Por Fady Marouf, Periodista sirio graduado de Cuba y corresponsal de Prensa Latina en Siria
Un saludo desde Siria a todas las personas libres, dignas y defensoras de las justas causas en el mundo. Mi país enfrenta una guerra terrorista impuesta desde hace nueve años y cinco meses. La tergiversación de los hechos por parte de los medios de comunicación ha sido un arma principal en la primera fase de esa guerra.
Se han contabilizado más un millar de medios de comunicación de EE.UU y sus aliados que difunden falsas noticias para satanizar al gobierno sirio. Tras las victorias políticas y militares en Siria, Estados Unidos y sus aliados acuden ahora a la guerra económica al endurecer el bloqueo mediante la criminal “Ley César” que es muy parecida a la genocida Ley Helms Burton aplicada contra Cuba; esa ley fue aplicada en junio último en medio del enfrentamiento global a la pandemia del Nuevo Coronavirus.
El bloqueo y las sanciones impiden que Siria importe medicamentos o materia prima para fabricarlos y ofrecer tratamiento a los enfermos de la COVID-19; también impide que los hospitales adquieran equipos médicos como los ventiladores pulmonares y los kits de prueba para el nuevo coronavirus. El bloqueo contra Siria es similar al bloqueo que impone el gobierno de EE.UU contra Cuba desde hace 61 años, agravado en nuestro caso por una feroz guerra terrorista.
Antes de la guerra en 2011, Siria tenía uno de los mejores sistemas de salud en Oriente Medio, pero el terrorismo y las agresiones externas dejaron destruidos a más de la mitad de los hospitales en Siria. Sin embargo, aún Siria ofrece salud gratuita a sus ciudadanos, y con casi 700 infectados de COVID-19, Siria enfrenta esa pandemia con pocos recursos pero con un personal calificado y gracias a países amigos y aliados como Rusia, China, Irán, la India, entre otros.
Al mismo tiempo en que EE.UU envía armas a los terroristas para asesinar a civiles y generar caos e inestabilidad, Cuba nos enviaba cargas de medicamentos contra el cáncer y otras enfermedades crónicas, y vacunas para salvar vidas.
Es verdad que el bloqueo agravó nuestro sufrimiento pero jamás afectará nuestra voluntad de seguir resistiendo y enfrentando a las políticas hegemónicas e injerencistas de EE.UU en esta región del mundo.
Siria venció y vencerá tal como resistió y venció Cuba.
Gracias Cuba por contribuir a aliviar el sufrimiento del pueblo sirio y compartir con nosotros lo que tiene y no lo que le sobra..
Gracias Cuba por difundir la verdad de lo que sucede en Siria a través sus medios de comunicación como Prensa Latina y la Televisión Cubana, entre otros medios.
Agradezco a la UPEC por darme la oportunidad de hacer llegar la voz de Siria al mundo.