Las devastadoras explosiones registradas este martes en Beirut, capital del Líbano, que han dejado un balance provisional de más de 100 muertos y 4 000 heridos, formaron una nube en forma de hongo, similar a la que produciría una bomba nuclear.
Ante las dudas sobre el origen de la deflagración, atribuidas por las autoridades del país a las 2 750 toneladas de nitrato de amonio almacenadas en la zona sin medidas de seguridad, varios expertos han explicado a través de las redes sociales a qué se debe el fenómeno.
El físico teórico Jorge Díaz, citado por Rusia Today (RT), señaló que “la nube de hongo se produce cada vez que se forma una gran cantidad de gas poco denso a baja altura” y mencionó que la esfera expandida es una “nube de Wilson” que ocurre cuando la “onda de choque produce la rápida condensación del aire húmedo”.
Marwan Abboud, gobernador de la capital, calificó el incidente como “un desastre nacional parecido a Hiroshima”, mientras, otros rumores comenzaron a apuntar como causa de la tragedia a una probable bomba nuclear.
Sin embargo, los comentarios del funcionario libanés hacían referencia a la magnitud de la catástrofe equivalente a un terremoto de magnitud 4,5, de acuerdo con mediciones de sismólogos jordanos.
Por otra parte-reseña RT-Viping Narang, profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts que estudia todo lo relacionado con la proliferación y la estrategia nuclear, explicó que las explosiones en Beirut fueron equivalentes a 240 toneladas de TNT, 20 veces más que el rendimiento de una MOAB, conocida como “la madre de todas las bombas”, cuya explosión equivale, aproximadamente, a 11 toneladas de TNT.
Finalmente, el investigador de la historia de las armas nucleares y candidato a doctorado de la Universidad de Nuevo México, Martin Pfteiffer, aclaró que el incidente no podía tratarse de una explosión nuclear porque en ese caso debe haber “un destello cegador blanco” y el calor de una detonación nuclear “excede por mucho al químico, por lo que la nube se eleva más rápidamente”.
