El secretario de Defensa de Estados Unidos., Mark Esper, declaró este miércoles que la mayoría de los expertos militares del país atribuyen la potente explosión registrada el martes en la capital libanesa de Beirut, a un accidente, en contraposición a lo sugerido por el presidente Donald Trump.
Mark Esper indicó que el Pentágono aún está recibiendo información sobre lo sucedido, por lo que aseguró: “La mayoría cree que fue un accidente, como se informó, y más allá de eso no tengo nada que comunicar sobre ello”.
“Lloramos por las docenas, si no cientos de libaneses posiblemente muertos y por los miles de heridos”, expresó el secretario de Defensa luego de calificar lo sucedido de “una tragedia”.
Asimismo, Esper anunció que Washington se dispone a proporcionar ayuda humanitaria y suministros médicos o de otro tipo al pueblo libanés.
La víspera, el mandatario norteamericano aseguró que expertos militares estadounidenses le sugirieron que una “bomba de alguna clase” pudo hallarse en el origen de la explosión.
“No fue un tipo de evento de explosión de fabricación. Según ellos-lo sabrán mejor que yo-, pero parecen pensar que fue un ataque, fue una bomba de alguna clase, sí”, dijo Trump como respuesta a la interrogante de una periodista sobre si estaba seguro de que la deflagración fue un ataque y no un accidente, insinuación tildada de “tremendamente irresponsable”, incluso por autoridades norteamericanas.
De acuerdo con Hispantv, la ayuda anunciada por Esper traería algún tipo de beneficio para el Gobierno de EE.UU., dado el fracaso de su Administración en desestabilizar al Líbano a través de los disturbios y las presiones económicas.
En consecuencia, el embajador adjunto ruso ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Dimitri Polianski, criticó la hipocresía de EE.UU. y dijo que para mostrar verdadera solidaridad, la Administración de Trump debería levantar las sanciones contra Beirut.
Autoridades libanesas declararon el estado de emergencia en Beirut y ordenaron el arresto domiciliario de todos los directivos de la autoridad portuaria tras el incidente que, de acuerdo con conclusiones preliminares, ocurrió por la explosión de 2 750 toneladas de nitrato de amonio almacenadas en el puerto.