CONVERSANDO EN TIEMPOS DE...

Vicente Feliú: Con los años uno se pone más recalcitrante con las esencias

Con la siguiente conversación –establecida vía correo electrónico- con el reconocido trovador cubano Vicente Feliú, comenzamos a publicar una serie de entrevistas que hemos concebido desde el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, bajo la sombrilla de CONVESANDO EN TIEMPOS DE… y que tiene como protagonistas a hombres y mujeres de diversos saberes: intentaremos acercarnos a la vida y la obra de trovadores, compositores, poetas, ensayistas, artistas visuales, diseñadores, críticos de arte… quienes nos actualizan sobre su quehacer personal y profesional en estos momentos en que Cuba -y el mundo- atraviesa una inclemente y atroz pandemia.

¿Qué de positivo? y ¿qué de negativo? te ha traído el aislamiento que vivimos hoy todos.

De positivo, en general todo. Aunque Aurora ha seguido trabajando casi como de costumbre, hemos compartido un poco más el hogar, lo cual es siempre agradable. Habitualmente el mayor peso del trabajo sistemático lo realizo en casa, por lo que no ha habido cambios sustanciales salvo los recitales mensuales en el Memorial de la Denuncia, que se han pospuesto para cuando se pueda. La publicación de algunas canciones nuevas y viejas en las redes sociales me ha descubierto una perspectiva interesante en cuanto a la comunicación, y me ha abierto un camino a seguir. De negativo, nada, más que todo por un problema de principios: “No hay mal que por bien no venga”.

Desde la creación, ¿hay algún resultado concreto concebido durante el necesario recogimiento?

Ordenando papeles y gavetas han aparecido varias canciones que creía perdidas, algún que otro texto que ha encontrado su música y cualquier cantidad de otras cosas, conservables algunas y desechables muchas, lo cual me ha dejado espacio para menesteres mejores. Ciertos documentos me sugirieron escribir algunas memorias que pueden resultar útiles para la gente, y en eso estoy.

En el ya lejano 1978 vio la luz Créeme, tu primer trabajo discográfico. Cuando lo vuelves a escuchar, 42 años después, ¿cuánto sientes que ha cambiado (o no) tu propuesta poética?

Creo que se ha acrecentado. Con los años uno se pone más recalcitrante en las esencias, aunque también reconozca con otra flexibilidad asuntos que en otro tiempo habría descartado. Cuando se es genuino, claro.

En tu larga carrera, has compartido escenario con relevantes músicos de Cuba y también de otros países como España, Argentina, Chile, Estados Unidos, Uruguay y Nicaragua, entre otros. ¿Cuáles han sido los aportes mayores que has recibido de esos intercambios, de esas influencias? 

Todas las personas y hechos importantes que han encontrado sitio en mí, han dejado alguna huella. El camino me ha convencido de que el canto al cual me debo y los compañeros de ruta que me acompañan, son tan necesarios para la vida como la memoria del tiempo que vivimos.

Te has presentado en múltiples ocasiones en el Centro Pablo: recuerdo cuando cumpliste los sesenta años realizaste un íntimo concierto A guitarra limpia, y diez años después en el 2017, al arribar a los setenta, regalaste otro A guitarra… titulado Créeme que seguimos siguiendo. ¿Cómo valoras el trabajo de la institución que ya sobrepasa las dos décadas de labor sostenida en la promoción de la Nueva Trova, movimiento al que perteneces desde su creación misma? 

Sin el Centro Pablo la canción trovadoresca en Cuba no hubiera crecido como lo ha hecho hasta hoy. Luego de la desaparición del Movimiento de la Nueva Trova –ojo que no su esencia– los cantores más jóvenes de nuestro país hallaron un hogar fundamental, y también los de varias generaciones, en la casona del Patio de las Yagrumas de la calle Muralla, en La Habana Vieja. Por otra parte, los vínculos culturales con cantores y cantoras de Argentina abrieron un intercambio de gran riqueza.

El tiempo y la memoria serán los encargados de decir todo el alcance del impulso que Víctor Casaus y María Santucho –inspiradores y sostenedores del centro– dieron a la canción trovadoresca cubana (y latinoamericana) en el Siglo XXI. (Publicada en la web de Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau).

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Estrella Díaz
Durante veinte años trabajó en la emisora internacional “Radio Habana Cuba” y es fundadora de Habana Radio, adscripta a la Oficina del Historiador. Es autora de varios libros relacionados con el mundo de la Artes Plásticas.

One thought on “Vicente Feliú: Con los años uno se pone más recalcitrante con las esencias

  1. Como siempre, el compromiso con el arte y con la vida (que no es lo mismo, pero es igual)
    ABRAZOS DESDE BUENOS AIRES HERMANO VICENTE!!! y FELICITACIONES AL CENTRO CULTURAL “PABLO DE LA TORRIENTE BRAU”

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