La Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina celebra hoy su aniversario 61 como voz alternativa frente a la circulación de noticias falsas y contra la manipulación mediática.
Así lo ratifican voces de diversas partes del mundo que se suman a las felicitaciones por las más de seis décadas de ese medio que mantiene -como afirma su presidente, Luis Enrique González,- una línea editorial antimperialista, latinoamericana y apegada a la verdad, mientras cada vez más circulan las noticias falsas.
Precisamente, cuenta el periodista Gustavo Robreño, quien fuera director de Prensa Latina entre 1973 y 1984, la agencia surge por la necesidad de contrarrestar las campañas propagandísticas contra Cuba, pero también contra los procesos progresistas en el continente.
Actualmente, pese a que ha pasado tanto tiempo, persisten las mentiras contra la isla y, por tanto, permanece intacta la obligación de enfrentar las campañas de desinformación contra Cuba y otras naciones, advierte Robreño.
En ese sentido, Pedro Villalba, director del Centro de Estudios Nuestroamericano de Bolivia, felicitó a Prensa Latina por sus 61 años y por llevar siempre la verdad al mundo, por ‘liberar con la información a nuestros pueblos’.
Desde Francia, la asociación de solidaridad Cuba Linda calificó a la agencia de voz de los pueblos que luchan por la justicia y por un mundo mejor para todos.
Ese camino por llevar un mensaje alternativo al de los medios hegemónicos, comenzó en enero de 1959, pues luego del triunfo de la Revolución Cubana, se desató desde el exterior una campaña mediática contra el proceso encabezado por Fidel Castro.
Para terminar con la mentira imperante, el recién estrenado gobierno cubano convocó en el propio mes de enero de 1959 a unos 400 periodistas del mundo a la llamada Operación Verdad, encuentro donde Fidel Castro expresó la pertinencia de contar con un medio para mostrar las verdades de Cuba y de toda América Latina.
Fue así que pocos meses después de esa cita, el comandante Ernesto Che Guevara y el periodista argentino Jorge Ricardo Masetti fundaron Prensa Latina, una agencia que transmitió su primera información el 16 de junio de 1959.
El nuevo espacio comunicativo contó desde el inicio con el apoyo de prestigiosos profesionales, entre ellos el también argentino Rodolfo Walsh, el uruguayo Carlos María Gutiérrez, así como el colombiano Gabriel García Márquez.
Masetti, que fue el primer director general, definió el perfil editorial del medio como ‘objetivo pero no imparcial’, porque -decía- no se puede ser imparcial ante el bien y el mal.
Con esa premisa, sus periodistas han informado al mundo sobre los principales acontecimientos de la política, la economía, la ciencia, la tecnología, la cultura o el deporte a nivel global, incluso con riesgo para sus vidas.
Sus corresponsales han estado presentes en golpes de Estado como el de Chile en 1973, en guerras como la de Siria, en invasiones como las realizadas por Estados Unidos a Granada o Panamá y hasta en la más reciente pandemia de Covid-19.
Ya lo decía el intelectual cubano Abel Prieto a propósito de los 60 años de la agencia latinoamericana: ‘En este planeta tan convulso, donde la ultraderecha toma fuerza y crecen el racismo, el fascismo, la xenofobia, es muy importante tener una agencia que representa la emancipación y la idea de que cultura y libertad tienen que ir juntas siempre’.
Con esa intención, Prensa Latina está inmersa -como en una lucha de David contra Goliat- en una competencia contra las grandes transnacionales de la información, que la superan en recursos y tecnología, además de sortear a diario las consecuencias del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.
El cerco de Washington -denuncian los directivos de la agencia latinoamericana- persigue la actividad financiera y obstaculiza la labor de sus corresponsalías en el exterior.
Pese a esa situación, a diario se producen más de 400 despachos informativos en español, inglés, portugués, ruso, italiano y francés, lo que unido a los servicios de radio y televisión, y la casa editorial, la más grande del país, convierten a la agencia en uno de los principales centros de producción multimedia de Cuba.
Su alcance queda, además, avalado por la repercusión en redes sociales, empleadas en campañas similares a las que dieron origen a la agencia, destaca el presidente de PL, Luis Enrique González.
Hoy, asegura el directivo, el desafío de Prensa Latina es el mismo de hace 61 años, difundir la verdad con voz propia frente a la desinformación. (Adriana Robreño).
Precisamente, cuenta el periodista Gustavo Robreño, quien fuera director de Prensa Latina entre 1973 y 1984, la agencia surge por la necesidad de contrarrestar las campañas propagandísticas contra Cuba, pero también contra los procesos progresistas en el continente.
Actualmente, pese a que ha pasado tanto tiempo, persisten las mentiras contra la isla y, por tanto, permanece intacta la obligación de enfrentar las campañas de desinformación contra Cuba y otras naciones, advierte Robreño.
En ese sentido, Pedro Villalba, director del Centro de Estudios Nuestroamericano de Bolivia, felicitó a Prensa Latina por sus 61 años y por llevar siempre la verdad al mundo, por ‘liberar con la información a nuestros pueblos’.
Desde Francia, la asociación de solidaridad Cuba Linda calificó a la agencia de voz de los pueblos que luchan por la justicia y por un mundo mejor para todos.
Ese camino por llevar un mensaje alternativo al de los medios hegemónicos, comenzó en enero de 1959, pues luego del triunfo de la Revolución Cubana, se desató desde el exterior una campaña mediática contra el proceso encabezado por Fidel Castro.
Para terminar con la mentira imperante, el recién estrenado gobierno cubano convocó en el propio mes de enero de 1959 a unos 400 periodistas del mundo a la llamada Operación Verdad, encuentro donde Fidel Castro expresó la pertinencia de contar con un medio para mostrar las verdades de Cuba y de toda América Latina.
Fue así que pocos meses después de esa cita, el comandante Ernesto Che Guevara y el periodista argentino Jorge Ricardo Masetti fundaron Prensa Latina, una agencia que transmitió su primera información el 16 de junio de 1959.
El nuevo espacio comunicativo contó desde el inicio con el apoyo de prestigiosos profesionales, entre ellos el también argentino Rodolfo Walsh, el uruguayo Carlos María Gutiérrez, así como el colombiano Gabriel García Márquez.
Masetti, que fue el primer director general, definió el perfil editorial del medio como ‘objetivo pero no imparcial’, porque -decía- no se puede ser imparcial ante el bien y el mal.
Con esa premisa, sus periodistas han informado al mundo sobre los principales acontecimientos de la política, la economía, la ciencia, la tecnología, la cultura o el deporte a nivel global, incluso con riesgo para sus vidas.
Sus corresponsales han estado presentes en golpes de Estado como el de Chile en 1973, en guerras como la de Siria, en invasiones como las realizadas por Estados Unidos a Granada o Panamá y hasta en la más reciente pandemia de Covid-19.
Ya lo decía el intelectual cubano Abel Prieto a propósito de los 60 años de la agencia latinoamericana: ‘En este planeta tan convulso, donde la ultraderecha toma fuerza y crecen el racismo, el fascismo, la xenofobia, es muy importante tener una agencia que representa la emancipación y la idea de que cultura y libertad tienen que ir juntas siempre’.
Con esa intención, Prensa Latina está inmersa -como en una lucha de David contra Goliat- en una competencia contra las grandes transnacionales de la información, que la superan en recursos y tecnología, además de sortear a diario las consecuencias del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.
El cerco de Washington -denuncian los directivos de la agencia latinoamericana- persigue la actividad financiera y obstaculiza la labor de sus corresponsalías en el exterior.
Pese a esa situación, a diario se producen más de 400 despachos informativos en español, inglés, portugués, ruso, italiano y francés, lo que unido a los servicios de radio y televisión, y la casa editorial, la más grande del país, convierten a la agencia en uno de los principales centros de producción multimedia de Cuba.
Su alcance queda, además, avalado por la repercusión en redes sociales, empleadas en campañas similares a las que dieron origen a la agencia, destaca el presidente de PL, Luis Enrique González.
Hoy, asegura el directivo, el desafío de Prensa Latina es el mismo de hace 61 años, difundir la verdad con voz propia frente a la desinformación. (Adriana Robreño).