Estados Unidos y Brasil siguen en la triste vanguardia del epicentro mundial de la Covid-19, no solo en las Américas, también a nivel global.
Sus mandatarios se diferencian y parecen. El primero un multimillonario; el otro un excapitán de unas fuerzas armadas responsables de violaciones a los derechos humanos en su país.
Donald Trump, comanda el país vanguardia en invasiones y ocupaciones militares en la historia moderna.
En eso el sudamericano, Jair Bolsonaro, se queda corto y no tiene como superar a su par.
En estos días se parecen más. El presidente Trump defendió el despliegue militar para reprimir en Estados Unidos las protestas contra el homicidio del afroamericano George Floyd.
También abogó por mantener la práctica de “rodilla contra cuello”, utilizada durante ocho minutos por un policía blanco con historial, y que pese a súplicas de la víctima, decidió la muerte de Floyd.
Resultó a todas luces un crimen racista en otro país, pero el presidente blanco brasileño, con signos de fobia de varios tipos, se encargó de justificar para consuelo de su par estadounidense.
Ambos mandatarios, además, lucen entrampados en sus propias, y parecidas políticas para encarar la pandemia del nuevo coronavirus.
Medios de prensa dan cuenta que una segunda ola de la enfermedad comienza a afectar a varios estados de Estados Unidos, como Florida, Texas, Arizona y California, tras el levantamiento de las restricciones.
Más al sur, Brasil registró 42 mil 720 muertes y contabilizó 850 mil 514 contagios al agregar 21 mil 704 nuevos casos del virus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
La fuente es el Ministerio de Salud, según el cual Brasil tiene 428 mil 549 casos de la enfermedad en seguimiento y 379 mil 245 pacientes curados.
El gigante sudamericano es actualmente el segundo país del mundo en cifras de defunciones y contagios por Covid-19, solo superado por Estados Unidos.
Esta crónica empezó por la Covid-19, pero no es casual terminarla sobre las coincidencias Trump-Bolsonaro, erráticos ante la pandemia, y coincidentes en justificar crímenes racistas, como el que cobró la vida de George Floyd.