La verdad necesita de nosotros. Con ese acierto suele finalizar sus comentarios en espacios informativos el periodista Jorge Legañoa, luego de ofrecer valiosos elementos para entender las tramas difíciles de los sucesos de este mundo caótico que vivimos.
Y ese afán continúa, en lunes alternos con el muy notable espacio Historia del cine, por Cubavisión, el programa cinematográfico Solo la verdad, que en su última edición exhibió El juicio de los siete de Chicago.
La película muestra un suceso acaecido en 1968 cuando siete jóvenes son juzgados presuntamente por encabezar una manifestación contra una convención demócrata con el telón de fondo de las protestas contra la guerra en Vietnam y los asesinatos de Luther King y Robert Kennedy.
El primer valor de la propuesta televisiva es que exhibe buen cine, obras que apuntan a hechos que revelan los factores sistémicos detrás de acontecimientos que narran y que no pocas veces han sido tratados de manera sensacionalista, pero sin profundizar en las causas que los han motivado.
Otro valor es la selección de los filmes, es mostrar la variedad de buenas películas que se han realizado a favor de temas importantes acudiendo a los mejores recursos expresivos, con muy buenos guiones y calidad realizativa que permiten disfrutar y en la mayoría de los casos atrapan por la dinámica de su dramaturgia. También documentales como El dilema de las redes sociales.
Y que bueno sería que los televidentes estuvieran mejor avisados cada lunes para que, entreteniéndose, tuvieran una visión más amplia de cómo funcionan tantas cosas más allá de las noticias que no lo dicen todo, lo tergiversan o lo falsean como colaboradoras del desastre al que han llevado al mundo las fuerzas hegemónicas solo interesadas en que el capital de todo tipo siga en manos del 1 por ciento de la población.
La verdad necesita de nosotros para tornarla visible entre tanta maraña, y este espacio de Legañoa es una grata contribución desde la TV cubana.
