Director, guionista de cine y videos, profesor universitario, periodista, crítico, locutor, actor de teatro, cine y televisión, escritor, compositor y cantante. En sus 87 años de vastísima vida, apagada este 12 de enero en la mañana, a Enrique Pineda Barnet solo le faltó pintar.
Pudo hacerlo todo- dijo en una entrevista- porque en la vida todo no se hace a la vez, esas vocaciones son como pinceladas de la existencia.
Pineda Barnet fue uno de los primeros realizadores que trabajó en zonas de la experimentación. Muestra de ello es su obra Cosmorama (1964).
En el año 2006, el Ministerio de Cultura de Cuba y el Instituto Cubano del Arte y de la Industria Cinematográfica (ICAIC) le entregaron el Premio Nacional de Cine por el conjunto de su carrera y de su obra.
En 2016, recibió el Coral de Honor durante la edición 38 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
Su filme “La bella del Alhambra” (1989) resultó premiado en Cinemafest, La Habana y New York, ganó el Goya y obtuvo un resonante éxito del público.
Hoy, la actriz Beatriz Valdés, quien interpretó a la joven y ambiciosa bailarina de “La bella…” escribió:
No puedo respirar…
Enrique Pineda descansó.
Su cuerpecito débil se aferró como un héroe a su verbo preferido: VIVIR.
No sé qué hacer con una realidad inevitable que absurdamente pensé que no llegaría.
No hay consuelo en esta distancia a la orilla opuesta de su horizonte.
Mi memoria solloza sobre 32 años de amor infinito.
Se me murió el país…el país que fue él para mí…
Mi Caballero Andante cabalga a otras guerras, porque La Paz no era su empeño si estaba en riesgo la justicia y la belleza, y su verbo filoso se levantó a la altura de su resistencia y su espíritu eternamente joven.
Le debo la mitad de mi vida o mi vida entera, si soy justa.
Te voy a extrañar amado mío…gracias por tanto.
El actor cubano Héctor Noas, quien ha dicho que Enrique Pineda comenzó siendo su maestro, luego su familia y posteriormente su padre, destacó:
Hoy no tengo palabras. Ni siquiera lo intentaré. El vacío será inmenso y posiblemente eterno. Este padre que la vida me dio, ocupó casi todas las áreas y todas para bien. Queda el consuelo de saber que he cumplido con amor y se fue en paz. Gracias por todas las muestras de lealtad y de afecto. Ya daré los agradecimientos pertinentes y necesarios. Por deseo expreso de él mismo será cremado y sus cenizas esparcidas en algún lugar del Malecón, su lugar preferido (…) Descansa en paz, querido Papá Enrique. Me diste mucho. Trataré de no decepcionarte.
La destacada psicóloga cubana Carolina de la Torre también señaló, desde su perfil en Facebook:
La culpa es peor que el dolor. Hacía días que pensaba en ti, y lo dejé para después. Fuimos amigos, vecinos también. Algunos de tus amigos se convirtieron en mis amigos y algunos de mis amigos me llevaron a ti. Te comiste el puré que alguna vez te llevé y disfruté de tu cariñosa cercanía y solidaridad, pero nunca me retraté contigo, así con esa cara de que la vida no se va a acabar.
Un día te llevé “El accidente” y escribiste la mejor reseña que yo pudiera soñar. Pero eso no es lo importante, lo importante es que salió de tu mente y de tus manos como si escribieras la lista de los mandados. Eras así, como ese personaje tuyo que va subiendo la escalera soltando todo, pero logra llegar. Es muy triste, pero si yo hubiera pasado el dolor y la enfermedad que pasaste tú, ya hubiera querido irme a ese otro lugar donde dejas de envejecer para quedarte así, con tu sonrisa de irreverente retador.
Compartimos la entrevista que le realizara Amaury Pérez, en “Con dos que se quieran”