Por Ariel B. Coya (*)
“Recuerden, la tormenta es una buena oportunidad para que los pinos y cipreses muestren su fuerza yestabilidad”… Ho Chi Minh
Siendo uno de los primeros países golpeados por la COVID-19 a comienzos del año, debido a su porosa frontera con China, Vietnam comprendió rápidamente que una de las principales batallas para superar la epidemia tendría que librarla en el terreno de la comunicación.
Ante un virus del que poco o casi nada se sabía entonces y para el cual aún no hay una cura o vacuna de probada efectividad, la nación indochina optó por responder con transparencia, consciente de que solo así podría movilizar a sus ciudadanos para ayudar a contener la enfermedad.
Con 850 medios de prensa de todo tipo y más de 41.000 trabajadores en sus filas, a diferencia de otros países donde las crisis suelen llevarse por delante a los profesionales del sector, en Vietnam no hubo despidos de periodistas ni cierre de medios. Todo lo contrario. Desde el minuto uno se hizo todo lo posible por sumarlos a la lucha antiepidémica. Y el gremio supo dar el paso al frente.
Incluso cuando una reportera del periódico en inglés Vietnam News se convirtió en marzo en la paciente número 183 de la pandemia en el país, tras entrevistar a un exdiplomático infectado, muchos periodistas, sin temer al peligro y las dificultades, siguieron acudiendo a los centros de salud para reportar las experiencias y alentar al personal médico en la primera línea de combate.
Las autoridades, por su parte, promovieron medidas para garantizar la seguridad de su labor, con lo cual durante el periodo crítico del distanciamiento social se implementaron turnos en las redacciones y se fomentó el teletrabajo, además de dotar a cada medio de los insumos necesarios, como geles desinfectantes y equipos de medición de temperatura para prevenir la propagación de la enfermedad.
El Ministerio de Información y Comunicaciones divulgó que, solo entre febrero y mayo, los medios de prensa nacionales publicaron 560.000 noticias y trabajos sobre la epidemia. Aunque más allá de semejante volumen de información, también aportaron diversas iniciativas.
Por ejemplo, la Agencia Vietnamita de Noticias (VNA), según explicó su subdirectora general Vu Viet Trang, lanzó un sitio web sobre la prevención y control del COVID-19 en diferentes plataformas para facilitar el acceso del público e incrementar su nivel de conocimiento.
Detrás de todo prevalece la idea de que los medios noticiosos no solo deben actuar como catalizador para mantener informada a la gente, sino para incentivar la solidaridad y el altruismo, además de combatir las noticias falsas o bulos que individuos inescrupulosos difunden en las redes para sembrar el caos o medrar en medio de la crisis.
De acuerdo con Pham Thanh Hang, profesora de la Universidad de Hanoi que realizó un estudio sobre la cobertura noticiosa en el país, “se ha hecho hincapié en aumentar la conciencia de los ciudadanos sobre la prevención de la enfermedad sin sembrar el pánico, mediante el fomento de una cooperación genuina entre el gobierno, la sociedad civil y el sector privado”.
Como reconocieron la Organización Mundial de la Salud y otras instancias internacionales, el resultado de esos esfuerzos es sencillamente impresionante, si bien en el último mes la situación en el país se ha complicado, al dispararse la cifra de casos y registrarse también los primeros fallecidos por el brote infeccioso en la ciudad de Da Nang.
Aun así, el trabajo de la prensa no mengua y los vietnamitas siguen aportando su granito de arena contra la pandemia, mientras esperan que amaine la tormenta con la misma entereza y optimismo que años atrás resistieran los incesantes bombardeos durante la guerra.
Ahora como entonces, todos están convencidos de que tarde o temprano volverán a salir airosos de esta lucha.
(*) Periodista cubano. Editor del servicio en español de la agencia VNA.
(Tomado de UTPBA)