Nelson Herrera Ysla, es un crítico de arte, curador, arquitecto y poeta y una voz atentamente escuchada en el mundo de las artes visuales contemporáneas cubanas: ha publicado más de 200 artículos y ensayos en diversos periódicos y revistas de Cuba y de otras latitudes, y textos de su autoría aparecen en numerosos catálogos de exposiciones y en varios libros sobre arte. Ha figurado como curador de Cuba en las Bienales de Cuenca, Ecuador; Lima, Perú; Sao Paulo, Brasil; Venecia, Italia y además, ha participado como co-curador de la Bienal de Cerámica en Albisola Mare, Italia entre los años 1984 y 2003. En 2013 recibió el Premio Nacional de Curaduría.
Durante este período de confinamiento, que para muchos ya se extiende demasiado en el tiempo, Herrera Ysla lo que aprovechado para “estudiar y leer mucho”.
“Varios artistas me han pedido textos para libros suyos o compilaciones y eso ha sido un buen entrenamiento para seguir ejerciendo mi oficio, además. También he revisado un libro mío que debe entrar en proceso editorial, si todo marcha bien, el año próximo verá la luz una recopilación de ensayos breves y poemas sobre el arte contemporáneo.
-¿Qué de positivo -si es que lo hay- le ha traído el aislamiento?, ¿y de negativo?
-Lo positivo es la reflexión, pues aunque creo lo sabes, en épocas normales me falta tiempo, como creo que a todos los que trabajamos con el intelecto. He querido aprovechar al máximo cada minuto en casa. Lo negativo ha sido la falta de intercambio con otros colegas y amigos, que se extraña para ejercitar también un pensamiento crítico que propician los interlocutores.
–En el orden personal, ¿qué es lo que más le ha afectado del aislamiento social?
-Una puesta al día de lo que sucede en el campo del arte. Estar en casa te aísla y me he perdido visitas a casas de artistas y a exposiciones, incluso a museos donde siempre se aprende con solo entrar a ellos.
–Se insiste en que las redes sociales han sido “la herramienta esencial” desde que apareció el coronavirus. ¿Considera que las vías virtuales son el futuro?, ¿estima que pueden suplantar el goce de disfrutar la relación/diálogo que se establece entre el espectador y la obra cuando se está frente a frente?
–Ni jugando. Ni de bromas. En la literatura quizás ocurra pues se trata de leer palabras, pero en el arte es esencial, fundamental, estar frente a las obras, tocarlas incluso. El arte metido en una pantalla pequeña -más que la del televisor- es engaño. Ni por asomo tiene que ver con la obra real: es solo para darte una idea general, superficial, de por dónde anda tal artista o tal expresión.
Las redes sociales solo sirven para darte noticias, datos, fechas, lugares, declaraciones, pero nada que ver con palpar con tus ojos las técnicas empleadas, los soportes, las vibraciones que salen de las telas, los papeles, las piedras, los metales, las maderas: en eso el arte es muy materialista en el mejor sentido de la palabra”.
