En medio de la emergencia sanitaria que sacude al mundo por la pandemia de la COVID-19, la comunicación vuelve a erigirse como un factor imprescindible a tener en cuenta para desarticular la ingeniería de las campañas mediáticas que fabrica el Gobierno de Estados Unidos contra Cuba, con el propósito de crear disensos en nuestra sociedad, a pesar de que la Isla ha demostrado la efectividad de su estrategia en la contención del virus.
Sobre la importancia de ese sector, insistió este jueves, el presidente Miguel Díaz Canel Bermúdez durante una sesión extraordinaria del Consejo de Ministros en la que fue aprobada la estrategia económico-social para el impulso de la economía y el enfrentamiento a la crisis mundial provocada por la COVID-19.
“Hay mucho dinero corriendo y también laboratorios ideológicos. Los nuevos modelos mediáticos han demostrado efectividad en cuanto a sus capacidades para manipular y desarmar ideológicamente los pueblos en nuestra región y el mundo”, expresó el mandatario en la cita, transmitida a través del espacio televisivo Mesa Redonda.
Por tanto -agregó-, urge diseñar una estrategia de comunicación que utilice, incluso, muchas de las herramientas usadas contra nosotros, pero que también cree algunas más ajustadas a nuestra realidad.
Díaz-Canel advirtió que mientras más frentes logren abrir y mientras menor sea la capacidad de nuestras instituciones políticas y sociales para resolver los pendientes, mayores resultados obtendrán los enemigos históricos de la Revolución.
Tras la premisa de impedir que esas campañas mediáticas fructifiquen con el mismo objetivo de “denostar el sistema político cubano, visualizar siempre en negativo y mostrar un caos en nuestra sociedad”, el Presidente dijo que Cuba, como pocos países de similar desarrollo, posee instituciones, infraestructuras y capital humano para tributar a la generación de una estrategia comunicativa eficaz y ajustada a la actual realidad.
En función de lo anterior, advirtió sobre la importancia de actualizar los modos de comunicar, pues “no podemos seguir anclados en formas anteriores a la era digital y no podemos burocratizar los procesos ideológicos”.
La comunicación social -enfatizó- ha llegado a las instituciones del país, pero debemos ser más proactivos y capaces de anticiparnos a las manipulaciones mediáticas.
Asimismo, se refirió a las especulaciones que proliferaron, durante los últimos días, en torno a algunas medidas complejas que no benefician a todos por igual, pero que -como aclaró- son necesarias para remontar los problemas económicos de la nación.
“Inmediatamente han comenzado a sembrar dudas y alimentar la desconfianza. El enemigo con sus sistemas de medios y mercenarios de turno, trabaja para sembrar desesperanza y desaliento. Hay que ver cómo se rajan las vestiduras y asumen roles de víctimas o de pensadores ahora muy preocupados por el pueblo y los trabajadores, algunos que serían incapaces del menor sacrificio por la nación, que nunca hablan de la verdadera causa, o la mayor causa de nuestros problemas, que es el bloqueo al que no son capaces nunca de repudiar o condenar”, añadió.
En paralelo, el presidente alertó sobre la estrecha alianza entre el Gobierno de Estados Unidos, la contrarrevolución cubana y la oposición venezolana y “cómo se ha reactivado la doctrina Monroe, cómo se usan las calumnias y mentiras como pretexto para el intervencionismo, cómo se emplean la corrupción y el soborno, la obsesión contra Cuba y Venezuela”.
La causa de ese hostigamiento político y mediático-de acuerdo con el Jefe de Estado- está en que a la Administración estadounidense le molestan el prestigio y los resultados de nuestro país, condición que explica por qué incrementa su agresividad evidenciada en el aumento de la persecución financiera, en el congelamiento de cuentas cubanas en terceros países, en acciones orientadas a desprestigiar a los dirigentes cubanos y en los permanentes intentos de crear condiciones para un estallido social.
La estrategia para impulsar la economía -destacó- parte de la necesidad de transformar el comportamiento de la economía cubana, cambios que se aplicarán de manera gradual, promoviendo menos importaciones y más exportaciones.
Seguidamente, el presidente cubano explicó que, durante los próximos meses, se priorizará la producción de alimentos la cual lleva a importantes transformaciones en el sistema de estructuras del Ministerio de la Agricultura.
Entre las acciones a priorizar mencionadas por el mandatario están el reordenamiento del comercio interior y de la empresa estatal socialista, la transformación del entorno monetario en que opera la inversión extranjera, la participación de la industria nacional como principal proveedor de bienes y servicios, el incremento y diversificación de las producciones, la exportación de todas las formas de gestión a través de las empresas estatales de comercio exterior y la realización de los últimos análisis para completar la tarea de unificación monetaria y cambiaria.
Con el objetivo de informar otras medidas que componen la estrategia económico-social trazada por el Gobierno y que después serán socializadas en su totalidad por medio de otros espacios informativos públicos del país, estuvieron presentes, el vicepresidente, Salvador Valdés Mesa; el vice primer ministro, Alejandro Gil; el ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca; el presidente de Cimex, Héctor Oroza Busutil y Ana María Ortega, directora general de la Cadena de Tiendas Caribe.
Una versión amplia de las medidas que aplicará el país, puede encontrarla en este link: