Periodistas jubilados de la Upec , acompañados de sus parejas, hijos y nietos, efectuaron una reciente visita al escenario donde EE.UU. sufrió su primera gran derrota en América Latina
Texto y fotos: Arístides Sotonavarro
La convocatoria para realizar una excursión a Playa Girón despertó de inmediato el entusiasmo de los periodistas jubilados de la Upec, quienes no perdieron la ocasión para hacerse acompañar de su pareja, incluidos hijos y nietos. Y no era para menos, pues se trataba, en el caso de los adultos, volver a rencontrarse con la historia, y en el de los niños o adolescentes, visitar por primera vez el lugar donde el imperialismo norteamericano sufrió su primera gran derrota en América Latina.
Mientras el ómnibus se adentraba en la geografía de la provincia de Matanzas, Julio Amorín, historiador de la Ciénaga de Zapata, explicaba que esa zona constituye un ecosistema pantanoso, considerado el mayor Humedal de Cuba, el Caribe y de América Latina y aprobado por la UNESCO como Reserva de la biosfera.
Tiene una extensión de más de 4 600 km2, donde predominan las llanuras bajas pantanosas, sobre depósitos turbosos y rocas calizas. Su vegetación abarca sabanas naturales de alto valor estético y paisajístico como la Laguna del Tesoro y la cuenca del río Hatiguanico, principal arteria fluvial de la zona, así como Playa Larga y Playa Girón.
La fauna está representada por 15 especies de mamíferos, 258 de aves, 43 de reptiles, 4 de peces y 16 de anfibios, así como una gran variedad de insectos. Existen dieciséis especies de reptiles, entre los que sobresalen los cocodrilos cubano y americano, iguanas, lagartijas, majaes y varios tipos de ranas.
Durante el recorrido hicimos varios altos en el camino, para constatar las huellas de la metralla lanzada por los bombarderos norteamericanos; los sitios donde cayeron defendiendo su país los recién graduados de la escuela de oficiales de milicia, los miembros del Ejército Rebelde, de la Policía Nacional Revolucionaria y los pobladores de la zona, también víctimas civiles de la barbarie, así como los lugares donde se libraron batallas decisivas para el triunfo de las fuerzas revolucionarias.
De particular interés resultó la visita al sitio donde Fidel cenó con los carboneros de la ciénaga, en diciembre de 1959, al igual que la visita a la biblioteca existente ahora en ese memorial , cuyo fondo bibliográfico fue enriquecido con la donación de libros escritos por varios periodistas, algunos de ellos allí presentes.
También hicimos una breve escala en el policlínico de la ciénaga, donde su director explicó las características organizativas que rige el sistema de salud en ese territorio, que hasta ese momento registraba cero mortalidad infantil y materna. Por supuesto que no podía faltar la visita a la emisora local, aunque también sometida al apremio del tiempo.
Pero mientras avanzamos por los caminos de la historia, Girón y sus moradores van mostrando otro rostro, diseñado por un nuevo modelo económico. El turismo internacional y nacional han ganado considerable peso en el desarrollo de la región para mayor progreso y bienestar de los lugareños.
No escapa a la vista del visitante las casas u hostales bien acondicionados unos, otros en proceso de remodelación, pero casi todos exhibiendo el logotipo en color azul de la renta , como símbolo de los nuevos tiempos que determinan la marcha de la economía del país.
Y por último, no podía faltar la visita al museo Playa Girón, en cuya sala volvimos a ver las sobrecogedoras imágenes que el Noticiero ICAIC dejó como constancia del crimen cometido por el gobierno de los Estados Unidos contra el pueblo cubano. Mientras, en las salas de exhibición, una muestra del armamento empleado por los mercenarios aquel abril de 1961, las fotos de los combatientes caídos, defendiendo el suelo patrio y también parte del armamento utilizado por las tropas cubanas.
Adultos, niños y jóvenes, todos, de una forma u otra, al terminar el recorrido, tal pareciera, por sus expresiones, como si ellos también hubieran acabado de participar en el combate contra el invasor.
Pero a mi juicio, la mejor síntesis de lo visto en el museo, fue el comentario que el nieto le hizo a la abuela: “Oye, abuela, lo de los americanos no ha sido fácil.
Así concluyó para la abuela el regreso a Playa Girón y para el nieto, la mejor lección de historia que haya recibido hasta este momento en que recién concluyó los estudios del 11 grado de preuniversitario.