Asimismo, en una habitación media de unos 20 metros cuadrados y diez invitados, todos con mascarilla, se podría estar hasta 71 minutos sin contagiarse de coronavirus, siempre que se mantengan las ventanas abiertas.
Al tratarse de comensales, aunque hablen a un volumen medio y las ventanas estén abiertas, el tiempo real de peligro baja a los 14 minutos. Si están cerradas, este tiempo de peligro baja a 12 minutos. De modo que, si además de tener las ventanas cerradas y no usar la mascarilla se habla a voces, el contagio es inminente: solo en 9 minutos.
El reporte también subraya que, con seis personas sin mascarillas, hablando a voces y con las ventanas cerradas, la infección de coronavirus es casi segura a los 13 minutos. Con cuatro comensales, el riesgo de contagio ha sido situado en 18 minutos.
Como la mayor parte de los contagios se producen en interiores, las circunstancias descritas son de especial cuidado, pues está reconocido que el coronavirus se transmite por aerosoles.
El tamaño del virus oscila entre las 0.15 y las 0.16 micras pero siempre viaja acompañado de partículas de mayor tamaño y es el tamaño de las gotas el que determina su transmisión. Se sabe que las grandes suelen caer al suelo, pero las pequeñas podrían desplazarse largas distancias ayudadas por focos de aire en las habitaciones y sistemas de ventilación.
Según los investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), se puede minimizar el riesgo de contagio de coronavirus en un interior mientras se come o cena con más personas, aunque como observaron en la recreación con realidad aumentada, sin mascarillas y ventanas cerradas es prácticamente seguro que todos los comensales acaben contagiados.
(Tomado de Cuba en Resumen)