Otra vez el debate, otra vez la prensa, otra vez los periodistas. Esta vez nos sacude el Informe central que, como Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, presentó Raúl Castro al VIII Congreso de la organización. Ahí quedó en blanco y negro que:
“Si bien es cierto que nuestros medios de prensa se caracterizan por su apego a la verdad y el rechazo a la mentira, lo es también que persisten manifestaciones de triunfalismo, estridencia y superficialidad en la manera en que abordan la realidad del país. En ocasiones se presentan trabajos periodísticos que, en lugar de esclarecer, tienden a confundir. Estos enfoques dañan la credibilidad de la política informativa y de comunicación social aprobada”.
Solo este párrafo ha removido al gremio, nos ha puesto a reflexionar una vez más, pero, ¿por qué no es tan simple su solución?
Dimensiones del problema
No es tarea fácil, pues hay que mirar el fenómeno en sus dimensiones económicas, ideológicas, profesionales y de rutinas de producción, además de la capacidad de interpretar/construir públicos, audiencias, consumidores. Asimismo, emergen dinámicas de innovación, motivadas por el impacto de los cambios tecnológicos, culturales y sociales en los sistemas de comunicación.
En Cuba se ha exhortado a que cada organización mediática desarrolle propuestas de modelos de gestión, ajustados a las características de los contextos locales de producción social. Incluso, la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) ha convocado a varios talleres nacionales sobre Modelos de Gestión de la prensa cubana, para socializar experiencias en este sentido.
Que el modelo de prensa no funciona no es algo que se pueda decir a la ligera, pero la práctica en todos los medios valida día tras día que es insostenible. Por ende, cuando se llega a este punto, hay que plantearse dos posibilidades: que los factores externos cambien, cosa que no va a ocurrir, o transformar el problema desde dentro, que siempre queda al alcance de nuestras manos.
Es en este momento cuando tenemos que preguntarnos ¿por qué no funciona? Y la respuesta es que las variables que lo han sustentado durante tanto tiempo ya no siguen estando vigentes, al menos no como hace unos años.
El hecho de que un medio funcione editorial, tecnológica y económicamente bien no significa que lo hará de manera indefinida. El estudio constante de factores internos y externos es clave para anticipar la pérdida de su autoridad social. El reto está en cambiar la mentalidad cortoplacista por una estrategia de planificación mediática. Sobrevivirá quien innove y se reinvente.
No es posible evaluar la gestión de los medios cubanos sin una mirada desde la infraestructura, la estructura y la superestructura. En cuanto a la infraestructura, basta mirar el espacio físico donde se desarrolla cada actividad, el equipamiento tecnológico y otros complementos de apoyo, y la relación ingreso-nivel de vida de los profesionales del gremio. El análisis de la estructura pasa por el prisma de los actores, competencias y roles, rutinas productivas, innovación y el conocimiento de los públicos. Por último, la superestructura se debe medir desde las políticas, las ideologías y culturas profesionales, y la convergencia.
Espacio físico
Numerosos medios de comunicación cuentan con un espacio físico interior (porque el periodismo depende también del espacio exterior para su normal desenvolvimiento, es decir, en los ámbitos noticiosos donde se encuentran las fuentes informativas) que no siempre es el más adecuado para el ejercicio de la profesión. En muchos casos son antiguas edificaciones adaptadas que, además de su deterioro estructural, carecen de las condiciones idóneas para la producción de contenidos.
Equipamiento y servicios de apoyo
Se cuenta con los recursos mínimos indispensables para la realización de la labor periodística. No es un secreto la necesidad de mejorar la situación material de las organizaciones mediáticas.
El inmobiliario es inadecuado, el transporte está a punto del colapso, la tecnología ha pasado a un régimen de obsolescencia tal que no garantiza la realización de un producto comunicativo competitivo. No se cuenta con los recursos para la conservación de los archivos y de la memoria histórica, por lo que realizar investigaciones desde las propias publicaciones es imposible, debido a que no tenemos verdaderas unidades de información digital. En estas circunstancias resulta muy difícil aspirar a una Convergencia con calidad.
Remuneración de periodistas
La forma de pago vigente en el sector periodístico responde a un esquema igualitarista. Como consecuencia cobra lo mismo el profesional que trabaja más y mejor, que el que poco hace y con pésima calidad.
Aunque se pueda pensar que no, esto trae como consecuencia la insuficiente participación de los trabajadores en la gestión del medio; desmotivaciones influidas por la falta de distinción entre el desempeño de los actores editoriales o de la importancia social que determinado trabajo tenga.
Actores, competencias y roles
Los roles profesionales periodísticos son entendidos e interpretados de diferentes maneras en cada medio de comunicación, dependiendo del contexto.
A pesar de la magnitud de los cambios en lo tecnológico, político, social, económico; el organigrama de los medios, especialmente el de los periódicos, se parece mucho al de hace cuatro décadas. Se sigue pensando en la edición en papel al mejor estilo de los años 70. Por supuesto, la estructura de los periódicos no tiene en cuenta, en lo absoluto, la revolución tecnológica, específicamente de Internet. Siguen lastrando plantillas con unos pocos periodistas para hacer un periodismo en extremo tradicional. No se tiene en cuenta a otros profesionales de diversas áreas del conocimiento para integrarlos a los medios.
Pero, independientemente de lo anterior, existe un grupo de principios, competencias y roles básicos que son inherentes a todos. El periodista debe reconocer su papel como actor social, mantener su cercanía a los temas de la agenda pública y tener la capacidad para construir la realidad social a través de un producto mediático. Esto, lamentablemente, no siempre sucede.
En cuanto a los dirigentes del trabajo periodístico, no siempre cuentan con las competencias profesionales para el rol que les corresponde desempeñar. Y con estas características es muy difícil conducir un proyecto de medio competitivo y respetable. Muchas veces, por desconocimiento, permiten el facilismo, el desinterés y la falta de competencia en su equipo; también consienten el intrusismo profesional que proviene, generalmente, de otras instituciones.
No todos tienen la convicción ni la voluntad de defender que un medio de comunicación se dirige desde sí mismo. Estos son los que terminan por no mandar en su propia organización periodística, a los que les imponen o modifican la agenda, que se someten a procesos de revisión de materiales o enviarlos a consultas antes de ser publicados, violando las políticas indicadas por la máxima dirección del país.
Los directivos deben tener grandes habilidades para negociar y manejar las mediaciones, minimizando el impacto de estas últimas; asunto este que sigue siendo el “talón de Aquiles” de nuestra prensa.
Rutinas productivas
Observamos que las rutinas de producción y otros elementos ligados a la cultura profesional de los periodistas se transfieren generacionalmente, lo que posibilita una estabilidad en el funcionamiento de la organización mediática, aunque también se han vuelto obsoletas por inamovibles y carentes de investigación científica.
Para la realización del producto comunicativo, los trabajadores se vinculan, pero de una manera muy instrumental y no coordinada. La mayoría de las rutinas están pensadas para el medio tradicional y no para el espacio digital. Y con el auge de las redes sociales, en no pocas redacciones tenemos más periodistas de escritorio que de terreno, pues pasan mucho más tiempo gestionando información detrás del ordenador que en la calle.
Innovación
En la mayoría de nuestros medios no existe un clima de innovación. Se mantiene una misma manera de hacer por años, con un personal básico, una rutina productiva muy imprecisa, sin tomar en consideración el nuevo escenario mediático, político, económico y tecnológico.
(Des)conociendo a los públicos
Son muy pocos los medios, si hay alguno, que pueden decir con toda seguridad que conocen bien a su público. No existe dentro de nuestras organizaciones mediáticas una estructura para el estudio sistemático de los públicos, de los contenidos y del discurso, por lo que el medio trabaja prácticamente a ciegas. Ello imposibilita que tenga certeza de si el producto elaborado responde a las necesidades informativas de sus lectores.
Convergencia
La mayoría de los profesionales de nuestros medios hablan de la convergencia, pero muchas veces no la entienden muy bien. La deducen como un simple proceso de fusión o integración de redacciones.
Aún las publicaciones digitales se mantienen con un periodismo de volcado, y en las redes sociales su presencia con materiales del medio de comunicación es casi nula. El trabajo con y para dispositivos móviles es muy pobre. En definitiva, tenemos redacciones tradicionales totalmente separadas de una realidad cada vez más inclusiva en lo digital.
Todavía muchos de los actores editoriales en los medios de prensa carecen de dominio de las tecnologías, habilidad para el trabajo en equipo, versatilidad para elaborar productos comunicativos con imagen, audio, texto y la capacidad de reacción para enfrentarse a la información de última hora. En relación con los contenidos, no se ha impuesto en la organización mediática el cambio que implica el dominio de nuevos lenguajes, características y comportamientos de los usuarios, así como nuevos esquemas de producción en donde se combinan el texto, el audio y el video bajo una nueva forma de contar historias.
Ideologías y culturas profesionales
Ideologías profesionales y culturas de periodismo encierran en sí las esencias de la profesión. En los medios cubanos se articula el análisis de esa ideología en base a dos elementos: la vocación y la profesionalización.
Los periodistas saben lo que de ellos se espera e interiorizan esas expectativas. Son personas disciplinadas, cumplen con las exigencias que la organización periodística impone. Nuestra prensa está llena de personas con oficio, formados en la calle y en la redacción. Esta es una fortaleza indiscutible, la de tener magníficos periodistas en Cuba.
Políticas
Hasta el año 2018 la totalidad de la prensa cubana se regía por las Orientaciones del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, para incrementar la eficacia informativa de los medios de Comunicación Masiva del país.
El documento reconocía “… la necesidad de dar una lucha permanente contra el periodismo plano, intrascendente, que no imprime a cada edición su sello propio. Es imprescindible estimular el periodismo investigativo, de opinión, más diversificado en los géneros, en las temáticas y con un balance territorial adecuado. Para ello se debe asegurar: la participación creadora en el planeamiento editorial y temático de todo el colectivo de cada órgano de prensa, una adecuada planificación de los contenidos, que se cierre el paso a la improvisación, y la especialización y superación constante de los redactores”.
Asimismo, indicaba “exigir de los directores, consejos de dirección y periodistas la mayor atención a la elevación de la profesionalidad y responsabilidad en su trabajo, así como a la eliminación de errores, la falta de argumentos y los vacíos en el lenguaje periodístico, que deben ser erradicados definitivamente”.
Afortunadamente, en 2018 se aprobó la Política de Comunicación del Estado y el Gobierno Cubanos, conscientes de que un modelo de gestión de la prensa en la era de Internet sin una política de comunicación respectiva es una incongruencia. Los principios que definen la naciente Política de Comunicación tienen consenso profesional, político y social.
¿Entonces?
“¿Cuántos años-décadas venimos los periodistas hablando sobre eso? ¿Qué tiempo hace que la dirección del país y los responsables del trabajo ideológico a ese nivel vienen repitiendo lo mismo? ¿Cuántas intervenciones en plenos y congresos de la UPEC, tanto desde la presidencia como desde el plenario, han abordado el tema una y otra vez?”, me comentaba mi primer maestro en este gremio, el Premio Nacional de Periodismo Omar George Carpi.
Definitivamente no basta solo con un buen modelo de gestión. Es necesario un plan, liderazgo, profesionales calificados, recursos y voluntad de cambio. Sin un plan se genera confusión, sin liderazgo se genera ansiedad, sin periodistas calificados se genera lentitud, sin recursos se genera frustración, y sin voluntad de cambiar las cosas, sin acción, sueños son.
Añadía George Carpi: “En lo que a mí respecta, sigo apostando desde cualquier tribuna a continuar haciendo conciencia sobre este asunto”.
En lo que a mí respecta, también.
Creo que hay que realizar un periodismo alejado del triunfalismo,crítico,incisivo puntual que sea un vehículo de cambio,un gestor social constructivo.
El periodista debe escribir con criterio propio,defender con su pluma lo que cree acerca de un problema aún cuando sepa que va a incomodar a funcionarios que detentan determinado poder y andan confundidos en la forma de hacer porque han dejado guardada la sencillez.
El periodismo nuestro debe caracterizarse por la inmediatez en el abordaje de cualquier problema,no puede permitir que la noticia llegue manipulada del exterior,eso no se ha logrado en muchos años,en ocasiones hay atrasos de días.
No existe razón plausible que justifique estos hechos.
Cuando exista un proceso de cambios real no de N muelas vacías que nunca se llenan de acciones es que mejorará la acción de la prensa. l
Desde hace mucho tiempo tengo establecida una diferencia entre la prensa y los periodistas. Son los conceptos de nuestra prensa lo primero que debe ser cambiado. Nadie se equivoque no pido prensa roja rosada o sensacionalista en cualquier variante
El problema está en que si a la prensa se envía una nota sobre un evento y una sola foto para los órganos nacionales y provinciales, ese igualitarismo no lo arregla ni el mejor periodista del mundo.
Si esperamos cinco días para informar sobre algo en estos tiempos de comunicaciones y largas colas rempraneras, no cogemos ni pollo ni perrito. Para que hablar de las imágenes firmadas por “Foto estudios revolucion” que ahí ya rompieron los medidores.
Y las mediaciones externas que fomentan las manifestaciones de triunfalismo en la prensa? esas siguen, y los mediadores no las ven como tal, sino como algo normal, sin saber el daño que hacen esas mediaciones.
Concuerdo al 100 % contigo.
Coincido plenamente Adonis. Ya van para 15 años de ocupación en estos menesteres que implican al final del camino la necesaria elevación de la eficacia informativa que nos exige nuestro pueblo, el gobierno, el Estado y el Partido. En Contramaestre seguimos inmersos en el experimento de las Redacciones Integradas y estamos en condiciones de poner a funcionar un equipo de “avanzada” en cuanto a rutinas productivas como las que requieren estos tiempos. Pero seguirá haciendo falta mucha comprensión gubernamental para no erigir vallas defensivas donde se debe abrir paso a la prensa revolucionaria para descarnar y limpiar las costras de lo antirrevolucionaria pra entonces poder colocar el antibiótico de la Revolución.
Buen análisis con elementos suficientes. Fiel reflejo de lo que sucede puertas adentro en nuestros medios y que estamos llamados a resolver urgente, sobre todo los que dependan de nosotros mismos
Entre los factores externos que nos hacen mucho daño todavía la existencia de muchas fuentes, por mucho que se ha hablado , por más que existe el documento de la eficacia informativa y ahora la bendita política de comunicacion, que continúan sin sensibilizarce en que la información es un derecho y bien público, y entorpecen el correcto flujo informativo, se dan brillo en el ombligo y es eso lo q venden a la prensa y aparece en muchos casos el conformismo del periodista.
Cambia los tiempos, cambia las políticas ¿ cambiamos todos los que tenemos que ver con la comunicación?
Excelente trabajo.👍👍 Una buena “radiografía ” sobre los males que afectan al periodismo nuestro pero que, en mi opinión, tardará aún en sanar ,
AUNQUE MUCHO DEPENDE DEL AMOR, LA CAPACITACION Y LA RESPONSABILIDAD DE CADA UNO DE LOS ESLABONES COMPROMETIDOS EN EL PRODUCTO FINAL.
Tiene tu comentario los componentes esenciales de la Lógica dialéctica nunciados desde Hegle hasta Lenin y otros sobresalientes filósofos que sin dudas creo conoces.No desconozco yo que publicar en las condiciones de Cuba es tarea muy difícil por la llevada y traída Plaza sitiada, el Sindrome el Secretismo gubernamental, la incapaccidad demostrada de funcionarios estatales y su congénito temor de revelar secretos que se coonocen más que la cotidiana salida de la luna por el día y por la noche. en el artículo LA CULPA ES DEL QUE NO ENAMORA Claves de Periodismo y Comunicación desde América Latina( Jesús Arencibia Lorenzo) se plantean un grupo notable de ideas problema del periodismo cubano y el propio Decano de la Facultad de Comunicación ha publicado críticas al ejercicio periodístico que creo solucionarlas es parte de su trabajo.
No obstante hay , a mi juicio, manifestaciones inexplicables de falta cultura y profesionalidad en periodistas de cierto nivel que me rsultan inexplicables y cito ejemplos.
1- Existe la manía de citar los por cientos como cifras Indicadoras de la actividad que se trata pero por ningún lado aparece la referencia numérica.Decir que el PIB creció en un 2% no dice nada pues respecto a 100 es 2 y respecto a 1 millón es 20 mil.Añado que los por cientos solo son comparables cuando la referencia es la misma o muy cercana.
2- Se utliza por muchos decir que ¨El problema es…..¨ y confunden de manera burda la esencia con el fenómeno.Recuerdo que el Miinstro de Economía nuestro dijo que la Inflación era un Problema y el periodista lo pone así mismo sin pensar que la misma es resultado de una oferta bajísima y de un incremento de la masa monetaria circulante.Al menos es necesario estudiar Metodología de la Investigación en el texto de Robrrto Hdez Sampieri para distinguir el gato de la liebre.
3- El uso de términos no puede darse por conocido pues los receptores de las noticias no son uniformes en conocimiento, hace uos días leo la categoría ¨para cuando la Economía sea más coherente¨.Que yo recuerde en los textos mas especializados no se lee sobre la coherencia económica, privilegio del Laser para ser ealidad física.,
4- Si se habla de China todo es Paraíso, olvidando los efectos negativos del desarrollo acelerado y sin mencionar las condiciones específicas de este país, las cuales dicho sea de paso no se mencionan en los trabajos conocidos por mí, a diferencia Cuba.
5- No me explico que un periodista desconozca que las cifras de hectáreas sembradas no se comen y que la expectativa del Pueblo cubano está en la mesa, no en el surco, que cuando se privilegian las primeras estamos desinformando , confundiendo los datos con la información.
6- Falta continuidad de la noticia determinada , por ejemplo, los surcos sembrados y después olvidar los quintales producidos.Se olvida lo esencial.
7- Percibo a veces que se abre espacio al Intelectualismo precoz pues una cosa es abrir espacio a los jóvenes para su desarrollo y otra es dejar que personas que no han vivido los años suficientes ni experimentado las experiencias de vivir en un país bloqueado por años y con la falta de una cultura especializada como es la Económica, diserten sobre problemas que hace más de 103 años se discuten sin conclusiones en el Mundo Socialista, si es que su alcance es tal.
8- Una duda, por si alguien me la puede explica, ¿Por qué encumbrados especialistas del Centro de estudio de la economía cubana publica en el exterior y no en los medios cubanos?, al final es un ejercicio periodístico en medios extranjeros que se desconce en Cuba de modo general.
9 Estimo que el Periodismo no puede sustrarse, no se ha sustraído nunca, de la realidad de cada país cuya Superestructura define en alto grado su contenido editorial pero su independencia relativa debe manifestarse de algún modo para que la crítica revolucionaria encuentre espacio. En Cuba no se ha definido la diferencia entre crítica revolucionaria y contrarrevolucionaria a pesar de algunas elocuentísimas manifestacions de personajes, aunque pocas.
10-Finalmente debo decir que ,salvo excepciones, practicamos un periodismo acrítico, lamentablemente unanimista, desargumentado pues emplea más datos que información, y esto debe ser cambiado.
Mi mail es tacotorres@nauta.cu pues ¨ahora ya no hay misterios¨
Saludos al periodista.