nuestras realizaciones. Se trata no sólo de contar las grandes historias de América Latina, sino hacerlo desde ángulos que eran ocultados por las grandes agencias internacionales”, dijo.
Colombiana de nacimiento, se graduó en la Universidad del Valle y llegó a Caracas para trabajar en el canal que hoy dirige. teleSUR fue creado por el comandante Hugo Chávez en 2005, con el apoyo de Argentina, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela.
Patricia comenzó como presentadora de noticias; y en enero de 2011, el entonces ministro del Poder Popular para la Comunicación e Información (Minci) de Venezuela, Andrés Izarra, la designó como presidenta de la Nueva Televisión del Sur, teleSUR.
“Fue muy emocionante, pero realmente en ese momento de mi vida, yo no tenía claridad, ni personal, ni profesionalmente, sobre lo que estaba haciendo y de lo que iba a significar para mí como mujer, como periodista, estar en este proyecto y vincularlo a mi proyecto de vida”, dijo al programa radial programa La luz de la memoria.
“teleSUR es muy importante para mí. No es un trabajo. Muchos de nosotros, en estos años, lo hemos incorporado como una razón de ser. El lugar donde realmente encontramos la posibilidad de luchar y hacer cosas concretas porque el mundo sea diferente”.
Sobre los hitos de teleSUR, hizo un recuento para Misión Verdad. Como primer objetivo señaló “la comunicación como derecho humano no comercial”. De este modo, cubren el conflicto armado en Colombia. Tema para el que señala, “quizá no haya un momento clímax, pero si un trabajo muy consecuente”.
Recuerda con especial calidez la labor de teleSUR cuando ocurrió la muerte de los comandantes Fidel y Chávez, este último, principal impulsor del proyecto.
“Ha nacido teleSUR, la niña bonita de la integración”. “Uno oye teleSUR y es como una música divina, una música del alma. Cuántos años con estas ideas, no sólo nosotros, creo que antes que tú nacieras, y a lo mejor antes que yo naciera, ya había gente aquí en el mundo y en América, planteando ideas como teleSUR”, sentenció poéticamente el mismo día de su inauguración, el comandante Hugo Chávez, durante un contacto telefónico en el acto de lanzamiento de la multiestatal en el Teatro Teresa Carreño de Caracas.
Patricia Villegas recuerda con atención la cobertura del golpe de Estado en Paraguay y en Bolivia. Las movilizaciones de Ecuador, en Chile. Diferentes organizaciones sociales del mundo reconocen como, desde Siria, sus periodistas han dado a conocer al mundo la verdadera naturaleza de un conflicto del Medio Oriente, en contraste otros reporteros quienes transmitían informaciones desde Turquía y rara vez pisaban suelo sirio.
Igualmente, cuando en 2014, desde el cielo comenzaron a caer bombas contra el pueblo palestino de la Franja de Gaza, los gigantes mediáticos lo callaron.
Patricia Villegas rememora con especial atención la situación con Argentina, cuando Macri apaga la señal; en Ecuador con Lenin Moreno y Directv, que se va de un día para otro. El 19 de mayo del 2020, la compañía de telecomunicaciones AT&T suspendió las operaciones de su subsidiaria Directv en la nación suramericana.
“teleSUR ha sido duramente golpeada por los distribuidores de cables y salida de Directv”. Una acción que atribuye como respuesta a la posición de TeleSUR. Porque “el relato valida la existencia de teleSUR”, afirma.
“No existirían registros de todos los matices, si no estuviera teleSUR. “Antes no había internet, ni redes sociales. ¿Cómo se iría a la raíz de la narrativa de los hechos?”, cuestiona la presidenta del canal.
Con la pandemia, el presidente de Ecuador, Lenin Moreno, dice en un tuit, que “no se engañen, aquí no está pasando nada”, y es cuando comienzan a aparecer los muertos en las calles de Guayaquil, como un relato ciudadano; teleSUR aglutina toda esa realidad y la proyecta. Es un ejercicio periodístico que demuestra la necesidad de su existencia”.
La periodista precisa que en su narración, ellos cuentan la otra parte de la historia del continente americano. Por ejemplo, “el Caribe era silenciado. La señal en inglés fue un proyecto fundacional. Y una vez consolidado en español, se genera ese tejido que crea una comunidad, con sentido de pertenencia común. Son visiones de lo que sucede, antecedentes y consecuencias. Producir contenidos para América Latina, África y el Caribe”.
Ahora mismo, “tenemos muchos desafíos en esa señal, en su crecimiento, también en la señal en español. Necesitamos ser más efectivos en internet. La señal tradicional está muy consolidada en nuestra región, es el gran punto de encuentro por más que estemos en las redes. El internet es la meta, para una señal bloqueada como la nuestra, cada vez que hacemos coberturas que desafían el objetivo hegemónico”.
Venezuela merece un capítulo aparte, dice. “Solo es desplazada por la pandemia como titular. Es digno de estudio, que más allá de la cotidianidad, al resto del mundo le imponen el tema Venezuela como prioridad en su cotidianidad”.
Patricia Villegas, a nombre de su equipo, define que deben “trabajar una distribución multiplataforma. Hacer uso de todas ellas, para si cae una u otra. Es una señal que llega por cable, por satélite, por internet, por audio para que la use la radio, el logro de que varias plataformas de periodismo popular incluyan la señal en streaming, es un abanico”.
“No quiere decir que no nos golpee la salida de una de ellas, como por ejemplo en medio de coyunturas como las de Ecuador, Bolivia, Chile, pero sigue estando disponible la señal de teleSUR. Tenemos condiciones que hacen mucho más difícil bloquearnos”.
“Los golpes nos dejan cicatrices, tanto los personales, como al canal. Los trabajadores de teleSUR han sido estigmatizados, señalados, hasta por sus propios colegas, pero el pensamiento reflejo, es que tras el golpe, hay oportunidades, nunca se cierran todas las puertas. teleSUR tiene un lugar en varias plataformas, en distintos países, que hacen más difícil censurar nuestra señal”, ratifica.
Entonces para sobrevivir no hay una fórmula. “Hay una cantidad importante de trabajadores produciendo contenidos, no tengo una respuesta específica. Esto no se sostendría si no hay personas que tienen como una idea-fuerza, de que teleSUR es absolutamente necesario. Sentimos que debemos resistir, hay mil formas para contarlo”.
También destaca la participación de los colaboradores, que se disponen cuando hay contingencias. “Todos recibimos los golpes de la guerra, esto no es una isla. Venezuela, junto a Cuba, han sostenido el concepto de lo público de esta señal”.
Recordemos -señala- que intenta ser interestatal. Por ejemplo, sale Argentina con Macri, pero no el entramado social de las organizaciones populares y sociales de esa nación. Es lo que también hace parte, “y sin esa convicción y capacidad de sobreponerse a las adversidades, no pudiéramos narrar historias. Por ejemplo los apagones en Venezuela, casi todos los canales tuvieron que poner enlatados. Nosotros no cambiamos la programación. La gente caminó horas para ir a trabajar, y cocinamos para que los trabajadores se alimentaran”.
Sin dudas, un canal y un equipo, pensado y forjado para momentos difíciles. “Es una experiencia modélica, para quienes quieren hacer periodismo alternativo”, enfatiza su presidenta.
Desde hace un año, teleSUR inauguró su nueva sede en La Habana, Cuba, la cual suma a la señal informativa desde Quito (Ecuador) y Caracas (Venezuela). En el inicio de sus operaciones, transmite programas y rondas informativas, en español y en inglés.
En julio de 2021, cumplen dos años con el noticiero en portugués, emitidos en Facebook e Instagram, para más de 217 millones de hablantes. Esta importante proyección es el resultado de la alianza con medios brasileños, como Revista Forum, PT Brasil, Brasil de Fato, Central dos Trabalhadores (CTB), Partido Comunista do BrasilM, Jornalistas Livres, entre otros.
teleSUR alcanza en idioma inglés a 25 países del continente africano, en su fase inicial. La presidenta de la televisora multiestatal, Patricia Villegas, lo calificó como un hecho sin precedentes.
Capítulo aparte
En exclusiva para teleSUR, la exembajadora argentina en Cuba, Juliana Marino, califica el surgimiento del canal, “como una premonición de la prodigiosa etapa de integración regional y afinidad política que marcaría a nuestra América y el Caribe en la primera década del siglo XXI”.
“Para todas los que creemos que la integración de nuestra región, es la única posibilidad de ejercicio de la soberanía plena, el desarrollo productivo y la defensa de los recursos naturales, la integración en materia informativa y cultural se convertiría en una herramienta fundamental. Constituyó sin dudas un acto de independencia de las hegemonías comunicacionales y una inédita experiencia de empresa multiestatal, de allí su significación”.
Considera como fortaleza la pluralidad de voces, la visibilización de las culturas, el conocimiento de los conflictos -aún de las más pequeñas y alejadas comunidades- la heterogeneidad de nuestra América, su riqueza, su capacidad de desarrollo.
Juliana Marino dijo que esta fue “una de las ideas y concreciones más festejadas por la avidez de conocimiento de la ciudadanía argentina”. Incorporar un canal de este tipo, dice, es “el milagro de la revelación de acontecimientos que no le ofrecían los medios existentes, fue develar ese otro mundo que la dominación comunicacional se empeña en ocultar”.
“Es que las noticias del mundo no tienen en nuestros canales la misma presencia que las cuestiones nacionales y estas son presentadas muy deformadas o a través de fake news, porque las señales forman parte del dispositivo monopólico de las derechas y de la persistente intención de restauración conservadora”.
“Con orgullo teleSUR vuelve de la mano del Gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, para reparar el acto de impúdica censura nunca reconocida como tal por las autoridades”, añade, refiriéndose atentado del macrismo contra la libertad de expresión, cuando decidió incumplir la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y apagó al canal.
Cómo fue el proceso, nos cuenta la diplomática argentina un acontecimiento sin precedentes, digno de análisis. “Ya en diciembre del año 2015, apenas elegido, el Gobierno creó el Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, modificó la ley de ministerios y denunció el convenio que el Gobierno del expresidente Néstor Kirchner, había firmado el día 1 de febrero del año 2005 y que creara la Nueva Televisión del Sur –teleSUR- con la República Bolivariana de Venezuela”.
“El secretario de Medios de aquel Gobierno, Hernán Lombardi, había anunciado la decisión política y justificado el retiro de la señal de las cableras del país, argumentando falta de pluralidad y necesidad de renovar la grilla”.
Patricia Villegas -nos dice Juliana Marino- propuso al Gobierno argentino de ese momento un debate público acerca de la pluralidad y los contenidos, y revisar la programación de teleSUR con la verdad, pero el reto nunca fue aceptado por las autoridades argentinas.
teleSUR estaba presente en más de 90 cableoperadoras y mantenía convenios con más de cinco televisoras en diferentes provincias del país, alcanzando a febrero de 2016 más de 20 millones de potenciales televidentes y más de 8 millones de abonados.
Ante la afectación patrimonial al Estado argentino, que implicaba la denuncia sin más del convenio y el retroceso del país en relación con su reconocida libertad de expresión, una importante cantidad de diputados nacionales presentaron un proyecto de ley, a fin de que el Gobierno revisara la medida.
En él proponían mantener el Estatus de Canal Público a la Nueva Televisión del Sur (TV. SUR), C.A. y su señal teleSUR, dejar sin efecto la denuncia del Convenio relativo a la Nueva Televisión del Sur (TV. SUR), C.A –teleSUR- suscrito con la República Bolivariana de Venezuela y reincorporar la señal de teleSUR a la Televisión Digital Abierta (TDA).
“Una medida de la voluntad del Gobierno macrista de debilitar y eliminar a teleSUR de la grilla, pudo constatarse a través de la agresiva campaña que, noticiosos de otros canales vinculados al monopolio informativo del país, realizaron desacreditando a las conducciones de teleSUR a través de estereotipos misóginos, que motivaron una presentación ante el INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo), organismo nacional que recogió la petición, aunque nunca se logró la reparación pública merecida”, dijo.
“teleSUR, con un gran compromiso y esfuerzo institucional por parte de su dirección y trabajadores, continuó registrando la realidad de nuestras sociedades y garantizando a los televidentes, contenidos veraces, heterogéneos y ofreciendo una amplia mirada a los acontecimientos del mundo”.
“Esto es lo que la ciudadanía argentina ha valorado en teleSur, razón por la cual la reincorporación a la TDA, dispuesta por el actual Gobierno ha merecido que Patricia Villegas lo considerara ‘un acto de justicia’ y que se reparara la “intempestiva exclusión” en el período 2015-2019, como “acto discriminatorio, arbitrario e ilegal”, que violara “los derechos adquiridos de la empresa multiestatal”.
Señala también que el propósito de acallar la voz de los pueblos fracasó y agradeció al presidente Alberto Fernández por su “confianza en la libertad de expresión democrática que asegura y responde a las aspiraciones del pueblo argentino. Ha recibido un amplio apoyo esta decisión porque el acceso irrestricto a la señal amplía la oferta comunicacional a la ciudadanía argentina que en todo el país extrañaba sus características y diseño y permite la presencia de innumerables voces e imágenes negadas durante los años de un Gobierno desacostumbrado convivir con la verdadera libertad de prensa”.
Todas las voces, todas
El cofundador y coordinador nacional de la Brigada, Antonio Maceo, integrada ahora a la Alianza Martiana, el periodista Andrés Gómez, comenta desde Estados Unidos (EE.UU.) que “en cuanto a teleSUR, creo que es un proyecto positivo y que ha logrado bastante en brindar una alternativa a los medios noticiosos hegemónicos”.
Pero aún no ha logrado -señala- trasladar las realidades de aquellos de los nuestros que más sufren las consecuencias del capitalismo. En cuanto a EE.UU. se notan las insuficiencias de la cobertura noticiosa dando a conocer las realidades de nuestras comunidades latinoamericanas en este país. Quizás la excepción sea los asuntos concernientes a la frontera EE.UU. – México y los emigrantes de nuestros países. Especialmente en los asuntos de Miami y su rol en relación a los empeños contrarrevolucionarios contra los procesos libertarios en la América Latina y el Caribe en el que Miami juega un papel central”.
“Quiero agradecer a teleSUR porque llevó mi voz y mis experiencias como mujer a la divulgación de las realidades que vivimos. Es así con las mujeres en cualquier territorio, pero en especial mi pulgarcito de América, El Salvador. teleSUR se ha convertido en esa voz desde abajo y con un compromiso desde las mujeres y por las mujeres por eso para mí es el canal de América Latina que manifiesta esa visión clasista y con un empeño para las voces como la mía”.
“Quiero agradecer mucho esa posibilidad de engrandecer las voces femeninas en América y haciendo visibles las situaciones de vulnerabilidad y la fragilidad en la que están las democracias. teleSUR visibiliza los feminicidios que están sucediendo actualmente en mi país, aun en medio de esta pandemia”.
“Quiero decirle al mundo que aquí estamos retrocediendo en materia de derechos porque están cerrando los espacios que habíamos construido después de Los Acuerdos de Paz. Sigan haciendo su empeño aun sabiendo que las voces del imperialismo quieren cerrar y callar estos espacios que informan, educan, sensibilizan, documentan cualquier atrocidad a los Derechos Humanos en cualquier parte del mundo”.
“Como una mujer defensora de los derechos de la naturaleza y los derechos humanos me siento identificada con la voz de teleSUR porque propicia veracidad, confianza y seguridad para decir y/o denunciar las atrocidades que pasan a la naturaleza y los seres humanos en cualquier lado del planeta”.
“Me puedo informar de todas las atrocidades que comete el imperialismo y el cómo hay una amenaza latente en la vida de los pueblos, en las ansias imperialista de saquear hasta el último medio de vida que poseen los pueblos; pueblos como Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua entre tantos pueblos en el mundo”.
“Gracias teleSUR por llevar nuestra voz femenina a todas partes del mundo y en donde como salvadoreña me siento orgullosa de contar con este medio de expresión veraz, oportuna y sin ataduras”, refiere Zulma Larín de la Red de Ambientalistas Comunitarios de El Salvador, (Racdes).
“Para Colombia, teleSUR es un medio de comunicación muy importante, es el único canal que está informado sobre la lucha del pueblo colombiano, denuncia la persecución del Estado a los movimientos de oposición, la masacre que se está cometiendo contra la juventud, los campesinos, indígenas y pueblo en general. Gracias teleSUR”, expresa el dirigente político colombiano Ovidio Salinas Pérez
“En lo que tiene que ver con teleSUR, no sé si en Haití hay gente del sector popular que tienen accesos a sus programas, porque para eso, se necesita una televisión por cable y también conocer el idioma Español. Es muy difícil para mí dar un testimonio de cómo esas personas se acogen a sus programas. Sin embargo, estoy segura que los artículos que escribes permiten a gente de América Latina y también del mundo conocer más sobre lo que está pasando en Haití”, indica la periodista y activista de Derechos Humanos, excoordinadora del Grupo Haitiano de Apoyo a Repatriados y Refugiados, Colette Lespinasse.
“teleSUR recoge y difunde información de muchos sectores e individuos que sin ese vehículo, se encuentran invisibilizados. Me consta el éxito en el logro de ese objetivo, porque vía teleSUR conocí mucha información por otros medios está bloqueada, desechada o nos llega tergiversada. Pero es precisamente, en el caso de Puerto Rico -PR- ese otro logro el que deseo destacar. Es la perspectiva del receptor puertorriqueño, que porque no tiene el nivel de conciencia política, queda atrapado en una única mirada al mundo, la información mediática capitalista estadounidense o europea”.
“Cuando Direct TV, una plataforma de TV digital por cable, incluyó teleSUR en su oferta de opciones de programación, muchas personas que nunca habían escuchado programación de pertinencia social, económica y política, quedaban sorprendidos y sorprendidas al exponerse a otra mirada a realidad que nos rodea. Quedaba sorprendida escuchando los comentarios ante ese descubrirnos latinoamericanos, quedando a flote la empatía casi natural que nos hermana. Además, es un medio que ofrece credibilidad y confianza en los méritos y veracidad de la información que se difunde”.
“Sus reporteros y reporteras son llanos, afables, a la par que serios y profundos en los datos. En fin, que la mejor prueba de que resultaba una opción efectiva y transformadora o al menos, tierra fértil para la semilla de otras opciones y posibilidades de políticas sociales, fue que la retiraron del mercado televisivo.
Ahora para verlo en PR es sólo por Internet de alta velocidad y eso en PR es costoso y no es accesible ampliamente como es la televisión por cable. El bloqueo mediático de una mirada tan valiosa y diferente ocurrió se un plumazo y nunca ni siquiera explicaron al consumidor porque lo habían retirado. En lo personal, quité el servicio y no lo re-instalaré hasta que no incluya teleSUR en español, la difusión mediática más amplia, diversa y confiable”, declara la televidente boricua, Amari Arabia.
“teleSUR ha sido un oasis entre los medios informativos internacionales rompiendo el dominio de los medios norteamericanos cuyos dueños manipulan las informaciones sobre Cuba y organizaciones y temas progresistas en todo el mundo. En Puerto Rico pudimos verla por algún tiempo entre los canales de cable pero alguien maniobró para sacarla de la alineación de canales”.
Su ausencia evita que podamos tener diversidad en los puntos de vista que escuchamos”, relata el exdirector de noticieros televisados y radiales, Canal 11 y Radio Uno, de revistas noticiosas semanales Bohemia y Avance, y columnista de los diarios El Nuevo Día y El Reportero, editor de las páginas culturales y de espectáculos de Puerto Rico, Pedro Zervigón.
En igual sentido, la venezolana Xiomara Acuña comenta que “teleSUR, prensa contra hegemónica, proyecto periodístico en resistencia, que desde su nacimiento asumió el compromiso con los sin voz, de desarmar esa historia geopolítica/imperialista que pretende con éxito hegemonizar nuestros continentes, su ecología, montañas, mares y sueños. Espacio de impacto global que visualiza a los sin voz, los movimientos sociales, y a la realidad que no nos cuentan”.
Todos son criterios exclusivos, expresan y señalan la necesidad de mantener la voz de los sin voz.
La escuela de teleSUR
Para terminar como empezamos, añadimos el criterio de su presentador Rei Gómez, validado en una década de ejercicio en teleSUR, sobre las oportunidades que encontró en dicho canal.
“Me ha brindado la oportunidad de aprender cómo se hace y se ejerce un periodismo de mayor alcance (geográficamente hablando), de ampliar mi visión de mundo, diversificar mi pensamiento, vivir en confluencia de culturas, confrontar criterios. A lo largo de estos diez años he visto transitar por la multiestatal a un sinnúmero de compañeros entre periodistas, colaboradores, técnicos, personal de servicios y -no menos importantes- expertos invitados (la familia extendida)”.
“De todos he aprendido que lo medular está en ser uno sin dejar de lado el aporte de/a la colectividad. Como bien sabes, en los medios no es el “yo”, sino el “nosotros” lo que garantiza el cumplimiento del objetivo”.
Tomado de teleSur