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Jóvenes periodistas frente al golpe político-comunicacional: no es replicar, es crear

Ante el intento de sembrar el odio, segmentar la sociedad cubana y dar una imagen de represión propia de una dictadura violenta, con el fin de provocar a toda costa y a todo costo un estallido social en Cuba, hay que hacer prevalecer el mensaje de unidad, amor, respeto y diálogo entre patriotas de la Revolución.

Así lo plantearon jóvenes periodistas de todo el país durante un intercambio con la presidencia de la Upec sobre las consecuencias de las manifestaciones que, en no pocos casos terminaron en el vandalismo y la violencia, y sacudieron el país el pasado domingo 11, con algunos remanentes en los siguientes días.

Los jóvenes profesionales denunciaron la componenda mentirosa y manipuladora ocurrida entre grandes medios de prensa transnacionales derechistas y las redes sociales, cuyas políticas de manejo fueron descaradamente burladas, con el fin de crear la sensación de que dichos sucesos eran la expresión espontánea del pueblo cubano, cuando fue milimétricamente calculada, financiada y atizada desde Estados Unidos, convertido en el centro de esta grotesca operación político-comunicacional.

Desde cerca de 50 enlaces en el territorio nacional y por el sistema de videoconferencias de la Upec, los jóvenes resaltaron la forma equilibrada y autocrítica con la que la dirección de la Revolución analiza estos dolorosos acontecimientos, al reconocer que junto al bloqueo criminal recrudecido de Estados Unidos, las graves consecuencias de la Covid-19 y la mezquina y oportunista campaña de instigación y odio desatada, actuaron también como detonantes errores, distorsiones y distanciamientos internos que se buscan superar.

El profesor de la Facultad de Periodismo de Villa Clara Geovanis Peñate Cruz insistió en la articulación necesaria entre las universidades y los medios de comunicación para el trabajo, el estudio e investigación de fenómenos sociales, políticos y comunicacionales como este.

Geovanis exaltó la reacción madura y crítica de los estudiantes de su universidad, quienes fueron capaces de discernir de qué lado estaba la razón entre la avalancha de información confusa que circula en las redes sociales, la sobresaturación y la manipulación de la prensa extranjera, las redes sociales y medios privados financiados por Estados Unidos.

Susana Besteiro Fornet, estudiante de Periodismo de la Universidad de la Habana, contó que la primera reacción de los estudiantes fue buscar la verdad en la calle, contrarrestar las noticias con los sucesos, no desde los perfiles institucionales sino personales. “No podemos replicar, hay que crear”, subrayó.

María del Carmen Castañeda Varona, presidenta de la delegación de base de la Upec en la emisora de Sierra Cubitas, en Camagüey, argumentó la importancia de que nuestros medios públicos tengan la mayor autoridad entre las audiencias, lo cual se garantiza con una agenda editorial que no evada o ignore los problemas de la cuidadanía.

La fortaleza de dicha emisora, explicó, radica en el seguimiento a las insatisfacciones del poblado: “El trabajo con las inquietudes de la gente, sus problemas e insatisfacciones nos garantiza la credibilidad en nuestras 14 horas de transmisión diaria», destacó.

Ricardo Ronquillo Bello, presidente de la organización, señaló que precisamente una de las líneas de la brutal campaña desatada contra Cuba, incluso antes de los hechos recientes, consiste en denostar de los periodistas y los medios, acusándolos de estar absolutamente ajenos a los problemas sociales del país, lo cual busca desacreditarlos.

Todo ello ignora el interés por avanzar en la transformación del sistema de prensa, lo cual incluye acentuar su participación en los mecanismos de rendición de cuenta de las instituciones públicas a los ciudadanos y en el control social y popular.

“Necesitamos que las líneas editoriales de los medios privilegien la agenda pública. Se precisa privilegiar un periodismo con abordajes en profundidad de los problemas del país”, sentenció.

Ronquillo denunció también el hostigamiento a los periodistas y los medios como parte de la operación político-comunicacional en marcha, así como el intento de silenciarlos con ataques de denegación de servicios, parte del arsenal de la guerra cibernética que acompañan estos procesos.

La periodista habanera Marelys del Pilar defendió la importancia del trabajo con las historias de vida y de tener los oídos pegados al pueblo. “Es cierto que necesitamos un periodismo revolucionario, pero sobre todo por claro y sincero, que no ignore los abordajes de los problemas de nuestras comunidades y barrios más humildes”.

La importancia de la inmediatez, incluso la instantaneidad, en el abordaje de determinados temas, algo que no siempre favorecen las instituciones territoriales fueron preocupaciones expuestas por Dania Díaz Socarras, periodista de Radio Cadena Agramonte. La colega abogó por un conocimiento profesional más a fondo de las características de las denominadas guerras de cuarta generación y para vencerlas con mayor eficacia.

En correspondencia con ese planteamiento, Sabdiel Batista, presidente de la Upec en Cienfuegos, señaló que los medios de prensa no estamos suficientemente preparados para situaciones de emergencia como las que ha estado viviendo el país en los últimos días. “Existen trabas institucionales que impiden responder con la urgencia requerida ante la complejidad de distintos escenarios. Tenemos preparación, pero mediaciones ilógicas enlentecen o impiden la emisión de mensajes eficaces y efectivos. Tenemos que prever estrategias ante situaciones de crisis”.

Marcos Siga, periodista de la televisión espirituana resaltó buenas prácticas profesionales de estos días del Noticiero Nacional que sirven de guía. Reflexionó sobre el necesario equilibrio en los abordajes periodísticos de acontecimientos tan complejos, en los que los mensajes deben favorecer el entendimiento en vez del enfrentamiento, lo cual demanda de las posiciones de disimiles líderes de opinión.

Roberto López Montal, periodista de la radio espirituana, subrayó la importancia de mantener los espacios de intercambio crítico y la necesidad de apelar a la sensibilidad. Alertó, asimismo, sobre el intento de arrebatar y subvertir el sentido de las fechas sagradas de la Revolución como parte de la guerra simbólica.

Yuniel Labacena, presidente del Club Juvenil de la Prensa y periodista del periódico Juventud Rebelde, expuso que existe una gran manipulación de la verdad, por lo que se requiere de periodistas preparados y comprometidos con la realidad listos para defender una gestión de información veraz, que favorezca la credibilidad de los medios, la profundad de las ideas y la pluralidad de las voces cubanas en las políticas editoriales.

“Debemos favorecer el  fomento del debate, el trabajo con temas emocionales, el cambio de las rutinas productivas, el periodismo participativo e investigativo”, concluyó Labacena.

El funcionario del departamento ideológico del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Gabriel López Gutiérrez, resaltó la necesidad de este tipo de diálogos con los periodistas jóvenes y la importancia de la retroalimentación con sus opiniones. “En tiempos complejos cuestionar la Revolución es fácil, pero argumentos tenemos para defenderla: la razón y la verdad como herramientas y motivaciones”, concluyó.

Foto destacada: Yuniel Labacena, presidente del Club Juvenil de la Prensa y periodista del periódico Juventud Rebelde (Foto de la autora).

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