La producción de medicamentos para el tratamiento del cáncer y otras enfermedades autoinmunes —un ciclo que transcurre desde la investigación hasta la comercialización y que ha resultado en la creación de renombradas vacunas terapéuticas, entre otros fármacos— es el sentido de la existencia del Centro de Inmunología Molecular (CIM).
Sin embargo, la mirada de esta institución del Grupo BioCubaFarma, alcanza más y también se ancla en el medio social o entorno donde está emplazada, al que confiere prioridades mediante el desempeño de acciones favorecedoras de los vínculos con la comunidad que lo habita.
Lo demuestra el impulso a un proyecto para la promoción de salud y prevención de cáncer que relaciona al CIM con una escuela primaria ubicada en sus cercanías. Esta ha sido focalizada como una responsabilidad social de la institución científica, y es donde además estudian los hijos de alrededor de 100 trabajadores del Centro.
La Mártires del Corynthia, del municipio Playa, en La Habana, es la destinataria de tal propósito, encauzado mediante una investigación para la tesis de maestría en Sociología de Leonor Álvarez Zamorano, integrante del Grupo de Gestión de Comunicación del CIM.
El estudio parte del presupuesto de que la escuela es uno de los principales espacios para la promoción y prevención en salud —comenta Álvarez Zamorano—, y que como institución educativa tiene creados los mecanismos para trasmitir conocimientos académicos y otros, a través del currículo escolar. Aunque, una de las conclusiones de la investigación subraya que esto no ocurre así en dicho plantel, en relación con la promoción de salud para la prevención del cáncer.
En tal sentido, la socióloga explica que el gran desafío en que se ha convertido el cáncer demanda la atención de todos los sectores de la sociedad, por eso su enfoque hacia los niños, etapa de la vida donde se sedimentan numerosos hábitos. Y argumenta también que esta es la segunda causa de muerte a nivel mundial. “Controlarlo es posiblemente la intervención más compleja que los sistemas de salud han debido enfrentar”.
En Cuba, amplía el trabajo de Leonor Álvarez, según cifras preliminares del Ministerio de Salud Pública, al cierre de 2019 se registraron 48 mil 617 nuevos casos de cáncer, y fallecieron por esa causa 24 mil 912 cubanos. Y, tanto en hombres como en mujeres, el cáncer de pulmón es la primera causa de muerte en la Isla, en el período señalado.
El imperativo radica entonces en identificar la prevención de salud para la prevención de la enfermedad como uno de los pilares de esa batalla. Al respecto, la escuela primaria Mártires del Corynthia contará con estos padrinos de lujo. El CIM se propone implementar allí acciones que vinculen a otras instituciones de la comunidad, para apoyar el proceso docente educativo.
“También incluimos entre nuestras propuestas la preparación de los niños, desde los conocimientos obligatorios de las asignaturas hasta otros conocimientos y prácticas relacionados con la salud humana y modos de vida saludables. El propósito es dotar a los estudiantes de conocimientos y herramientas que les permitan ejercer un mejor control sobre su salud y, a la vez, convertirse en promotores de salud”.
Álvarez Zamorano añade que la investigación también pretende dejar un camino abierto para futuros estudios que se sumen al desafío del control del cáncer desde una perspectiva multidisciplinar y desde la responsabilidad social de las instituciones.
Basada en este trabajo de tesis, la autora presentó una ponencia (de manera virtual) en el congreso de la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Comunicación (ALAIC), de conjunto con Sonia Ponce de León, y dentro del Grupo Temático de Comunicación y Salud del CIM.
